Por NESTOR IKEDA
SAN PEDRO SULA, Honduras — La intolerancia de algunos países a palabras como «democracia» y «autodeterminación» en una resolución para permitir el regreso de Cuba a la OEA ha frustrado horas de trabajo de una decena de cancilleres americanos en busca de un consenso.
Los ministros, aunque sin entusiasmo, volverán a reunirse el miércoles y uno de ellos, el canciller brasileño Celso Amorim, dijo que «sólo un milagro» produciría un acuerdo.
El subsecretario de Estado estadounidense Thomas A. Shannon consideró que el esfuerzo del miércoles sería prácticamente inútil.
Un primer intento el martes temprano con presencia de la secretaria de Estado Hillary Clinton había también fracasado.
Shannon señaló directamente a los países del ALBA como los intolerantes a esas palabras que, según Amorim, no eran restricciones para Cuba sino que estaban mencionadas en la parte preliminar del proyecto como lo están en convenciones firmadas por todos en la OEA.
El proyecto había sido negociado durante casi 12 horas por cancilleres reunidos en un grupo de trabajo, bajo propuesta hecha por Brasil en la primera sesión plenaria de la 39na Asamblea General de la OEA, en San Pedro Sula.
Si el miércoles no hay acuerdo, el intento de retornar a Cuba a la OEA podría morir allí. Hay quienes dicen, sin embargo, que los ministros emitirían una declaración de compromiso para retomar el tema en el futuro.
Clinton proponía que no se tome ninguna decisión.
Todo el intento lo estaban haciendo los ministros americanos pese a que Cuba ha dicho que no tiene interés en volver.
Amorim dijo sin embargo que el debate había «creado conciencia» sobre la necesidad de anular la resolución de 1962 a la que consideraba como «un cadáver insepulto».
Además de Brasil y Estados Unidos integran el grupo Canadá, Argentina, Venezuela, Belice, Jamaica, Nicaragua, México y Honduras.