Conservadores critican a Obama por apoyar a Zelaya

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Por NESTOR IKEDA

WASHINGTON — El Departamento de Estado ha calificado la destitución del presidente Manuel Zelaya como un «golpe de estado», con lo cual Honduras ha quedado expuesta a una serie de sanciones estadounidenses e internacionales, en la continuación de una política sin precedentes del presidente Barack Obama que estaba siendo, sin embargo, criticado por sectores conservadores.

Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo el miércoles que la calificación ha sido impuesta por Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton.

Coincidentemente, el Pentágono anunció que ha «pospuesto» sus operaciones militares conjuntas con Honduras. El portavoz Bryan Whitman no fue específico, pero la suspensión podría afectar la vieja cooperación militar bilateral que incluye operaciones de efectivos estadounidenses en la base hondureña de Soto Cano.

Igualmente, con esa calificación, la Corporación Cuenta del Milenio ha quedado en libertad de restringir las entregas de un fondo de hasta 215 millones de dólares en donaciones a Honduras. El Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo ya han informado que estaban reteniendo la entrega de créditos y otras transacciones al país centroamericano por un total global de otros 470 millones de dólares.

La congresista republicana Ileana Ros-lehtinen expresó su «creciente preocupación» por la política de Obama de apoyar en la crisis hondureña a Zelaya, a quien la legisladora consideró como allegado al populismo del presidente Hugo Chávez. Pero el canciller boliviano David Choquehuanca elogió más bien «la firmeza» de la posición estadounidense que, según indicó, se daba por primera vez en décadas en este tipo de acontecimiento.

«Con relación a Honduras, Estados Unidos tiene una posición clara hoy en día», declaró Choquehuanca, participante en la asamblea general de cancilleres de la OEA que dio al gobierno hondureño del presidente Roberto Micheletti, instaurado luego del golpe, un plazo de 72 horas para que restituya a Zelaya sus funciones presidenciales.

Choquehuanca dijo que en la pasada cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, Obama tuvo también una posición similar al condenar los hechos de violencia en la ciudad boliviana de Santa Cruz, donde «grupos terroristas» pretendían atentar contra la vida del presidente Evo Morales, conocido también por su cercanía a Chávez.

El canciller ecuatoriano Fander Falconí, otro participante en la reunión ministerial, dijo que no sólo Estados Unidos rechazaba el golpe militar sino toda la comunidad internacional.

«Yo creo que, en general, si uno analiza todo lo ocurrido en el concierto internacional, hay una unanimidad en rechazar un golpe de estado, de pedir una restitución de un gobierno elegido en términos legítimamente democráticos y de plantear un rechazo a una época oscura que vivió América Latina», dijo Falconí a la AP.

«Creo que ésa es la gran lección de todos los procesos y mecanismos de concertación que observamos desde el golpe (el domingo)», agregó.

Pero Ros-Lehtinen, congresista de la Florida, dijo en una carta a Obama que había «numerosos informes encontrados sobre los eventos que han ocurrido en Honduras en los últimos días».

«Los hechos están en disputa», declaró. «Pero, no se ha visto un aparente intento de Estados Unidos de discernir la verdad sobre el estado del orden democrático y constitucional en ese país centroamericano antes de llegar a conclusiones sumarias y emitir condenas basadas en información fragmentada».

Dijo que Zelaya empezó la crisis hace más de tres meses cuando por decreto ejecutivo convocó una consulta para extender su término presidencial, pese a las «claras limitaciones» de la constitución hondureña sobre los periodos presidenciales y parámetros para un referéndum.

Aún así, indicó, «Estados Unidos pareció abrazar incondicionalmente los planes de Zelaya».

El grupo Freedom Watch dijo a través de su presidente Larry Klayman que Obama se preocupaba de denunciar el derrocamiento del «presidente comunista-socialista de Honduras» pero prácticamente negaba todo apoyo «a los combatientes iraníes de la libertad».

El alto funcionario del Departamento de Estado, que habló con reporteros bajo condición de no ser identificado porque iba a proporcionar antecedentes solamente, dijo que Obama y Clilnton «han considerado los acontecimientos en Honduras como un golpe».

Si Micheletti no restituye a Zelaya a la presidencia, Honduras será suspendida de la OEA al concluir el viernes. Zelaya ha dicho que se disponía a viajar a Honduras el sábado o domingo siguientes, pese a que las nuevas autoridades hondureñas han dicho que será arrestado.

En Tegucigalpa, el canciller Enrique Ortez afirmó en entrevista con la radio HRN que el clima político de Honduras está «mejorando enormemente».

«Las cosas están completamente claras, el país sigue adelante, hay tranquilidad, respeto a las leyes, libre expresión del pensamiento y al mismo tiempo 72 horas para platicar decentemente y que lo traten con el respeto debido porque nadie puede ser juzgado sin ser oído», dijo.

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