NUEVA YORK — Desde que estalló la crisis económica, los diseñadores han ofrecido trajes con toques de rudeza: sandalias de gladiador, hombreras al estilo de la década de 1980, cueros tipo «roquero».
Pero si antes, las casas de moda querían preparar al público para la batalla, ahora parecen ofrecerle un abrazo en sus colecciones primavera 2010.
Trajes más suaves y sencillos dominaron el sábado el tercer día de la Semana de la Moda. Si las prendas no llegaban a ser cómodas, al menos sí fueron menos parecidas a una armadura de guerra.
La propuesta de colores crema y «beiges» de Adam sólo fue energizada con un poco de discos de bronce y conchas marinas, mientras que Lacoste presentó una colección sencilla, fresca y con trajes listos para ser usados luego de un día de playa. Christophe Lemaire, el creativo detrás de la colección, se inspiró en las fotografías de los años 20 de Jacques-Henri Lartigue, quien retrató a una generación para quien «la vida era simple, deportiva y elegante».
La mayoría de los estilos presentados por Lacoste tenía cortes largos y delgados incluyendo las camisas tipo polo, pero por la pasarela pasó una franelita blanca adorable que bien podría usarse tanto en una cancha de tenis como en un cóctel.
En la Semana de la Moda también se han visto combinaciones que reflejan vitalidad y optimismo, y que podrían indicar un cambio aún mayor de actitud. Lacoste, por ejemplo, finalizó su presentación con un amarillo brillante como el sol y Georges Chakra exhibió algunos vestidos con colores dulces, como el rosado.
Resaltar las caderas parece ser otra tendencia en esta edición de la Semana de la Moda. Cynthia Rowley mostró un par de «tops» de peplo que salían de las caderas, combinados con unos pantaloncillos cortos de noche abombados y pantalones sedosos, con mucha tela.
También se presentaron prendas con estampados de flores poco convencionales, como si éstas se hubiesen quedado atrapadas bajo la lluvia.
Por su parte, la diseñadora Erin Wasson, quien fue modelo, apostó por complacer a las mujeres altas y delgadas. Presentó una línea de franelas acompañadas de vaqueros con espacios sin tela a los lados, vestidos de franela y minifaldas pegadas. Casi todo parecía abrazarse al cuerpo y dejar al desnudo gran parte de las piernas.
Sin embargo, ese tono alegre no estuvo tan presente en las carpas de Mercedes-Benz en esta Semana de la Moda, donde la audiencia vistió en su mayoría de negro, con sandalias de gladiador o botas con tachones. El público no parece estar preparado del todo para abandonar su traje de guerra.