Tour de France 2018: “El Tour de la verdad”

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The pack rides through the countryside during the first stage of the 105th edition of the Tour de France cycling race between Noirmoutier-en-l'ile and Fontenay-le Comte, western France, on July 7, 2018. / AFP PHOTO / Jeff PACHOUD

Por Juan Carlos Rincón desde Londres .– El abucheo general y los silbidos espontáneos del público al tetracampeón Chris Froome y su equipo Sky en la presentación del Tour de Francia 2018, dieron la nota de lo que será la prueba. La cólera y el disgusto de los aficionados es fiel reflejo de la irritación y condena por el daño hecho a la imagen mundial del ciclismo y las dudas aún sin resolver.

Este Tour es el más contradictorio y perturbado de la historia. Comenzó su vía crucis el pasado 14 de diciembre cuando los serios y reconocidos diarios The Guardian (inglés) y Le Monde (francés) revelaron el resultado adverso de Froome con un nivel doble de la dosis de salbutamol autorizada en la etapa 18 de la Vuelta a España que había ganado en septiembre, y continuó en escritorios y la prensa durante siete meses de escándalo que no terminan.

Más de 30.000 gendarmes y personal de seguridad ha tenido que ser desplegados debido al ambiente hostil hacia Froome y Sky, incluyendo amenazas en las redes sociales y llamados a perturbar a sus ciclistas. En 2015 espectadores lanzaron un frasco con orines al ciclista británico acusándolo de tramposo y para la edición que comienza se han adoptado nuevas médidas de precaución. Una de ellas es en la llegada en alto del famoso Alpe d’Huez en la que se congregan más de a 50.000 turistas a lo largo de las rampas de ascenso, y que estará protegida por barreras metálicas desde los últimos 3.5 kilómetros.

La edición 105° de la Grande Boucle ha sido un parto prematuro que ha conseguido sobrevivir temporalmente después de un agotador proceso legal de desesperante incertidumbre que deshonra el ciclismo y concluyó con una dudosa y cuestionada exoneración de Froome el martes anterior, apenas cinco días antes de la largada este sábado en Noirmoutier-en-l’Île (Departamento de Vendée) y tras la decisión de los organizadores de negar la participación al ciclista británico.

Por encima del espíritu deportivo el Tour 2018 es el “Tour de la verdad”, el Tour que está obligado a redimir la credibilidad del ciclismo, de sus autoridades científicas y de un deportista cuya inocencia y triunfos se debaten en permanencia debido a las prácticas continuas en los límites de la legalidad de su polémico equipo Sky, en el ojo permanente del huracán desde hace 4 años por recurrir al abuso de las exenciones terapéuticas y al empleo de corticoides y del analgésico opioide Tramadol (acaba de ser prohibido en el ciclismo a partir de 2019) para sus figuras.

El recorrido es uno de los más completos de los últimos años y comienza con una lujosa baraja de candidatos -tal vez la más fuerte de la última década- que probablemente lo convertirán en una carrera cerrada y combativa a lo largo de su itinerario variado de 21 etapas, que incluye dos contra-reloj relativamente cortas (equipos e individual), una jornada de “pavé” y otra en terreno destapado, recorrido llano con fuertes vientos atlánticos de costado propicios para cortes en el pelotón desde el primer día, y la clásica media y alta montaña pero con apenas cuatro llegadas en alto.

El trazado es bastante similar al Tour 2014 que ganó Vincenzo Nibali y se presta a una batalla abierta contra Froome. Además tiene únicamente cuatro cimas por encima de 2.000ms, lo que reduce la ventaja de oxigenación que tienen los escarabajos andinos preparados en la altura y favorece el biotipo europeo.

A ello se une que las condiciones climáticas serán muy desgastantes porque el actual verano europeo es uno de los más húmedos que se recuerden y con temperaturas promedio superiores a los 30°, con una alta concentración de polen debido a una floración tardía; es decir que la deshidratación y las alergias que obligan al uso de los inhaladores de Salbutamol, estarán a la orden del día.

El Tour 2018 es además 211 kilómetros más corto –el equivalente de una etapa- que los dos últimos años (tiene un recorrido de 3.329 kms) y cruzará primero los Alpes y en la semana final los Pirineos, con sus cimas históricas l’Alpe d’Huez y Tourmalet, respectivamente, que los escarabajos colombianos sólo han cruzado de primeros en una ocasión y ello hace más de 30 años!.

