Desalojan a manifestantes frente a embajada de Brasil en Honduras

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Por MARCOS ALEMAN

TEGUCIGALPA — El gobierno de facto desalojó el martes a miles de manifestantes que permanecían frente a la embajada de Brasil en Tegucigalpa para apoyar al depuesto presidente Manuel Zelaya, quien se ha refugiado en la sede diplomática.

Policías y soldados encapuchados mantienen un anillo de seguridad en un perímetro de un kilómetro alrededor de la embajada brasileña.

El vocero policial Daniel Molina dijo a la AP que fueron detenidos «unos 100 simpatizantes de Zelaya a los que identificamos para encausarlos por provocar disturbios callejeros». Dijo que los zelayistas saquearon cuatro restaurantes cercanos y un supermercado.

Antonio López, vigilante de una residencia cercana a la embajada brasileña dijo que «los policías, con sus rostros cubiertos, les arrojaron gases lacrimógenos y entraron con todo. Y les dio palos a los manifestantes, que salieron corriendo», agregó.

«Esto parece una zona de guerra o un gran basurero con bolsas plásticas y desperdicios, todo está destruido», señaló. En la calle quedaron decenas de motocicletas abandonadas, así como numerosos autobuses y automóviles con los vidrios quebrados.

El portavoz de la Secretaría de Seguridad, comisario Orlin Cerrato dijo a la AP que «la zona está bajo el control de las autoridades».

Agregó que el desalojo se realizó luego que los zelayistas retuvieron una patrulla policial en las cercanías durante dos horas y la incendiaron.

«Estamos dispuestos a aplicar los niveles necesarios de fuerza», afirmó Cerrato.

El gobierno decretó la víspera un toque de queda por 26 horas, que concluye a las 6 de la tarde del martes y el cual fue desafiado por los seguidores del mandatario derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio.

«Si los manifestantes continúan con sus desórdenes, se podría establecer un estado de sitio en Honduras», afirmó el ministro de Defensa de facto, Alfredo Lionel Sevilla, a la cadena local de radio HRN.

El encargado de negocios de la embajada brasileña en Tegucigalpa, Francisco Catunda Resende, informó a la cancillería de su país que le cortaron los servicios de agua, teléfono y electricidad y que actualmente están usando un generador a base de diesel, de acuerdo a un portavoz del ministerio de relaciones Exteriores que, por política no suministró su nombre.

Agregó que la embajada contactó a su homóloga de estados Unidos para pedir diesel y seguridad, en caso de que sea necesario.

Dijo que unas 70 personas permenacen dentro de la embajada junto a Zelaya.

Un fotógrafo de AP que está dentro de la sede diplomática dijo que miembros de policía y el ejército entraron a una casa contigua a la embajada y caminaron por el techo de la misma, lo que causó temor entre los inquilinos.

Zelaya ha hablado por teléfono con el presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, que le pidió el martes no dar pretexto a los golpistas para invadir la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, le ha pedido al gobierno de Brasil que entregue al líder depuesto para someterlo a la justicia.

Lula afirmó que al permitir que Zelaya ingresara a su embajada, Brasil sólo hizo lo que cualquier país democrático haría.

El régimen interino suspendió de manera indefinida los vuelos locales e internacionales en los cuatro aeropuertos de Honduras por «motivos de seguridad».

La embajada de Brasil en esta capital podría ser allanada por proteger a Zelaya, dijo a periodistas el asesor de la cancillería de facto, Mario Fortín.

«La inviolabilidad de una sede diplomática no implica la protección de delincuentes o prófugos de la justicia», subrayó. «La acción judicial se podría realizar porque Zelaya no ha sido invitado ni ha pedido asilo político a Brasil».

Agencia AP.

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