BOGOTA (AP) — El gobierno descartó el viernes que el ciudadano ecuatoriano Franklin Aisalla fuera muerto a golpes por militares colombianos durante el operativo de marzo del 2008 contra un campamento de las FARC en territorio fronterizo de Ecuador.
«El señor Franklin Aisalla murió como consecuencia de elementos explosivos en el operativo contra el campamento» insurgente, dijo la cancillería colombiana en un breve comunicado de tres puntos.
A comienzos de este mes el gobierno ecuatoriano demandó a Colombia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Washington, considerando que la muerte de Aisalla, de 38 años, fue una ejecución extrajudicial y acusó a Bogotá de haber violado el derecho a la vida y las garantías judiciales.
Aisalla murió junto a otras 24 personas, entre ellas Raúl Reyes, uno de los siete jefes de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.
Ecuador sostiene en base a sus fuentes forenses que Aisalla, cuyo cadáver fue entregado a Quito, sobrevivió al bombardeo del 1 de marzo y que falleció a consecuencia de golpes en la cabeza y no por acción de las bombas.
Pero la cancillería indicó en la jornada, citando el informe de la necropsia hecha en Colombia, que la causa de la muerte fue «lesiones por elementos explosivos y penetrantes que comprometieron severamente el cráneo, las estructuras encefálicas y vísceras tóracoabdominales».
«Estos hallazgos (de la necropsia) no dan cabida a otro tipo de interpretación», aseguró el Ministerio del Exterior en su comunicado divulgado en un correo electrónico.