La hora de Colombia en el Tour de Francia 2019

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JEFF PACHOUD / AFP

Londres –  8 de julio – Por Juan Carlos Rincón –  Nunca antes en la historia del ciclismo profesional colombiano había habido una oportunidad tan clara de  conseguir la ansiada victoria en “La Grande Boucle”. El Tour-2019 tiene el diseño y las circunstancias ideales para que lo gane finalmente un escarabajo.

La amalgama de tres generaciones con los mejores pedalistas colombianos permite que por primera vez haya tres cartas serias con opción real de ganar la prueba más importante del ciclismo mundial, 45 ediciones tras el lejano debut de Martín Cochise Rodríguez en 1975.

El Tour-2019 espera el protagonismo de Egan Bernal. El colombiano está listo para vencer.

Ausentes los dos grandes favoritos, el tetracampeón británico Chris Froome y el holandés Tom Dumoulin –subcampeón el año anterior- el abanico de candidatos se ha extendido a un grupo heterogéneo de rodadores entre los que tres escarabajos líderes en sus respectivos equipos; Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Egan Bernal, figuran en la baraja.

Pero la falta de su figura emblemática Chris Froome, no significa que el equipo Ineos –como fue rebautizado hace dos meses el antiguo Sky por el cambio de patrocinador- haya pérdido su poderío. De hecho, con excepción del corredor accidentado, la escuadra es la misma que dominó el Tour 2018 con Geraint Thomas campeón y Froome tercero.

La edición 106 del Tour 2019 es una de las más abiertas y montañosas de la historia, de las más indescifrables y por ello impredecibles. Tal vez el ganador no sea tan sorpresivo e inesperado como el francés Laurent Fignon en 1983, el estadounidense Greg LeMond en 1989 o el galés Geraint Thomas el año anterior, pero ciertamente será un cumulo de factores físicos, climáticos y de carrera, incluyendo bonificaciones, cortes y caídas en las etapas llanas y descensos, además de la montaña y la contra-reloj individual de 27 kms el 19 de julio en los Pirineos (Pau), los que jugarán papel determinante en el desenlace el domingo 28 de julio tras 21 etapas y 3.460 kms por las carreteras de Bélgica y Francia.

Es el Tour más montañoso de este siglo. Igual que en 2014, tiene la intensidad de 10 etapas y media montaña antes del primer descanso. Las grandes cimas llegarán esta vez con los Pirineos en la segunda semana y los definitivos Alpes en la tercera. En total son siete etapas de alta montaña (cinco de ellas con final en ascenso), y el record de 30 cimas de segunda, primera y fuera de categoría, con el techo a 2.764 metros en el Col de l’Iseran el 26 de julio, a dos días del final. Pero además, la carrera tiene como novedad ocho bonificaciones en cumbres seleccionadas en las etapas de montaña para darle más emoción y dinámica a la lucha por la general, con un total de 64” como botín máximo; 8” al primero, 5” al segundo y 2” al tercero.

La mayoría de las cumbres que otorgan las bonificaciones están cerca del final, para incentivar los ataques, y los segundos ganados se sumarán a las bonificaciones normales de 10”, 6” y 4”, en la meta de las etapas. En este sentido, las cimas fuera de categoría del Galibier y el Col d’Iseran (las máximas del Tour) en las etapas 18 y 19 en los Alpes, serán claves para los favoritos al triunfo gracias a estas innovadoras bonificaciones.

En plena forma en 2018, el campeón comparte el liderato de Ineos con Bernal.

Además, la montaña por encima de 2.000ms, siempre favorable a las pretensiones de los colombianos, no es el único elemento. La temporada de verano en Europa con una ola de calor que ha superado los 40° en Francia, amenaza con extenderse a lo largo del mes, al igual que los altos niveles de polen en el ambiente y un nuevo e inesperado elemento; la plaga del gusano Caterpillar en los bosques de roble europeos que esparce toxinas y minúsculos vellos que son dispersados por los vientos y en el ser humano causan irritaciones de piel, de los ojos, gripa, toz, congestión y reacciones alérgicas que sólo se pueden combatir con cortisona. La alerta está activa en Alemania, Holanda, Luxemburgo, la región belga de Brabante, zonas de Francia, Asturias y la frontera Franco-española.

