2021

0
319

Bogotá, D.C., enero 16 de 2020. Escrito por Jaime Honorio González. @JaimeHonorio Hacía tiempo que tanta gente no esperaba con desbordadas ansias un final de año. De pronto, por allá a mediados del siglo XIV, cuando la peste negra, el coronavirus de la época, atacó al planeta y se llevó por delante entre 50 y 200 millones de personas, dicen algunos textos.

En 2020, el covid mató a casi 2 millones de seres humanos. No nos importa. Somos una especie bastante particular: Sabemos, por ejemplo, que vamos a morir si no nos cuidamos, y no nos cuidamos.
Sabemos que vamos a contagiarnos -y después a morirnos- si salimos desaforados a fiestas clandestinas. Y vamos a fiestas clandestinas.

En este continente supimos con anticipación cada una de las cosas que nos están pasando, pues todo comenzó en China y luego fue el resto de Asia y luego Europa, donde primero se contagiaron y luego se murieron. Y no previnimos nada.

Y la prueba reina de la idiotez humana: Si no se cuidan va a haber segunda ola, que podría resultar más agresiva y con más muertos. Efectivo, no nos cuidamos y está resultando más agresiva y con más muertos. En Estados Unidos completaron 42.746 fallecidos en los primeros 14 días de este esperado año, 127 por hora, 2 personas por minuto. Terrible.

En el mismo lapso, Colombia sumó 4.278 muertes por covid, 12,7 víctimas fatales por hora. Un colombiano menos cada 5 minutos.Terrible.

Pero terminamos acostumbrándonos a los muertos diarios. Y aquí sí que somos buenos para eso. Porque entre muertos hemos nacido, crecido y vivido.

Todos pensando que todo iba a ser diferente, planeando el regreso de los niños a los colegios, las celebraciones pendientes, el reinicio de los emprendimientos, el encuentro del trabajo buscado, el arranque del proyecto aplazado, la pareja deseada, la vacuna necesitada, en fin, el año del desquite por los largos nueve meses que nos robaron. Pero no.

No será así y eso que apenas van 15 días: Unos locos se tomaron por asalto el Capitolio en Washington, instigados por uno más loco que ellos y aplaudidos hasta por los locos de acá.

Y mientras tanto, asistimos a la nueva guerra que no es por tierra o petróleo o etnia o plata. La nueva guerra es por las vacunas y aunque nos sentamos en primera fila para ver el espectáculo, estamos de últimos para poder vacunarnos. O entre los últimos, para que no me griten ¡fatalista!

Nuestro pequeño país se dejó tomar mucha ventaja. Que no las compraron a tiempo, que sí compramos pero que se demoran; que son unos ineptos, que tomamos decisiones amparadas en el rigor de la ciencia; que México se alista para la segunda ola de vacunación,
que arrancamos en febrero; que nos estamos muriendo, que dejen de hacer política con las vacunas.

Desde hace una semana nos estamos muriendo de a 350 diarios, un número ahí, una cifra más, un datico para el programa de las 6, ese sí va bien, divinamente, cada vez más compenetrado con los televidentes, cada vez más necesario para informar sobre la pandemia, y de paso metamos logros del gobierno, que a veces no nos alcanza la hora para contarlos. Deberían hacer un especial de dos horas. O de tres.

Mejor dicho, ya entrados en gastos, ¿por qué no hacen transmisión 24 horas de las actividades del Gobierno? Como en Ed Show, como en una especie de Gran Hermano, como en un reality de esos que fueron sensación en la década pasada, al fin y al cabo ya tenemos la casa-estudio y el jaidervilla que sabemos que ganará, no el más histriónico pero sí el favorito del público, elegido para guiar un país entero pero gobernando sólo para sus huestes, arrasando en elecciones hace casi 3 años y ahora el más impopular del siglo, cosa que era bien difícil. Éste es un gobierno que lo logra todo.

2021 confirmó lo que sabíamos y -al mismo tiempo- ignoramos: Que habrá vacunas pero que Colombia, mi país, no estará dentro de los primeros. Y nos estamos muriendo a buen paso. El jueves fueron 367.

La OMS advirtió que un 95 por ciento de las vacunas fueron aplicadas en sólo 10 países pero no dijo en cuáles, aunque el portal Our World in Data los revela: Alemania, Canadá, China, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Israel, Italia, Reino Unido y Rusia. El 95 por
ciento, o sea, casi todas. Y nosotros no hemos ni empezado. ¡Carajo!

Sí, estamos sanos pero -a este paso- pronto enfermaremos. Estamos vivos aunque -a este ritmo- pronto seremos cifra. En todo caso, no seremos los únicos: Van a morir 90 mil estadounidenses en las próximas 3 semanas; España batió su récord de contagios en un día:
40.197; ya hablan de la tercera ola; y van 600 mil turcos vacunados en dos días.

Y aquí nada.

No vayan a empezar que ave de mal agüero y que hay que ser optimistas y que sólo veo el vaso medio vacío y que periodista fletado y todas esas maravillas idiomáticas que se saben algunos por ahí cuando el argumento se los lleva por delante: la vacuna está bien demorada y nos estamos muriendo de a 350 diarios.

Y lo peor, ya nos acostumbramos.

 

Tomado del portal 2palabras.co