En l’Alpe de Huez logró Luis “lucho” Herrera la primera victoria de etapa para Colombia en 1984. Otro gran escalador nacional, Nairo Quintana, lo enfrentará por tercera vez; fue cuarto en su debut en 2013 y segundo en la penúltima etapa en 2015 en la cual le descontó 1.20” a Froome, pero no le alcanzó para ganar el Tour más montañoso de la última década en el que fue subcampeón a 1.12” del británico. A su vez, el Tourmalet, que hace parte de la etapa reina y última de montaña el viernes 27 de julio, lo coronó primero José Patrocinio Jiménez en 1983, año en que fue subcampeón de montaña.

La dimensión desconocida

Chris Froome, quien viene de ganar el Giro d’Italia hace seis semanas, es el gran favorito en las apuestas (11/8). Buscará su quinto título (cuarto consecutivo), el doble Giro-Tour –logro que data de 1998 con Marco Pantani- y ganar en línea cuatro grandes vueltas (Tour-2017-Vuelta-2017, Giro y Tour-2018), hazaña que sólo ha conseguido el más grande ciclista de la historia, el pentacampeón belga Eddie Merckx entre 1972-73, pero en su plenitud ciclística, a los 28 años.

El británico parte con el desgaste del Giro que terminó hace cinco semanas y el de haber disputado y ganado en 11 meses las tres últimas Grandes Vueltas; es decir, más de 10.400 kilómetros, a los cuales se agregan otros 2.700 del Dauphiné Liberé 2017, la contra-reloj del campeonato mundial de ciclismo en Noruega, y la Ruta del Sol, el Tour de los Alpes y la Vuelta a Andalucía este año.

Froome estará respaldado por el grupo más fuerte ensamblado por Sky en sus once años en el ciclismo mundial: los rodadores y especialistas contra-reloj Geraint Thomas (su compañero permanente desde los inicios en el equipo Barloworld), Michal Kwiatkowski y Jonathan Castroviejo, los todoterreno Wout Poels (quien lo salvó en l’Alpe d’Huez en 2015), Luke Rowe (capitán de Sky en carretera) y el joven Gianni Moscon (su escudero en la Vuelta a España). Con ellos debuta la joven promesa colombiana Egan Bernal, a los 21 años y 170 días. En 2017 Sky fue campeón por equipos del Tour -primera vez- y destronó a Movistar.

Pero, tiene Chris, a los 33 años, la fortaleza mental, psicológica y física, además del rendimiento físiológico para ganar?.

Lo dudo. Nairo Quintana -cinco años más joven- “explotó” físicamente el año anterior luego de haber disputado sin parar Tour-2016 (3°), Vuelta-2016 (campeón) y Giro-2017 (2°). Con más de 14.500 kms en sus piernas, el “águila de Cómbita”, terminó 12°; muy honorable.

Para ser más preciso anoto un aspecto físico muy revelador: los cuatro pentacampeones del Tour de Francia, Jacques Anquetil, Eddy Mercx, Bernard Hinault y Miguel Indurain, alcanzaron su quinta corona antes de los 32 años y su plenitud ciclística fue a los 30. Induraín ganó a los 31 años y 6 días. Los otros antes. Y en el plano psicológico, ninguno de ellos fue tan controvertido y rechazado por el público como Froome. La presión este año es más alta que en 2015 y el nivel de amenazas y confrontación, alto e inusual.

Froome (33 años y 48 días) es un caso atípico gracias al ciclismo científico de Sky que con precisión dietética y de suplementos vitamínicos, tecnología de punta y un sólido equipo de respaldo a su líder, ha conseguido dominar el pelotón en los últimos años. Pero el británico despegó tarde, en el Tour-2012, en 2015 flaqueó y el año anterior mostró nuevas señales de debilidad a pesar de tener un fuerte equipo y un escudero de primer nivel, Mikel Landa, quien terminó 4° a 1” del podio.

No hay que olvidar que el campeón llegó a la penúltima etapa, la contra-reloj definitoria en Marsella, con una mínima ventaja de 23” sobre Romain Bardet y de 29” sobre Rigoberto Urán. Al final vencería al colombiano por 54” pero su dominio durante la prueba fue menos relevante. Este año las escuadras tienen un ciclista de menos y Sky llega con seis gregarios y una carta libre (Egan Bernal), pero el cansacio y desgaste acumulado de Froome son una incógnita. El camino no le será tán fácil.