La deshidratación por el calor y el efecto clínico del polen y plagas en general afecta a todos los pedalistas, pero es sabido que varios son más sensibles y propensos a las alergias. Entre los favoritos, Nairo Quintana ya sufrió su efecto en el Tour 2016 que mermó considerablemente su rendimiento.

Tridente colombiano

Cuatro colombianos largaron en Bruselas el sábado 6 de julio (tres menos que el año anterior); Nairo Quintana (Movistar), Rigoberto Urán (Education First), Egan Bernal (Ineos) y Sergio Luis Henao (UEA). Los primeros tendrán el protagonismo de ser líderes, mientras que Henao (12° en 2016) será un gregario de lujo para Dan Martín y Fabio Aru en la escuadra de los Emiratos árabes.

Grandes ausentes son el sprinter Fernando Gaviria (UEA), primer líder y ganador de dos etapas en 2018, los escaladores Daniel Martinez (compañero de Urán), Winner Anacona (gregario de Nairo), Darwin Atapuma (Cofidis) y Jarlinson Pantano, quien se retiró prematuramente del ciclismo.

La gran diferencia con todas las participaciones anteriores del ciclismo colombiano en el Tour es el favoritismo de sus tres figuras y líderes, cada cual en un momento definitivo de su carrera profesional, y candidatos serios a la victoria o al podio; “Rigo” Urán, pionero y veterano de la nueva etapa exitosa; Nairo, figura consagrada en el Giro de Italia y la Vuelta a España, y Egan Bernal, la estrella en ascenso.

Tras dos años fuera del podio, Nairo sigue el «sueño amarillo».

Dos veces subcampeón (2013-2015), una vez tercero (2016) y décimo el año anterior, Nairo Quintana disputa a los 29 años y en plena madurez ciclística su sexto Tour, con la imperiosa necesidad de confirmar su progresión y conseguir el llamado “sueño amarillo”, única gran victoria que le falta. Después de ocho años en Movistar el “águila de Cómbita” ve peligrar su liderazgo en la escuadra española y la necesidad de cambiar y buscar nuevos aires (se habla del UEA con su entorno colombiano) es cada vez más imperiosa. Su ciclo telefónico se ha cumplido pero le falta el cierre con broche de oro.

El problema que tiene es la soledad y este año no tiene a su fiel escudero Winner Anacona. El director Eusebio Unzué, quiere apostar por un español para ganar el Tour y Mikel Landa, aunque llega con el desgaste de más de 3.500 kms del Giro d’Italia donde fue cuarto, ha sido proyectado a co-líder. Con qué meritos?. Landa no ha ganado ninguna carrera importante y hasta hoy es una promesa inconclusa. Como dijo sabiamente el ex-técnico Johan Bruynnel “primero, tendría que demostrar que puede ganar una gran vuelta. Quintana ya ganó el Giro de Italia y la Vuelta a España, y fue segundo en el Tour de Francia”.

Pero además, luego de la victoria de su compañero ecuatoriano Richard Carapaz en el Giro-2019, el corredor vasco está descontento y amenaza con cambiar de escuadra –por cuarta vez en seis años!-  con apenas un podio (3° en el Giro-2015) para mostrar. Esa permanente dualidad indescifrable del equipo español, es el enemigo interior de Quintana.

En cambio, “Rigo” disputa también su sexto Tour con un sólido equipo alrededor aunque con poco rodaje competitivo y la expectativa de llegar a su curva ideal en dos semanas. El antioqueño de 32 años es profesional desde 2007 y como bien lo dijo, su temporada (la decimotercera!) comenzó en Bruselas. Subcampeón en 2017 a sólo 54” de Froome, Urán tuvo que abandonar por caída el año anterior y sabe que esta es tal vez su última oportunidad de vencer una Gran Vuelta. Su profesionalismo intachable, su constancia, la inteligencia para saberse ubicar y leer la carrera, junto al firme respaldo del estadounidense Tejay Van Garderen (5° en 2012 y 2014 y recuperado de forma) y de los veteranos rodadores Michael Woods, Tanel Kangert y Simon Clarke, son garantía de que estará nuevamente disputando el podio.

