Por JESSE WASHINGTON
LOS ANGELES — El homenaje a Michael Jackson, sintonizado por millones de personas alrededor del mundo, adquirió un tono más espiritual que espectacular el martes, abriendo con un coro de iglesia que serenó su féretro dorado y siguiendo con discursos lúgubres y actuaciones musicales estilo gospel.
El pastor Lucious W. Smith de la Iglesia Bautista de la Amistad (Friendship Baptist Church) en Pasadena pronunció la invocación, y luego Mariah Carey interpretó una dulce versión de la balada de los Jackson 5 «I’ll Be There» a dúo con Trey Lorenz.
«Nos juntamos y recordamos» dijo Smith, tomando parte de la letra del tema. «Mientras lo recordemos, él siempre estará allí para consolarnos».
Millones de seguidores en todo el mundo se reunieron para ver la ceremonia, que se transmitió en vivo de Tokio a París y el resto del mundo por Internet.
Entre quienes recordaron a Jackson estuvo el magnate musical Barry Gordy, el reverendo Al Sharpton y los grandes del baloncesto Magic Johnson y Kobe Bryant. Jennifer Hudson cantó el éxito de Jackson «Will You Be There» y John Mayer tocó con la guitarra una versión de «Human Nature».
«Este es un momento que desearía no haber llegado a ver», dijo Stevie Wonder previo a su actuación.
El músico Smokey Robinson abrió el servicio leyendo declaraciones de los amigos cercanos de Jackson Diana Ross y Nelson Mandela. La declaración del líder surafricano terminó con una dolorosa admonición: «Sean fuertes».
Lionel Richie ofreció una interpretación gospel frente a un rayo de luz que evocaba una cruz.
Unas 20.000 personas acudieron al Centro Staples para ver llegar el féretro cubierto de flores con los restos de Jackson en una caravana escoltada por las autoridades. Los congregados constituyeron una representación visual de la vida de Jackson: negros, blancos y todos los matices en el medio, luciendo fedoras y tocados africanos, lentejuelas y máscarillas quirúrgicas.
«No hay palabras para expresar lo que siento», dijo Dani Harris, una madre de 35 años de Los Angeles. «Estoy feliz de estar aquí, pero la ocasión no es tan alegre. Estoy feliz de estar aquí y tener cierto tipo de cierre. Pero aún no parece verdad».
Los fans que obtuvieron entradas llevaron sus pulseras doradas y recogieron un programa también dorado al entrar. Los hermanos de Jackson cargaron su ataúd, todos con corbatas doradas, un guante blanco y lentes oscuros.
Miembros de la familia Jackson se sentaron en la primera fila del Centro Staples, incluidos sus hermanos y lo que parecían ser sus tres hijos. Su hermano Jermaine Jackson subió al escenario a cantar «Smile» al tiempo que intentaba contener las lágrimas.
La carroza fúnebre de Jackson llegó con una caravana de autos que la siguieron 16 kilómetros (10 millas) por un tramo cerrado de la autopista tras un servicio privado en un cementerio de Hollywood Hills.
El subjefe de policía Sergio Díaz, jefe de operaciones del evento, dijo que las autoridades esperaban una multitud de 250.000 personas. Además de reporteros y aquellos con entrada para el servicio, sólo unas 1.000 personas rodearon el perímetro del Centro Staples, indicó.
Fuera del Centro Staples, Claudia Hernández, de 29 años, dijo que cuando niña le encantaba oír la música de Jackson en su natal México. Ahora una maestra auxiliar en una guardería infantil en Los Angeles, Hernández dijo que lloró con la noticia de su muerte.
«Estoy tratando de contener mis emociones», dijo Hernández, quien llevaba puesta la pulsera que le permitiría entrar al servicio y portaba una fotografía enmarcada de Jackson. «Sé que ahora está enseñándole a los ángeles a bailar».
Más de 1,6 millones de admiradores se registraron en internet con la esperanza de poder asistir a la ceremonia en el Centro Staples, y sólo 8.750 fueron seleccionados.
«Existen ciertas personas en nuestra cultura popular que simplemente capturan la imaginación de la gente. Y al morir, se hacen aún más grandes», dijo el presidente Barack Obama a CBS desde Moscú. «Ahora, debo admitir que esto también es alimentado por los medios las 24 horas del día de manera insaciable».
La ciudad de Los Angeles creó el martes un website en el que los fans de Jackson pueden donar dinero para ayudar a la municipalidad a costear el servicio funeral en el Centro Staples. El vocero de la alcaldía Matt Szabo calculó que el servicio costaría entre 1,5 y 4 millones de dólares.
No estuvo claro qué pasará con el cuerpo de Jackson. El cementerio Forest Lawn Memorial Park Hollywood Hills ha sido el destino final de estrellas como Bette Davis, Andy Gibb, Freddie Prinze, Liberace y más recientemente David Carradine y Ed McMahon.
Pero el hermano de Jackson, Jermaine, ha expresado deseos de enterrarlo algún día en Neverland, su famoso rancho en el sur de California.
(AP)