Por TINI TRAN
BEIJING — Un agricultor hirió a martillazos a cinco alumnos de un jardín de infantes y después se inmoló en llamas el viernes, en el tercer ataque similar en otros tantos días. El gobierno demandó una mayor seguridad en las escuelas de toda la nación.
Wang Yonglai derribó con una motocicleta el portón de entrada de la escuela primaria de Shangzhuang en la ciudad oriental de Weifang y apartó a una maestra que trató de impedir que lastimara a los niños, dijo la agencia noticiosa oficial Xinhua.
El agresor asió a dos niños antes de verterse gasolina sobre el cuerpo y prenderse fuego. Las maestras pudieron rescatar a los pequeños, pero Wang murió. Ninguno de los cinco heridos corre peligro mortal, dijo la agencia.
El ataque fue confirmado por un empleado en la oficina de información de Seguridad Pública en Weifang. El motivo del ataque no estaba en claro por el momento. Xinhua sólo lo describió como un agricultor local.
La prensa estatal ignoró o minimizó el ataque, quizás para desalentar imitaciones, como algunos expertos han sugerido, o para evitar empañar la inauguración de la Exposición Mundial en Shangai, un motivo de orgullo para el gobierno comunista.
La mayoría de los ataques a escuelas se ha atribuido a personas con rencores personales o enfermedades mentales, lo que se considera un problema creciente debido a los sentimientos de injusticia social y alienación en un país sometido a rápidos cambios.
El gobierno envió una orden urgente a las escuelas el viernes para que refuercen la seguridad.
En la capital, la Comisión de Educación de Beijing despachó unidades policiales para patrullar jardines de infantes y escuelas primarias y secundarias a partir del martes, el primer día de clases después del feriado del Primero de Mayo. La policía estará al comienzo y el final de las clases.
(AP)