El tercer As colombiano y gran favorito para llegar victorioso de amarillo a Paris es el joven portento Egan Bernal, “el nuevo Zipa”. A los 22 años y en su segundo Tour (fue 15° en 2018), es el ciclista al que todos los especialistas le auguran múltiples triunfos y años de gloria. Este año ante la ausencia de Froome y su innegable buen estado de forma confirmado con la victoria en la Paris-Niza y la Vuelta a Suiza, ha sido ascendido a co-lider de la escuadra británica Ineos. El ayer gregario de lujo del campeón Geraint Thomas y de Froome, es hoy el gran favorito para ganar según todas las casas de apuestas británicas.

Hagan sus apuestas señores! Por primera vez en la historia del Tour un colombiano es máximo favorito.

Egan es la estrella en progreso, el máximo representante de la tercera generación de ciclistas colombianos, la del relevo que se abre paso y probablemente uno de los más dotados del pelotón. Forjado en el ciclo-montañismo, su dominio de la bicicleta es de los mejores, es buen contra-relojista y en la montaña es uno de los más explosivos y fuertes. El Tour 2019 es perfecto para sus condiciones y la carretera definirá si él o Thomas (11 años mayor) será la cabeza de Ineos en la búsqueda de una séptima victoria de la escuadra británica dominadora desde 2012.

El galés campeón del Tour y el más veterano del poderoso equipo -lo integra desde su fundación en 2010- ha empezado con susto y luego del abandono por una caída en la Vuelta a Suiza (ganada por Bernal) volvió a besar el asfalto en la primera etapa en Bruselas, a menos de dos kilómetros de la meta. Una caída aparentemente sin consecuencias físicas pero que psicológicamente tiene efectos al igual que en la tabla general. Bernal ya está delante. Ineos sigue siendo la escuadra favorita y la que ordenará la carrera. Fue 2° en la contra-reloj por equipos el domingo pero en próximos días buscará asumir el mando (tal vez el jueves en la etapa con final en cumbre de La Planches des Belles Filles) y de nuevo será el enemigo a vencer.

Nueva y vieja guardia

Un aspecto fundamental e ilustrativo del Tour-2019 es el enfrentamiento deportivo de tres generaciones ciclísticas que coexisten en el pelotón: los consagrados, un grupo intermedio que busca confirmar su proceso y la llegada firme de una camada de jóvenes pedalistas que se abren paso rápidamente hacia la gloria.

La edición 106 del Tour que ha comenzado en Bruselas para rendir homenaje a Eddie “el caníbal” Merckx, el más grande ciclista de la historia y vencedor por primera vez hace 50 años de “la grande boucle”, es el trasfondo preciso para entender este cambio de guardia.

Los más grandes ciclistas de la historia, los pentacampeones del Tour, despegaron y empezaron su camino triunfal entre los 22 y 23 años; Eddie Merckx ganó el Giro (1968) a los 22 años y el Tour al siguiente, Bernard Hinault ganó la Vuelta a España y el Tour a los 23 (1978), igual que Jacques Anquetil (1957). Los tres ganaron el Tour en su debut, pero después de los 31 años, ninguno de ellos triunfó en una gran Vuelta. Cual una regla no escrita, entre el brote triunfal y el declive de un gran campeón, hay una ventana de 7-9 años. Las excepciones a esta premisa son Miguel Induráin, Chris Froome y Vincenzo Nibali, que iniciaron un poco más tarde su estela victoriosa.

Cambio de guarda en Ineos? A los 22 años, edad ideal, Egan Bernal es la figura en ascenso.

Otros campeones notables, ganadores del Tour como novatos, también se coronaron a los 22 años: Felice Gimondi, en su debut en 1965, a los 22 años y 289 días y el francés Laurent Fignon a los 22 años y 346 días en 1983, en el Tour que por primera vez abrió la puerta a un equipo amateur, la escuadra Pilas Varta-Café de Colombia que se destacó en las montañas con José Patrocinio Jiménez (subcampeón) y Edgar “condorito” Corredor y marcó el regreso –tras el pionero Cochise- casi permanente de los ciclistas colombianos al Tour. Desde ese año, a la cita sólo se faltó en 2010 y 2012.

En caso de triunfar Egan Bernal -nacido el 13 de enero de 1997- superaría a Gimondi por 93 días (22 años, 196 días) y sería el corredor más joven en ganar el Tour después de la segunda guerra mundial y el cuarto más precoz de la historia.

