BOGOTA (AP) — El canciller de Brasil Celso Amorim aseguró que aunque su país no participa de ninguna negociación para un canje humanitario en Colombia, mantiene su disposición de cooperar con Bogotá y que una eventual incursión de las FARC a su país tendría «cero» tolerancia, según una entrevista divulgada el lunes en el diario El Tiempo.
Amorim realizó hace una semana una visita a este país.
Amorim se refirió además a la reciente decisión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) de derogar la resolución que suspendió en los 60 a Cuba del seno de la comunidad interamericana, así como a «lo positivo» que tiene el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien no divide «al mundo entre buenos y malos».
Brasil, quien en el pasado ha tenido un discreto pero efectivo papel en los procesos de liberación de secuestrados en poder de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), «no» adelanta ningún proceso para facilitar un canje o intercambio humanitario, es decir, de liberación de rehenes a cambio de guerrilleros en prisión, dijo Amorim al diario.
«Pero si surge la oportunidad…en una operación puramente humanitaria, lo haríamos, como ya lo hemos hecho», agregó el canciller. A comienzos de año, Brasil prestó a Colombia dos helicópteros militares con sus respectivas tripulaciones para recoger en zonas de las selvas colombianas a retenidos dejados en libertad por las FARC.
Y al ser consultado si una eventual incursión de esa guerrillera en territorio brasileño recibiría cero tolerancia, Amorim respondió tajante: «cero. Desde siempre» ha sido la postura brasileña.
El ministro dijo también que en la decisión tomada a comienzos de mes por la OEA de revocar la resolución que suspendió a Cuba en 1962 de la Organización, «a Cuba no le podíamos imponer ningún tipo de condicionalidad porque eso habría significado un nuevo juicio contra su gobierno» y destacó que en los años en que La Habana fue retirada de la comunidad interamericana, países como Brasil, entre otros, estaban bajo dictaduras militares.
«Cuando se aprobó la resolución que excluía a Cuba de la OEA era la época de los Stroessners (en Paraguay), de los Trujillos (en República Dominicana), de los Papa Docs» en Haití, dijo Amorim. «Entonces ello, (la suspensión de Cuba) nada tuvo que ver con las democracias, sino exclusivamente con el conflicto Este-Oste», dijo.
Amorim, al ser preguntado sobre si esperaba un viraje de las relaciones de Latinoamérica con Washington bajo el gobierno de Obama, indicó que el mandatario estadounidense tiene «tal vez una mayor comprensión sobre las aspiraciones de cambio en la región».
Obama «tiene algo muy positivo, que alguna vez no fue común entre los políticos norteamericanos, que es no dividir el mundo entre buenos y malos, entre amigos y enemigos».