Por DON BABWIN
CHICAGO — El presidente Barack Obama comenzó su campaña electoral en la ciudad de origen de Abraham Lincoln, utilizó su Biblia para rendir su juramento al cargo y suele citarlo a la menor provocación.
Ahora, parece que los dos comparten algo más: un incidente con una mosca.
El propietario de la Biblioteca Abraham Lincoln de Chicago Daniel Weinberg tiene una fotografía en la que Lincoln tiene una mosca casera posada en su pantalón.
Weinberg no sabe si la mosca sobrevivió al encuentro con el ex mandatario o si corrió la misma suerte que la otra que tuvo la audacia de posarse sobre Obama durante una entrevista por televisión efectuada el martes, y que encontró el final de su vida aplastada por la certera mano presidencial.
Sin embargo, Weinberg bromeó al señalar que Lincoln probablemente dejó vivir a la mosca, algo que habría complacido al grupo de Personas por el Tratamiento Etico de los Animales (PETA), que anunció que enviaría a Obama un dispositivo que atrapa a las moscas y a otros insectos, pero que no los mata.
«Era el gran clemente», señaló Weinberg.
Lo que Weinberg sí sabe es que, a diferencia de la mosca que se posó en el presidente actual, la otra que se paró en Lincoln fue la ganadora de la «confrontación» —al menos por un rato.
Esto fue, según Weinberg, porque los dos se encontraron cuando Lincoln se hallaba en el estudio fotográfico de Alexander Gardner. Lincoln fue allí a hacerse un retrato en agosto de 1863.
Para poder tomarse esa fotografía, Lincoln necesitaba permanecer totalmente inmóvil. Si se hubiera movido un poco para ahuyentar a la mosca, habría provocado que la foto saliera borrosa, indicó Weinberg.
De tal modo, si Lincoln estaba consciente de la mosca pero también si deseaba una fotografía que tuviera la calidad que obtuvo, habría mantenido sus manos quietas en donde las tenía y no habría hecho lo que hizo Obama, que como dijo el propio presidente, atrapó a la «latosa».
Eso no significa que Lincoln no ejerciera una justicia expedita si algún intruso diminuto se acercaba demasiado.
Eso quedó claro cuando Lincoln, un legislador joven en ese entonces, en un discurso ante simpatizantes, habló en contra de la política de la guerra contra México, del entonces presidente James K. Polk.
Lincoln habló sobre sus experiencias durante la Guerra del Halcón Negro.
«¿Sabían ustedes que soy un héroe militar?», pregunto Lincoln en un discurso que pronunció en julio de 1848. Entonces Lincoln, al reconocer que nunca había estado en una guerra, dijo que había «librado muchas batallas sangrientas con los mosquitos».
Agencia AP.