Pero Egan no es el único portento de 22 años. El escalador francés David Gaudu, ganador del Tour del Porvenir a los 19 años (2016), disputa igualmente su segundo Tour, es apenas 3 meses mayor que el colombiano y es la gran esperanza francesa para el futuro. Será el escudero principal de Thibaut Pinot en la escuadra Groupama-FDJ, pero si falla su líder en la montaña es el relevo inmediato. La situación en Ineos es similar, aunque Bernal parece ser realmente la carta A del equipo y su inicio de Tour es muy alentador.

La vieja guardia, la de los consagrados, mayores de 32 años y con más de 10 temporadas ciclísticas, está representada por los dos únicos campeones del Tour en carrera, el italiano Vincenzo Nibali (2014) y el galés Geraint Thomas (2018), y por una serie de figuras de primer nivel y líderes de escuadra que desde hace años buscan su consagración en el Tour. Entre ellos figuran el colombiano Rigoberto Urán (subcampeón 2017), Alejandro Valverde (3° en 2015), y los Top-10, Jakob  Fuglsang, Richie Porte, Steven Kruijswijk y Dan Martin.

Fin de ciclo?

Indudablemente que el ciclista más completo en el Tour-2019 es el italiano Vincenzo Nibali, único en carrera que ha ganado las tres grandes vueltas y contabiliza otros siete podios en pruebas de tres semanas. Pero a los 34 años, “el tiburón de Mesina” empieza a acusar el desgaste de 15 temporadas completas. Fue campeón del Tour en 2014, año en que Froome y Contador abandonaron y Quintana no lo disputó. Nibali es probablemente el corredor más completo del pelotón y aunque llega con el kilometraje del Giro d’Italia en sus piernas, si está bien ubicado antes de la tercera semana en los Alpes será garantía de batalla y espectáculo. La pregunta es Cuanto tanque de reserva tiene para las cimas definitivas. En 2016 que hizo ese doblete, no le alcanzó en el Tour.

Campeón en 2014, Nibali busca de nuevo el Tour. De su combatividad nadie duda, de sus reservas sí.

Profesional desde 2006, el campeón Geraint Thomas disputa a los 33 años su decimotercera temporada y su estado de forma es una incógnita porque en 2019 poco ha rodado y su preparación ha sido alterada por enfermedad y caídas. El galés ha sido un gregario de lujo de Froome y sólo brilló en el Tour pasado, aunque fue líder transitorio de la prueba en 2017 antes de abandonar por caída. Ahora, en su décima participación, figura como líder junto a Egan Bernal, pero el colombiano parece estar en ventaja con la experiencia del año pasado, la calidad confirmada con triunfos y su juventud y fortaleza.

El director de la escuadra David Brailsford, ha dicho claramente que Egan “tiene la edad física y mental, y está listo”. El colombiano considera que es aún jóven para pelear el título pero acepta que con un equipo tan dominante y compañeros que lo guían y dejan en posición al final de etapa para dar su máximo, es más fácil asumir ese liderazgo.

En Movistar, la capitanía del equipo la tiene Alejandro Valverde, máximo ejemplo moderno de longevidad ciclística, que a los 39 años y después de 16 temporadas, es el campeón mundial de ruta y campeón de España y disputa su Tour número 12. Gran corredor de clásicas, en las grandes vueltas la tercera semana es siempre su punto débil. Su papel será fundamental para el éxito del equipo como mediador entre el ego de los líderes Nairo y Landa, pero su respeto y fidelidad con Quintana pueden jugar en favor del colombiano a la hora definitiva.

El “bala” fue tercero en el Tour-2015, es un gran estratega en carrera y el hombre de confianza de Unzué. Aunque nadie imagina que tenga tanque para pelear el podio, a veces las oportunidades inéditas ocurren. Hasta ahora, el belga Firmin Lambot es el corredor de más edad en ganar el Tour de France (1919) hace un siglo!, a los 36 años y 130 días. Será Valverde la sorpresa mayúscula de este siglo?.

El más afable y veterano de los colombianos, «Rigo» es una carta seria para pelear la victoria.

Otros dos ciclistas que a los 34 años están llegando al final de su ciclo son el danés Jakob  Fuglsang y el australiano Richie Porte. Ambos coincidencialmente disputan su noveno Tour y presentan como mejor figuración un quinto puesto; en 2013 el líder del Astana y en 2016 el jefe de filas del Trek-Segafredo. Ciclistas rodadores pero irregulares, que se desempeñan bien en pruebas de ocho días como el Dauphiné Liberé y la Paris-Niza, pero a los que las grandes vueltas de tres semanas les pasa factura. Después de once temporadas y ningún podio, su favoritismo es inmerecido.

