Por JENNA FRYER
INDIANAPOLIS — Jimmie Johnson se aprovechó el domingo de la penalización por velocidad excesiva más cara de la historia de la NASCAR, al ganar en el circuito de Indianápolis cuando el colombiano Juan Pablo Montoya fue sancionado y perdió una ventaja amplia.
En una actuación similar a su victoria en las 500 Millas de Indianápolis hace nueve años, Montoya controlaba la carrera tras encabezarla por 116 vueltas y acumular una ventaja de cinco segundos sobre sus competidores. Entonces la NASCAR lo sancionó por ir muy rápido en una parada de rutina en los pits cuando faltaban 35 vueltas.
El colombiano perdió la cabeza.
«¡Juro por mis hijos y mi esposa que no estaba yendo muy rápido!», gritó Montoya por la radio. «¡No puede ser! Gracias, NASCAR, por arruinarme el día».
El jefe del equipo, Brian Pattie, le imploró a su conductor que se calmara y tratará de salvar el buen puntaje, pero no lo logró.
«¡No me digas que me calme, hombre!», gritó Montoya. «Ya lo teníamos en la bolsa».
Así era, hasta que la sanción lo dejó fuera de la pelea y lo relegó a finalizar en el 11mo puesto.
Montoya, que se colocó en el sexto lugar de la Copa Sprint al estar al frente de la carrera, al final perdió un puesto y está décimo en la competencia por el título. También perdió mucho dinero en premios: Johnson se llevó 448.001 dólares por la victoria y Montoya se quedó con 224.048 dólares.
Su actuación fue tan buena como la de 2000, cuando lideró 167 de las 200 vueltas en su debut en el histórico circuito.
«Iba súper rápido», dijo Montoya, más calmado, tras la carrera.
Demasiado rápido, señaló la NASCAR, que aseguró que su sistema de cronometraje electrónico detectó que Montoya superó dos veces el límite cuando iba por la calle de los pits.
«No hay nada equivocado que demostrar», dijo el vicepresidente de competencias, Robin Pemberton. «Es uno de los cálculos más simples que se pueden hacer».
Agencia AP.