Todos contra Chris 

En la baraja principal de candidatos a destronar a Froomey este año, sobresalen el italiano Vincenzo Nibali (campeón 2014), tres subcampeones, los colombianos Nairo Quintana y Rigoberto Urán y el francés Romain Bardet, y con ellos el australiano Richie Porte y el holandés Tom Dumoulin, campeón del Giro-2017.

Mi lectura de la carrera y el análisis de la preparación y conformación de los equipos, me lleva a considerar al italiano Vincenzo Nibali, líder del equipo Bahrain-Merida, como el principal candidato al título. Hace más de tres meses le señalé a varios de mis colegas y amigos del ciclismo mi convicción de que el recorrido y su experiencia, al igual que su victoria en 2014, lo proyectan como el rival más firme. Parte 10/1 en las apuestas.

El “tiburón de Messina” es vencedor de cuatro Grandes Vueltas y ganó su único Tour en un trazado con sentido similar al del 2018: Plano-Pavé-Alpes-Pirineos y con una contra-reloj individual de 54 kmts (un 43% más larga que este año), lo contrario de la ruta que han disputado en cuatro ocasiones Nairo Quintana y Rigoberto Urán, Plano-Pirineos-Alpes. Sin embargo, ambos ya superaron con éxito y sin perder tiempo las trampas de esta superficie infernal en la difícil cuarta etapa del Tour-2015.

Nibali, en su madurez ciclística (33 años) y tras haber ganado las tres Grandes Vueltas (sólo 7 lo han conseguido), está respaldado por primera vez por un sólido y homogéneo equipo de rodadores y escaladores cimentado en su veterano y fiel escudero Franco Pelizzoti (40 años!), el australiano Heinrich Hausler, el escalador Domenico Pozzovivo y los hermanos Ion y Gorka Izaguirre que fueron gregarios de Quintana en Movistar. Después del subcampeonato en la Vuelta a España en septiembre pasado, Nibali no se exigió demasiado; ganó uno de los monumentos del ciclismo, el Giro de Lombardía en octubre y este año la clásica Milán-San Remo en marzo. Para el siciliano el Tour-2018 es probablemente la última oportunidad de crecer su record de Grandes Vueltas.

Los subcampeones colombianos Nairo Quintana (28 años) y Rigoberto Urán (31), son los más descansados y han realizado una preparación enfocada específicamente al Tour. Ninguno corrió la Vuelta o el Giro, ambos se prepararon en altura en Colombia para su quinto Tour y no se exigieron demasiado en sus presentaciones europeas. Nairo fue 3° en la Vuelta a Suiza hace tres semanas y ganó una etapa, mientras “Rigo” fue 10° en la Tirreno-Adriático en marzo y subcampeón con victoria de etapa en el Tour de Eslovenia, ganado por Primoz Roglic en junio. Nairo es tercero en las apuestas (7/1) y Urán está 13° (25/1); mejor considerado que el año pasado cuando partió 300/1 y yo estuve a punto de hacerme millonario! La preparación de ambos con poco kilometraje desde el Tour anterior y una pretemporada con esfuerzos de rodaje en pruebas de una semana (Colombia Oro y Paz, Vuelta a Catalunya, Tirreno-Adriático, País Vasco, Vuelta a Suiza y Tour de Eslovenia), parece haber sido ideal. Pero el entorno de grupo es diferente.

En el ciclismo moderno, un equipo poderoso define sus objetivos y líderes antes de la carrera y planifica su estrategia, preparación y reconocimiento de etapas, con base a principios muy específicos. Contrario a la lógica, Movistar llega al Tour con un tridente de líderes con la consigna de que la carrera decidirá a cual respaldar.

Creo que es un grave error que limita las posibilidades de su mejor pedalista y hasta ahora líder, Nairo Quintana, aunque amplíe las opciones. Un equipo serio corre para un líder y tiene un plan B, pero no parte con tres cabezas. Me temo que esa ambivalencia y los compromisos comerciales de la escuadra española -proyectar una marca y un ciclista ibérico- van a respaldar a su nueva contratación, Mikel Landa, de la misma edad que Quintana (28 años). El veterano Alejandro Valverde, es un experimentado corredor que podrá ser el capitán en carrera pero que a los 38 años no está ya para ser líder ni ganar el Tour. Me sigo preguntando, A qué juega el señor Eusebio Unzué, gerente de Movistar?.