Dos años más jovenes pero igual de veteranos y con más de diez temporadas, Rigoberto Urán, el combativo irlandés Dan Martin (Top-10 en los tres últimos Tours) y el holandés Steven Kruijswijk (5° el año anterior), tienen más regularidad y opciones. El colombiano, subcampeón olímpico de ruta en 2012, del Giro en 2013 y 2014 y del Tour hace dos años, es el más completo de todos y es candidato serio a podio.

Martin, premio de la combatividad el año anterior, es un ciclista rodador que necesita consolidarse en el equipo UEA (Emiratos) en el que Fabio Aru debería ser su gran respaldo (aunque busca el liderazgo), mientras se especula que Nairo Quintana llegaría en 2020. Hace un mes fue 8° en el Dauphiné Liberé, delante de Quintana.

Ciclista en progresión y bien respaldado, el holandés Kruijswijk está llamado a ser protagonista y pelear el podio.

Un gallo tapado para el Tour-2019 es el holandés Steven Kruijswijk, líder del equipo Jumbo-Visma y 5° el año anterior. La escuadra se ha construido a su alrededor y lidera el comienzo del Tour con un conjunto de ciclistas rodadores, mezcla de juventud y veteranía, en el que el escalador neozelandés George Bennett y el debutante Wout Van Aert, serán importantes.

Sin el poderío de Ineos, pero con una capacidad rodadora similar, es uno de los equipos que puede manejar el Tour, al menos en los primeros 10 días. Si los franceses no ganan el Tour desde hace 35 ediciones (Bernard Hinault fue el último en 1985), los holandeses no lo consiguen desde Joe Zoetemelkt en 1980.

Generación intermedia

Si entre los treintañeros el ciclista más sólido es Nibali, su equivalente dentro de la generación de pedalistas entre los 26-29 años es sin discusión Nairo Quintana, Campeón del Giro (2014), de La Vuelta (2016) y dos veces subcampeón del Tour (2013 y 2015). La duda sobre el escalador colombiano, cuyos resultados parecen haberse estancado en los dos últimos años tras el subcampeonato del Giro-2017 y luego de disputar cuatro grandes vueltas seguidas, es si la curva de progresión llegó a su máximo.

Hay ciclistas con el biotipo para correr una sola gran vuelta anual, otros para disputar dos y muy contados (hoy día casi imposible) para disputar las tres con posibilidades reales de ganar. El Tour-2019, objetivo prioritario de Nairo, debería dar la médida de su potencial y los Pirineos y los Alpes, son el escenario para confirmarlo. Es el más importante ciclista colombiano de la historia, el podio está al alcance y la lucha por la victoria será ardua.

Bardet es uno de los más consistentes. Sólo corre el Tour y es la mejor carta francesa.

Un año menor que Quintana, el francés Romain Bardet es un ciclista consistente y escalador combativo que disputa su séptimo Tour (uno más que el colombiano). Siempre es candidato firme. El Tour es su carrera, la única gran vuelta que disputa anualmente y su palmarés como subcampeón en 2016 y cinco veces Top-10, es una carta muy seria. Su equipo AG2R-La Mondiale perdió mucho tiempo en la contra reloj, y está a 1.19” del primer clasificado de los favoritos (Kruijswijk), pero Bardet llegará al pico de su preparación en la segunda semana. Ojo con él.

Otro francés, Thibaut Pinot (29 años) también corre su séptimo Tour y parece estar en forma. Después de un sorpresivo podio (3° en 2016), el líder de la escuadra Groupama-FDJ  no ha vuelto a brillar. Ciclista explosivo sin la regularidad de Bardet, debería estar en la pelea. El Tour-2019 es su momento de la verdad. Ha iniciado bien son tres semanas.

Con la misma urgencia de confirmar figuran otros dos pedalistas de 29 años, el español Mikel Landa (4° en el Tour-2017) y el italiano Fabio Aru (5°) el mismo año. Con el desgaste del Giro d’Italia en que terminó cuarto, Landa tiene una tarea difícil frente a un ciclista más sólido como Quintana y es un elemento disociador en Movistar que busca contratar al promisorio mallorquín Enric Mas (Deceuninck-QuickStep), cinco años más joven y sorpresivo subcampeón de la Vuelta a España el año anterior.

