Por MICHELLE FAUL
PUERTO PRINCIPE (AP) — El delgaducho adolescente está nervioso, y con razón: Está esperando a que cualquier día alguien le descubra y le envíe de nuevo a una cárcel donde pasó cuatro años sin ser acusado de un crimen y sin la oportunidad de ser oído por un juez.
Es uno de los más de 5.000 presos que escaparon de sus celdas tras el terremoto que azotó la isla en enero y que ahora, poco a poco, están siendo detenidos de nuevo por la policía y devueltos a un sistema penitenciario de pésimas condiciones y retrasos burocráticos.
Los expertos legales, e incluso el ministro de Justicia, dicen que el terremoto ha dado al país una oportunidad para reformar su sistema judicial, el cual ha sido fuente de condena internacional durante años.
Pero el adolescente a la fuga, quien insiste que es inocente, tiene miedo de que cualquier solución llegue demasiado tarde para él.
«Me gustaría poder hablar con ellos y decir ‘estaban equivocados, déjenme en libertad»’, dijo el joven, quien habló sin decir su nombre debido a su situación legal, durante una entrevista con The Associated Press. «Pero me da miedo que me encierren de nuevo».
Su miedo está justificado. El ministro de Justicia Paul Denis admite que el sistema penitenciario en Haití es culpable de violaciones «extremadamente serias» de los derechos humanos que incluyen la detención de personas durante años sin estar acusadas de nada o sin que su caso sea resuelto debido a retrasos o corrupción.
Denis asegura que el problema es particularmente grave entre los jóvenes y dice que las autoridades esperan acelerar el proceso judicial en el futuro. Sin embargo, nadie ha propuesto un plan formal para reformar el sistema judicial.
Denis dijo que el país están buscando a todos los presos, que bajo circunstancias poco claras, fueron liberados o escaparon durante el terremoto del 12 de enero.
«Es una situación inaceptable, pero qué puedo decir, es la ley, han de presentarse y serán, sin duda, arrestados de nuevo», dijo Denis a AP en una entrevista en su oficina temporal en un edifico prefabricado detrás del colapsado ministerio de Justicia.
Las autoridades anunciaron el viernes que arrestaron a dos presos que escaparon mientras intentaban cruzar la frontera a la vecina República Dominicana. Denis dijo esta semana que unas 160 personas ya han sido capturadas desde el terremoto, el cual se calcula mató a unas 230.000 personas en Haití y destrozó gran parte de la capital.
Funcionarios de la ONU dijeron que unas 17 prisiones del país fueron destruidas o quedaron dañadas y que un 60% de los 9.000 presos huyeron, incluyendo a 300 considerados muy peligrosos.
Algunos eran líderes de pandillas de criminales mientras que cientos eran prisioneros políticos, partidarios del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, quien fue expulsado tras una revuelta en el 2004.