Nairo está sólo y tendrá que afirmar pronto su liderazgo (un esfuerzo con costo extra) y sacar a relucir su clase y potencia en la montaña. Unzué dice que al final de la primera parte del Tour (9 etapas) “veremos en qué forma se encuentran todos. Aunque los tres corredores son lo suficientemente inteligentes para ser honestos y ver cuál de ellos está en la mejor forma cuando llegue el gran momento”. Pero para aumentar los escollos al “sueño amarillo” de Nairo, no tiene por primera vez ningún gregario de confianza colombiano, ni Winner Anacona, Carlos Betancur o su hermano Dayer. Si en 2015 se perdió por 1.12” gracias al error táctico de Movistar de frenarlo para remolcar a Valverde en la etapa de l’Alpe d’Huez y garantizarle el podio al español, en este 2018 el equipo corre el riesgo de repetir su fracaso.

Caso contrario es el de Rigoberto Urán, quien el año anterior logró el subtítulo corriendo con gran inteligencia y sin contar con una escuadra fuerte para respaldarlo en la montaña. Ahora su equipo Education First-Drapac se muestra más compacto con los veteranos rodadores Pierre Rolland (8° en el Dauphiné en junio) y Simon Clark y el joven escalador colombiano Daniel Martínez, quien a pesar de tener sólo 22 años está en el circuito profesional UCI desde 2015, ha disputado dos Giros d’Italia y en mayo pasado fue 3° en el Tour de California que ganó Egan Bernal.

Martínez será clave para Urán en la montaña y con una escuadra comprometida con el “cacique de Urrao”, se puede esperar de nuevo el podio. El carismático “Rigo”, a los 31 años y en su plenitud profesional tras haber sido subcampeón olímpico de ruta en Londres 2012, dos veces subcampeón del Giro (2013, 2014) y subcampeón del Tour en 2017, tiene mucha sed de victoria y la pelea de otros líderes puede jugar en su favor para coronar en Paris su vida ejemplar de sacrificio y generosidad ejemplar.

Otro subcampéon que llega fresco y bien respaldado es la esperanza francesa Romain Bardet, quien a los 27 años y luego de seis Tours con dos podios, está obligado a confirmar que es un ganador de Gran Vuelta y no promesa. Fue segundo en el Dauphiné en junio, es el local, conoce perfectamente el terreno y tendrá la posibilidad de alianzas con las otras escuadras francesas en caso de estar adelante. Es un factor muy importante a tener en cuenta porque gracias a la arrogancia de Sky y las dudas en la exoneración de Froome, la oposición a una quinta victoria del británico aglutinará muchos intereses franceses. Bardet figura 16/1 en las apuestas, similar al campeón del Giro-2017, el holandés Tom Dumoulin.

La desventaja de Dumoulin, también de 27 años, es la falta de un equipo fuerte, el desgaste acumulado del Giro este año y su pobre record en la Grande Boucle con dos abandonos en sus últimas presentaciones en 2015 y 2016.

Segunda línea de ataque

El australiano Richie Porte, antiguo gregario de Froome y hoy líder del equipo suizo-estadounidense BMC que desaparecerá al final de este año, es para muchos el rival más peligroso del británico y figura segundo en las apuestas (9/2). Porte cree que no hay un favorito claro y el Tour será propicio para múltiples batallas.

Pero a mi juicio, es otro veterano de 33 años con la incertidumbre sobre su futuro y su palmarés, que muestra apenas un 5° puesto en el Tour 2016, no son una carta de presentación completa. Es cierto que el año anterior cuando figuraba bien en la clasificación general abandonó tras una violenta caída y también que este año ha tenido una pretemporada sólida con un 3° lugar en el Tour de Romandía en abril y el triunfo en la Vuelta a Suiza en junio. Sin embargo, su equipo de gregarios encabezado por el irregular Tejay Van Garderen y el italiano Damiano Caruso (11° en 2017 y 2° en la Tirreno-Adriático y 5° en el Dauphiné este año), parece insuficiente.

La falta de escuderos de primer nivel es también el problema de otros candidatos como el joven británico (25 años) de Mitchelton-Scott, Adam Yates, quien fue 4° en 2016 y este año 2° en el Dauphiné Liberé, y del combativo irlandés Dan Martin (6° el año pasado) que si contará con el respaldo del escalador colombiano Darwin Atapuma en la escuadra de los Emiratos árabes, UAE.

El ruso Ilnur Zakarin, líder de Katusha-Alpecin, quien el año pasado fue 5° en el Giro y 3° en la Vuelta a España, es otro candidato a tener en cuenta para el podio, aunque su equipo concentrará buena parte del esfuerzo en las victorias de etapa con el sprinter Marcel Kittel, quien llegó de la escuadra belga Quick-Step donde ahora el líder de los embalajes es otro debutante colombiano, Fernando Gaviria.