En proceso de recuperación, Aru llega sin presión ni favoritismo. Si alcanza la forma, estará en la pelea.

Aru está recuperando su forma después de una cirugía de la arteria ilíaca y su experiencia puede darle dividendos. Campeón de la Vuelta a España en 2015, la progresión del italiano se frenó luego del Tour 2017. Disputa “la grande boucle” por tercera vez y con menos presión. El italiano venció hace dos años en la cima de La Planche des Belles Filles, meta de la sexta etapa y primera cumbre del Tour-2019. Puede sorprender y el Tour ser su resurrección.

Otros que pueden figurar en el Top-10 son los franceses de 27 años, campeones de la montaña en las dos últimas ediciones: Julian Alaphilippe (2018) y Warren Barguil (2017). Ganador de varias clásicas y de la montaña en el Dauphiné este año, Alaphilippe (Deceuninck-QuickStep) está en gran forma y buscará esta vez la general, mientras que Barguil (10° en 2017) cumple su quinto Tour. El campeón del Tour de l’Avenir 2012 (a los 20 años) tiene un desquite personal y puede volver al Top-10. Su problema es la falta de equipo para respaldarlo en la montaña.

El abanico de figuras lo cierra el británico Adam Yates (26 años), quien después de su sorpresivo 4° puesto en el Tour 2016 y mejor joven, no ha vuelto a brillar. En esta ocasión tendrá como gran apoyo en el equipo australiano Mitchelton-Scott a su hermano gemelo Simon, 7° en el Tour 2017 y también mejor joven.

Los Yates corren juntos su segundo Tour. La irregularidad de Adam inquieta, Simon está cansado del Giro.

Es la primera vez desde 2015 que ambos disputan el Tour, pero Simon tiene mucho kilometraje acumulado desde la Vuelta a España 2018 que ganó en septiembre, y su 8° puesto en el Giro d’Italia hace un mes. Adam cumplió una buena temporada primaveral entre marzo y abril (2° en la Tirreno-Adriático y la Vuelta a Catalunya, 4° en la Lieja-Bastoña-Lieja y 5° en el País Vasco) pero su irregularidad en las pruebas de tres semanas no es garantía de suceso.

Mis candidatos y sueños

El Tour-2019 tiene el diseño y las circunstancias ideales para que lo gane finalmente un pedalista colombiano y el ciclismo mundial siga hablando español en las grandes vueltas, después de la victoria del ecuatoriano Richard Carapaz en el Giro d’Italia. Si en 2018 el ciclismo habló inglés con Chris Froome (Giro), Geraint Thomas (Tour) y Adam Yates (Vuelta), en este año puede ser la lengua de Cervantes.

Hace seis años el director del Tour, Christian Prudhomme, afirmó que la victoria de un ciclista colombiano “es buena para el ciclismo, para la leyenda y para la historia”. Después de 45 años y 35 participaciones, ese momento parece estar muy cerca.

Cuando el Tour entra a Francia y luego de mi análisis y lectura, cierro este primer Blog previo (que me llevó más tiempo del pensado y se publica con retraso y disculpa) con mi orden y listado final de favoritismo. El año anterior la victoria de Geraint Thomas fue sorpresiva. Creo que en 2019 el campeón no debería ser tan inesperado.

Primera opción: Egan Bernal, Rigoberto Urán, Nairo Quintana, Romain Bardet, Steven Kruijsjvert.

Segunda candidatura: Enric Mas, Thibaut Pinot, Vincenzo Nibali, Geraint Thomas.

Sorpresas: Dan Martin, Adam Yates, Mikel Landa, Jakob Fuglsang, Richie Porte.

Extraordinario: Fabio Aru, David Gaudu, Warren Barguil

Sobrehumano: Alejandro Valverde

Nirvana: Un podio totalmente colombiano! Si los juveniles Andrés Camilo Ardila (20), Einer Rubio (21) y Juan Diego Alba (21), consiguieron un histórico 1-2-3 dominando el Baby Giro en Italia hace menos de un mes, Por qué los profesionales no podrían repetir la dosis?

 

 

TOMADO DEL BLOG  rincondecata.com

 

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