Washington, Estados Unidos | viernes 24 – Una corte federal de Estados Unidos autorizó a confiscar acciones de la estatal venezolana Citgo, que se venderán para resarcir en 1.200 millones de dólares a una minera canadiense, a menos que Caracas pague una fianza.
La decisión es un nuevo golpe a la agobiada Venezuela, que depende de los ingresos de la petrolera estatal PDVSA, que incluye a Citgo, para solventar el funcionamiento de la economía.
En una orden librada el jueves, el juez Leonard Stark, de la corte federal en Delaware, dijo que a pesar de la apelación hecha por Venezuela, «si PDVSA desea evitar la ejecución» de la venta de acciones, deberá pagar una fianza.
No obstante, las acciones no serán vendidas hasta que la corte emita una orden separada para hacerlo, según documentos judiciales conocidos este jueves.
El caso data de 2011 cuando el presidente Hugo Chávez estatizó una mina que había sido otorgada en concesión a la canadiense Crystallex pero no pagó la indemnización acordada tras un arbitraje.
El juez rechazó la semana pasada el argumento de PDVSA de que es una entidad diferente del gobierno de Venezuela y que en consecuencia no debería ser responsabilizada. El magistrado sostuvo en cambio que PDVSA es un «alter ego» del gobierno.
Este caso suma otra adversidad para el gobierno del presidente izquierdista Nicolás Maduro, ya asediado por el colapso de la otrora próspera nación petrolera, ahora en default.
Miles de venezolanos abandonan diariamente del país, la desnutrición y la escasez de medicinas son comunes y el Fondo Monetario Internacional dijo que la inflación podría superar el 1.000.000% este año.
Este fallo judicial podría abrir la puerta para que otros acreedores consigan cobrarse las deudas de Venezuela, que junto con PDVSA ha sido declarada en default parcial por varias calificadoras de riesgo debido a retrasos en los pagos de bonos de deuda.
PDVSA, considerada la joya de la corona de la economía venezolana, ha reducido la producción de crudo a su nivel más bajo en 30 años, en medio de deudas, acusaciones de corrupción y falta de inversión.
La pérdida de Citgo, que cuenta con refinerías y una red de gasolineras en Estados Unidos, implicaría para Caracas perder una de las pocas fuentes ingresos que le quedan.
Citgo ya está en serio riesgo por cuanto el 50% de sus acciones garantizan un préstamo de 1.500 millones de dólares de la petrolera rusa Rosneft y el resto respalda bonos de deuda.
En una carta a la corte, abogados de Rosneft dijeron que las acciones de Citgo en poder de PVDSA están «100% hipotecadas».
Los bonos de PDVSA son el 30% de la deuda externa de Venezuela que se estima en 150.000 millones de dólares.
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