Uno de los “gallos tapados” del Tour es el cada vez más convincente esloveno Primoz Roglic (16/1 en las apuestas), quien en su debut el año anterior ganó una etapa de montaña y en este ha cumplido una pretemporada de lujo triunfando en la Vuelta al País Vasco, el Tour de Romandía y el Tour de Eslovenia donde venció a Rigoberto Urán. Primoz, campeón mundial de esquí reconvertido en ciclista, es sorprendente y sus opciones con el equipo LottoNL-Jumbo dependerán del estado de forma del holandés Steven Kruijswijk (4° en el Giro-2016) para respaldarlo. Un Top-10 es posible.

En este segundo grupo de aspirantes he dejado para el final al vasco Mikel Landa (Movistar) y al galés Geraint Thomas (Sky) porque son el “plan B” de sus equipos, aunque Landa podría ser promovido en vista de la política del equipo español de tener varias cartas y decidir su jefe en la carretera, lo cual puede fomentar la división interna. El promisorio Landa ha dicho claramente que dejó Sky porque no quiere ser segundo de nadie y a los 28 años –los mismos que Quintana- tiene la ambición de confirmar su liderazgo. Sin embargo, el vasco fue honesto y señaló que “Nairo tiene más experiencia en el Tour y eso le puede dar más confianza y posibilidades de ganar de las que tengo yo”. Parte como cuarto candidato en las apuestas (10/1 como Nibali) y en la pretemporada fue 6° en la Tirreno-Adriático y 2° en el País Vasco detrás de Roglic.

Mientras tanto, Geraint Thomas, el escudero principal de Froome, tiene el mismo favoritismo que Primoz Roglic pero es el escudero principal de Froome y a los 32 años su ciclo en Sky –su único equipo- desde el debut en 2007 se está agotando. En el Tour-2017 fue líder temporal los primeros cinco días antes de devolver el mando y este año consiguió su mayor victoria -aparte de las medallas olímpicas en pista- en el Dauphiné, por delante de Adam Yates, Bardet y Daniel Martin. Pero su oportunidad en Sky dependerá del desempeño de su líder y de una decisión crítica para el futuro del equipo: Si flaquea, quien es el sucesor de Froome?

El “Misterio” Bernal

Contrario a la lógica, la escuadra más poderosa del ciclismo integró por primera vez en su alineación para el Tour más importante de su historia a un novato inexperto en Grandes Vueltas para defender a su General en el intento de conseguir una quinta corona en la carrera más prestigiosa del mundo: Egan Bernal.

La inclusión del portento colombiano -considerado por todos los especialistas como la figura del futuro y el relevo en Sky- era medianamente entendible en caso de que Froome hubiera sido suspendido por la muestra adversa de Salbutamol y la escuadra británica hubiera tenido que reorganizar su estrategia alrededor de Geraint Thomas.

El galés dijo que “Egan es simplemente otro gran ciclista para tener en el equipo. Hay tres Grandes Vueltas en el año, por lo que potencialmente seis pueden tener como meta ir como líder o co-líder”. De hecho, originalmente Bernal, quien cumple su tercera temporada profesional y está en su primer año con Sky, estaba designado para debutar en la Vuelta a España el 25 de agosto como co-líder de Thomas.

Pero los papeles cambiaron intempestivamente y a pesar de la exoneración de Froome, Sky adelantó su debut y además le dio el dorsal #2 en su nómina. Por qué?.

Hay que reconocer que Sky es maestro de la planificación en el ciclismo de élite y que no da un paso tan definitivo sin un objetivo mayor. Por ello, no tiene sentido decir que a Bernal se le lleva para que “tenga rodaje en una Gran Vuelta y porque será un gran activo para el equipo en las etapas de montaña”. Yo no llevo a quien despunta como la mayor promesa del ciclismo mundial, que nunca ha disputado una prueba de alto nivel de más de 7 días, a ser gregario en la más importante del mundo.

La realidad es que el despertar victorioso de Egan Bernal en Sky, como campeón de la carrera Colombia Oro y Paz y campeón de Colombia contra-reloj (febrero), 2° en la Vuelta a Catalunya (marzo) hasta la última etapa en que tuvo que abandonar por una caída en la que no tuvo culpa y en la que se fracturó la clavícula, asombra. Su regreso un mes después con el subcampeonato del Tour de Romandía en abril, y su victoria en el Tour de California en mayo, aceleraron las expectativas y Sky cambió el libreto.

