Por LUISA FERNANDA CUELLAR
BOGOTA — El estallido de un potente carro bomba provocó el miércoles la muerte de seis personas y heridas a otras 30 en un conflictivo puerto del Pacífico colombiano, informaron las autoridades.
El atentado se produjo pasadas las 9.30 horas (1430GMT) en el centro del puerto de Buenaventura, en el departamento de Valle del Cauca y a unos 350 kilómetros al suroeste de Bogotá.
El presidente Alvaro Uribe, dijo a reporteros en Medellín, a 250 kilómetros al noroeste de Bogotá, «no podemos mantener la guardia abajo. No podemos confiarnos… estamos ofreciendo una recompensa de hasta 300 millones de pesos (unos 150.000 dólares) a los ciudadanos que con su información permitan capturar a los terroristas» responsables del ataque.
Explicó que esperaba llegar en las próxima horas a Buenaventura para presidir allí un consejo de seguridad.
El gobernador de Valle del Cauca Juan Carlos Abadía dijo a la AP que «al parecer fue un carro que abandonaron en las horas de la noche y hay seis muertos, 32 heridos, algunos de ellos de heridas leves».
«Recordemos que en Buenaventura han actuado o mantenían actividades delictivas no sólo de las FARC, sino del narcotráfico y paramilitarismo… y en estos dos últimos años las autoridades los han golpeado continuamente», agregó.
Estamos «preocupados porque hacia dos años no había en esta zona un atentado como el de hoy», dijo el gobernador.
El jefe de fiscales de Valle del Cauca, José de la Pava, dijo en diálogo telefónico que el atentado se presentó cerca a las sedes de la Fiscalía y de la Alcaldía de Buenaventura y que entre los heridos estaban cinco funcionarios de esa entidad.
Ni la policía ni las autoridades militares daban de inmediato detalles sobre el explosivo usado ni la cantidad, mientras imágenes de televisoras locales mostraban la calle donde estalló el vehículo, un Mazda, que quedó reducido a un amasijo de hierros retorcidos.
Locales a ambos lados de la calle perdieron puertas y ventanas, mientras al menos dos taxis y una camioneta blanca quedaron con puertas destruidas y vidrios rotos en medio de la céntrica calle de Buenaventura.
El fiscal general Guillermo Mendoza indicó al noticiero de televisión Caracol que su despacho no descartaba que el atentado pudiera ser una retaliación por el trabajo de su oficina en Buenaventura contra el narcotráfico o también de luchas intestinas entre bandas rivales de traficantes.
Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos de la Universidad Javeriana, en Bogotá, destacó que el atentado «demuestra que no hemos resuelto los problemas de seguridad, en particular, los problemas relacionados con las guerrillas, las bandas criminales y grupos ‘neoparamilitares»’.
«Fue cerca a la Fiscalía y a otros edificios públicos… entonces claramente tiene un objetivo político bien sea que sea la guerrilla o que sean las bandas criminales, tiene un impacto político», dijo.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla, no descartó que los autores del ataque sean guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Buenaventura, sobre la costa del Pacífico, es en Colombia uno de los corredores clave para el tráfico de drogas y también el principal puerto en el Pacífico del país.
(AP)