Londres 15 de octubre .- Escrito Por Juan Carlos Rincón.- El joven ecuatoriano de 23 años, Jhonatan Narváez, ganó bajo la lluvia la etapa 12 del Giro d’Italia disputada sobre un trazado semi-montañoso que concluyó en Cesenatico, la cuna del gran campeón italiano Marco Pantani.
Es la primera victoria en una Gran Vuelta del prospecto de la escuadra británica Ineos-Grenadiers y la tercera del conjunto que lidera la clasificación por equipos. Narváez, quien disputa por segunda ocasión el Giro, se benefició del pinchazo de su compañero de escapada, el ucraniano Mark Padun del equipo Bahrain-McLaren a 24 kilómetros de la meta, y cruzó victorioso en solitario. Es además el segundo triunfo de un ciclista ecuatoriano en el Giro 2020 luego de la tercera etapa en que venció el otro Jonathan, Caicedo, del equipo Education First (EF).
La clasificación de los favoritos no sufrió mayores cambios pero hubo dos grandes perdedores en la jornada: el austríaco Hermanm Persteiner (Bahrain) quien era 10° a menos de dos minutos y ahora está a 5:10″ y el ruso Ilnur Zakarin (5° en el Giro 2017) que estaba a 2:27″ y hoy quedó a más de 15 minutos fuera de posibilidades.
Recordando a Marco Pantani, la etapa me llevó a buscar un vino peculiar y raro para acompañar la cena; uno que se considera fue el vino local en la Roma antigua: un Cesanese. La uva tiene tres DOC establecidas; Cesanese di Olevano, Cesanese di Piglio y Cesanese di Affile, considerado el de calidad superior.
La Cesanese es una uva tinta de maduración tardía que se cultiva sobre suelos volcánicos, principalmente en la región de Lazio, alrededor de Roma, y que ha tenido un declive constante debido a la industrialización y expansión urbana, hasta el punto que ahora hay menos de mil hectáreas sembradas.
El vino lo descubrí gracias a mi buen amigo Dante Cecchini, por muchos años el director comercial de la reconocida bodega toscana Castello Banfi, y desde el año anterior el nuevo director comercial de la bodega de la familia del Príncipe Pallavicini en el área de Roma, que data de 1670 y que dirige hoy el financista Sigieri Diaz, fundador del grupo de inversiones Armonia e hijo mayor de la Princesa Maria Camilla Pallavicini.
Los vinos de Pallavicini abastecían al Vaticano y a la Reina de Inglaterra, y las raíces de la familia en Lazio, incluyen al Papa Clemente IX, los cardenales Giovanni y Lazzaro Pallavicini y el primer alcalde de Roma, Francesco Pallavicini, entre 1871 y 1873. Los viñedos cubren 80 hectáreas distribuídas en tres fincas ubicadas en las colinas de suelos volcánicos al sur de la capital italiana (Colonna -donde queda la sede-, Marmorelle y Cerveteri) con los que se producen diez vinos diferentes, tres blancos, cinco tintos, un espumante de Pinot Noir y un dulce de Malvasía.
El que correspondió a la etapa fue el Amarasco 2017, un vino de Cesanese, de Indicación Geográfica Típica (IGT), un vino con crianza moderada en roble, con notas frutales de cereza y agraz y algunos matices terrosos. Dante me había advertido que el vino necesita unos tres años para “redondear” y encontrar una mejor armonía, pero contrastó muy favorablemente los filetes de cerdo en salsa ragù.
Es un vino muy interesante en precio (US$20), de cuerpo medio pero fuerte en boca, con reminiscencias de suelos minerales volcánicos (cierto sabor suave a ceniza), notas de pimienta blanca y persistencia media y refrescante como el basilico (albahaca) y menta. Mi evaluación le da 89-90 puntos pero tal vez en un par de años estaría más a punto.
Imposible de comprobarlo ahora porque era la última botella, pero valió la pena descorcharlo; un vino auténtico y floreciente, como el triunfador de la jornada, Jhonatan Narváez, un ciclista nativo de la región de Sucumbíos, en la zona amazónica ecuatoriana limítrofe con Colombia y con la provincia del Carchi, de donde es el actual campeón del Giro d’Italia, el también ecuatoriano Richard Carapaz, del mismo equipo Ineos-Grenadiers.
* Sitio web de la bodega: www.principepallavicini.com
Tomado del portal rincondecata.com