Su agente Giuseppe Acquadro confirmó que la decisión se tomó después del Tour de California porque si debutaba en la Vuelta, “estaría bajo más presión que en el Tour porque más personas lo mirarían y tendría más responsabilidades de liderazgo. Ir al Tour de Francia a la sombra de Chris Froome le permitirá salir del centro de atención, trabajar y aprender, lo cual es bueno para el futuro y no estará tan presionado”.

Esa apreciación la confirmó el veterano en Sky, Geraint Thomas, al señalar que “no se sabe que va a pasar la primera semana en el Tour y es difícil adivinar cuáles serán las tácticas. Pienso que por ser su primer Tour, Egan se tomaría las cosas con calma, trataría de no meterse en problemas. Sería lo más fácil posible, tal como ha hecho Wout Poels en el pasado: perder un poco de tiempo aquí y allá y no preocuparse por la clasificación general. Es decir, superar lo mejor posible la primera parte y estar en la mejor forma en las montañas altas, donde será de gran beneficio para nosotros”, explicó el galés.

Sky Plan B vs Sky Plan C

A pocas horas de largar el Tour 2018, Egan Bernal, ha dicho que tiene mucho respeto por su líder Chris Froome, que está involucrado totalmente con el equipo y que quiere ayudarlo. “Creo que es uno de los mejores del mundo, así que al comienzo de este Tour solo pienso en ayudarlo”, dijo el nuevo Zipa, un pedalista formado en el ciclo montañismo, que fue subcampeón mundial juvenil en 2014 en Noruega y medalla de bronce al año siguiente en mayores en Vallnord (Andorra) cuando era el No.1 del mundo en esa difícil especialidad.

Desde antes de pasar al ciclismo de ruta en 2016 Bernal ya era un fenómeno y había desarrollado una potencia inusual en sus piernas, como me explicó mi colega Pablo Arbélaez, uno de los expertos en ciclismo más respetados en Colombia y amigo desde nuestros inicios en el periodismo.

“Me sorprendió que siendo aún juvenil como ciclo-montañista, distanciaba muy fácil desde la primera vuelta a sus rivales. Lo ví en Zipaquirá y era muy fuerte para su edad, capaz de mantener esfuerzos continuos y prolongados por muchos minutos. Nunca había visto tanta potencia”, dice Pablo, quien ha visto miles de pruebas y ciclistas y cubrió muchos años el Tour de Francia y otras Grandes Vueltas en Europa.

Gianni Salvio, quien contrató a los 19 años a Egan Bernal para el equipo continental italiano Androni Giocattoli, ha dicho que “un Egan Bernal aparece cada veinte años” y ello se está confirmando pues en sus dos primeros años formativos ganó el Tour de Bihor y el Tour de Sibiu en Rumania, el Tour de Saboya en Francia y el año pasado, a los 20 años, el Tour de l’Avenir, a la misma edad que lo conquistó en 2010 Nairo Quintana.

Después de semejantes actuaciones y de pruebas de esfuerzo que demostraron que Bernal consigue desarrollar niveles de potencia similares –y en ocasiones superiores- a los de Chris Froome, Sky compró el contrato y tiene hoy un diamante en bruto que está puliendo para que brille por la próxima década.

El equipo británico llega al Tour con Plan A (Froome), Plan B (Geraint Thomas) y Plan C (Egan Bernal) y si su líder natural falla, las circunstancias de carrera -igual que en Movistar- determinarán el relevo y la estrategia. Por ello después de su victoria en el Tour de California, Sky llevó a Egan a reconocer durante cinco días los adoquines, incluyendo la ruta de la temible 9ª etapa de 154 kms de pavé entre Arras y Roubaix, antes del primer descanso. El colombiano no ha competido aún en esas etapas pero no les teme.

De hecho, parte de su preparación específica en altura en Colombia durante el mes de junio “la cumplió con recorridos entre Zipaquirá, Villa de Leyva y rutas destapadas y empedradas, con un entrenador del equipo que lo acompañó en permanencia. Sky ha evaluado suficientemente a Egan, conoce su potencial y por ello confía en sus condiciones para el Tour”, me explicó Pablo Arbélaez.

