Por NESTOR IKEDA
WASHINGTON — El presidente Barack Obama se reunirá en lo que queda de junio con los presidentes Alvaro Uribe, de Colombia; Michelle Bachelet, de Chile, en la continuación de un acercamiento hacia la región que tuvo también otro episodio el viernes, en un diálogo del canciller ecuatoriano con la secretaria de Estado.
La Casa Blanca anunció que Obama recibirá a Bachelet el martes 23 de junio y a Uribe el lunes 29 siguiente. Esta será la segunda y tercera entrevistas de Obama, respectivamente, con gobernantes latinoamericanos en su oficina desde que asumió el cargo hace menos de cinco meses. Su primer visitante fue Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil.
Bachelet hablará con Obama de «temas de preocupación e interés mutuo, incluyendo la energía renovable, el cambio climático y maneras de promover el desarrollo económico y la seguridad en la región», informó la Casa Blanca.
Al confirmar también que Obama se reunirá con Uribe, la Casa Blanca añadió que «Colombia es un aliado estrecho de Estados Unidos y el presidente desea discutir de una amplia gama de temas bilaterales y hemisféricos, entre ellos maneras de intensificar nuestra cooperación para aumentar la seguridad y el desarrollo en Colombia y en toda América».
Agregó que Obama deseaba igualmente «dialogar con el presidente Uribe sobre nuestra cooperación económica, incluyendo el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia, y la consolidación de la seguridad en Colombia a largo plazo y de manera institucional mediante la gobernabilidad eficaz, así como otras maneras de fortalecer nuestra relación bilateral».
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo al empezar su reunión con el canciller ecuatoriano Fander Falconí que deseaba «buscar vías para crear una relación más constructiva y productiva» entre los dos países, cuyos presidentes ya se entrevistaron en Trinidad y Tobago en abril con ocasión de la Cumbre de las Américas.
Falconí dijo que los gobiernos de Obama y Rafael Correa tenían «una agenda bilateral en proceso de consolidación» y que, como ya lo dijo Correa, deberá basarse en «la conveniencia mutua y el diálogo».
Al concluir el encuentro, Falconí declaró a reporteros que fue una reunión de trabajo «fructífera y productiva».
«Hemos planteado con claridad nuestras expectativas como país, los puntos de interés en la relación bilateral con Estados Unidos y hemos señalado que estos puntos recaen fundamentalmente en generar un diálogo constructivo bilateral que nos permita proyectarnos a los dos países en una relación marcada bajo los principios de la autodeterminación y la soberanía».
Indicó que habló también de la construcción de un acuerdo comercial para el desarrollo y que le entregó una carta a Clinton con «las expectativas ecuatorianas» en cuanto a ese tratado.
Falconí y sus acompañantes, entre ellos el coordinador de la seguridad interior y exterior de Ecuador, Miguel Carvajal, sostuvieron reuniones también con miembros del Congreso y del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