Así las cosas, la única incógnita, igual que le ocurre a Froome (y ambos lo reconocen), es el rendimiento durante la prueba de tres semanas; el líder por el umbral desconocido de cansancio y el novato porque no hay referencia alguna de su rendimiento durante tres semanas continuas. Pero Sky no va a forzar a Egan Bernal, lo va a cuidar, lo va a arropar en las peligrosas etapas llanas y los ritmos infernales del pelotón para que llegue lo más descansado posible a la montaña y lo hará con menos kilometraje que la mayoría de los miembros de su propio equipo. Al mismo tiempo, su táctica corriente podrá cambiar y no asumirá pronto -como es costumbre- el liderato y la responsabilidad de manejar el pelotón como estrategia para reducir el desgaste.

De manera que si Egan Bernal cumple por encima de las expectativas y al terminar la primera fase en Roubaix está bien ubicado en la general, será una alternativa muy peligrosa y una carta válida para tener en cuenta –tanto por Sky como por los equipos rivales-, sobre todo en un Tour que se presenta muy abierto y con demasiadas incógnitas.

En su debut en el Tour en 2013, Nairo Quintana llegó como gregario de Alejandro Valverde y debido al desfallecimiento del líder de Movistar, fue promovido y respaldado en carrera para asumir el mando del equipo, y fue subcampeón, campeón de montaña y ganó su primera y hasta ahora única etapa, el 20 de julio. Recuerdo que me sorprendió en junio que nadie en la prensa especializada francesa lo había considerado. En ese momento tenía 23 años y fue además campeón de los jóvenes, pero a diferencia de Egan Bernal, contaba con la experiencia de haber disputado su primera carrera de tres semanas, la Vuelta a España en 2012, donde demostró su explosividad como escalador.

A propósito, el escalador francés Warren Barguil (gran sorpresa y campeón de montaña del Tour-2017) ha dicho que Egan Bernal será la revelación del Tour. El novato larga con un favoritismo en las casas de apuestas de 40/1 a ganador y de 11/10 como el mejor de los jóvenes.

Hasta hoy, la historia registra que el corredor más joven en ganar el Tour de Francia fue el belga Romain Maes en su segunda participación en 1935, a los 21 años y 344 días. Y el novato que lo consiguió tiene una relación especial con Colombia; el italiano Felice Gimondi, campeón del Tour a los 22 años y 289 días, el 14 de Julio de 1965 (día nacional de Francia), apenas un mes después de haber terminado tercero en el Giro d’Italia.

El embalador Fernando Gaviria buscará ser el líder del Tour en la primera etapa.

Igual que Egan Bernal, Gimondi, quien llevó en 1973 a su equipo Bianchi Campagnolo al ciclista más completo que ha surgido en Colombia hasta hoy, Martín Emilio Cochise Rodríguez, fue un portento en sus inicios, es uno de los siete que ganó las tres Grandes Vueltas y fue además Campeón Mundial de ruta. Un antecedente de buen augurio.

Colombia Total: en plano y montaña

El ciclismo moderno de alto ritmo en el llano y la montaña, estructurado como un trabajo de equipo, no le ha permitido a los ciclistas colombianos conseguir las diferencias necesarias para ganar el Tour. Pero cada vez se está más cerca y 4 podios y 3 subcampeonatos, el último el año anterior a 54” del título con Rigoberto Urán, son un avance notable, que además se extiende a todos los terrenos.

Sin embargo, debido a su biotipo distinto al de ciclistas rodadores y especialistas a cronómetro, hoy es aún más necesario para los escaladores y sus técnicos trabajar las tácticas para compensar pérdidas controlables; es decir, neutralizar las debilidades ganando mayor tiempo en la montaña y reduciendo diferencias en las etapas a cronómetro donde en promedio los “escarabajos” pierden en promedio 3-4″ por km, y esos minutos siempre han sido definitivos para el campeón Froome. Rigoberto Urán (1,73 ms de estatura y 61 kilos) es el que mejor se desempeña, pero Nairo, que morfológicamente es menudo y liviano (1,67 ms y 58 kilos) aún tiene que mejorar mucho.

Ya no se busca el título de montaña y victorias de etapa ( tres desde 2013 con Nairo Quintana, Jarlinson Pantano y Rigoberto Urán), sino una lucha firme por la única Gran Vuelta que se le ha escapado a los escarabajos y a su biotipo diferente desde 1975. Pero en 2018 las diferencias deberían ser menores y los ataques más continuos y en ellos las piernas de seis ciclistas, tres veteranos y tres debutantes, tendrán nuevamente papel protagónico para cambiar la historia, y desde el inicio.

Fernando Gaviria (23 años), sprinter estelar del equipo belga Quick Step, aspira a ganar varios embalajes y podría hacer historia y vestirse de amarillo desde el comienzo el sábado y conservar la camiseta por varios días con el respaldo de su escuadra. Es un velocista temido y curtido, que fue líder del Giro el año pasado, ganó 4 etapas y triunfó en la clasificación por puntos. Ha dicho que ya es hora de que un colombiano vuelva a conseguir la emblemática camiseta de líder que en 2003 mantuvo por tres días Víctor Hugo Peña luego de pasar primero en la 4ª etapa, una contra reloj por equipos ganada por la escuadra US Postal de Lance Amstrong.

En su debut en el Tour, el antioqueño enfrentará a los mejores embaladores del circuito, encabezados por el triple campeón mundial de ruta y quíntuple campeón de los puntos del Tour (2012-16), el eslovaco Peter Sagan, quien llega con ansias de revancha y por la camiseta verde, luego de que fue descalificado el año anterior por un cierre a Mark Cavendish, quien abandonó luego la prueba. Sagan encabeza las apuestas para victoria de etapa 1/5, mientras que Gaviria es el segundo favorito 4/9.

El veterano Cavendish busca a los 33 años romper el record de victorias de etapa del belga Eddy Merckx (35). El velocista británico, oriundo de la Isla de Man, es profesional desde 2005 y ha ganado en 30 ocasiones, las últimas cuatro de ellas en el Tour-2016. Aunque su declive ha comenzado, su ambición no.

Además habrá que tener en cuenta a los alemanes Marcel Kittel y Andre Greippel, al noruego Alexander Kristoff y al francés Arnaud Démare, entre otras figuras de esta pléyade de lujo que ofrecerá espectaculares embalajes antes de llegar a los Alpes. En total, los sprinters tendrán 9 etapas para lucirse, los escaladores seis.

La montaña, terreno predilecto de los “escarabajos”, permitirá brillar a los otros cinco representantes: Nairo, “Rigo”, Darwin Atapuma, a quien se le escapó el triunfo el 20 de julio el año anterior en el último kilómetro de la etapa 18, y los debutantes Daniel Martínez y Egan Bernal. Aunque los tres últimos son gregarios, pueden tener más libertad para buscar la victoria que los pretendientes al título.

Y para aumentar las posibilidades colombianas, la contra reloj individidual sobre 31 kms de la penúltima etapa el sábado 28 de julio entre Saint-Pée-sur-Nivelle y Espelette, no es plano sino de repechos, con una escalada de 900 metros al Col de Pinodieta (10,2% de pendiente), a tres kms de la meta. Es una etapa más apta para un ciclista potente y completo, con condiciones de escalador, al estilo de Rigo o Egan.

La realidad es que sin ser triunfalistas y con una mirada objetiva, los ciclistas colombianos van a ganar más etapas que nunca en el Tour de Francia –tanto en el plano como en la montaña- y superar aquel glorioso 1985 en que Luis Herrera (2) y Fabio Parra ganaron tres fracciones montañosas con un histórico 1-2 el 10 de julio en Lans-en-Vercors, cuando Parra triunfó en una monstruosa etapa en los Alpes sobre 269 kms después de 8 horas y 25 minutos de pedaleo! Inolvidable e irrepetible porque hoy las etapas de montaña del Tour apenas sobrepasan los 200 kms.

Después de semejante esfuerzo, la organización había incluido al día siguiente una contra reloj de 31 kms en Villars de Lans. En el Tour 2018 se repite la historia y tras la etapa reina de montaña del viernes 27 de julio en los pirineos, entre Lourdes y Laruns sobre 200 kilómetros y con cuatro cimas de primer nivel, que incluyen el Col d’Aspin, el Tourmalet y el Col d’Aubisque, está la contra reloj individual.

Y para aportar más emoción y novedad, el organizador del Tour, Amaury Sports (ASO), incluyó una inédita etapa de alta montaña de apenas 65 kms el miércoles 25 de julio desde Bagneres-de-Luchon hasta el Col de Portet (segundo día en los Pirineos) que se largará según las diferencias de los ciclistas en la clasificación general!

In conclusion, the 2018 Tour is diverse and atypical, both sporting and technically. There are conditions and favorable factors that allow you to dream cautiously with the yellow shirt, stage wins and even more. But first our six cyclists will have to overcome the first nine stages and more than 1,567 kilometers – 47% of the route – after which the fate of some favorites may have been defined.

 

Tomado de Mi Rincón (www.blog.rincondecata .com).

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