La moda busca nuevos horizontes inspirándose en el espacio

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Por SAMANTHA CRITCHELL

NUEVA YORK — En su intento por encontrar un universo paralelo, en el que una avalancha de consumidores visite las tiendas, la industria de la moda parece mostrar una nueva fascinación por conceptos de exploración y espacio.

Las colecciones de otoño de las grandes casas de moda, así como el resto de los diseños de menos categoría que le siguen, contienen una alta carga de dureza, con hombros marcados, telas rígidas y detalles metálicos. Trajes monocromáticos en negro, gris y bronce se desplazan por las pasarelas como el cielo de una noche en la que los flashes de neón se transforman en estrellas fugaces.

En los desfiles de presentación hasta hubo cascos al estilo de los guardias de las «Guerra de las Galaxias». Está claro, la intención es enviar a un guerrero futurista a batallar con la economía.

«Este no es el tipo futurístico inocente de los años 60, como se podría pensar» dijo Susan Cernek, editora de Glamour.com. «Esto es más robótico. Es más duro. Es la mezcla de un androide y un ciclista».

Francisco Costa, director creativo de la colección femenina de Calvin Klein, prefiere que la tendencia sea catalogada de «modernista», pero dice percibir la conexión espacio-tiempo. «La casa da un sentido de fortaleza gracias a su estructura, y esto tiende realmente más hacia la naturaleza, y el espacio es definitivamente parte de la naturaleza».

Para la colección de otoño, Costa empleó un dobladillo asimétrico creciente que suaviza los cortes exactos. También jugó con lo que equivale a rompecabezas en el diseño al simular placas de la tierra.

Cernek detectó un puente entre la gran galaxia y el centro del planeta como inspiración en muchas de las colecciones. De cierta manera son opuestos, dijo, pero se parecen en algunos aspectos: «Estamos buscando la luz al final del túnel».

El concepto de exploraciones empezó algunas temporadas atrás cuando los diseñadores fueron atraídos por ideas ligadas a viajes de aventura. Ese interés fue incorporado en piezas hechas con telas de poblaciones indígenas de Asia y Africa, indicó Jamie Thomas, editora del área femenina de la firma de análisis de tendencias StyleSight. El espacio sólo lleva lo anterior un paso más allá, agregó.

«Estamos buscando un nuevo inicio. Los patrones de compra han cambiado junto con la economía y estamos empezando de cero, recorriendo territorios inexplorados», dijo Thomas.

Las tiendas que atienden directamente a los consumidores se están viendo obligadas a pasar la página: un estudio del Consorcio Internacional de Centros Comerciales y Goldman Sachs, que incluye a más de 50 minoristas con negocios que tienen más de un año en el mercado, señala que las ventas cayeron un 5% en julio en comparación con hace un año.

La cultura popular también favorece la nueva tendencia con innumerables tributos a los 40 años de la caminata lunar de Neil Armstrong. Otro ejemplo del interés del público es la película de extraterrestres «District 9», que está entre las más taquilleras.

La tecnología, además, ha avanzado a tal punto que es posible materializar una parte de lo que visualizan las casas de moda. Italo Zucchelli, diseñador de ropa para hombres en Clavin Klein, señaló que gran parte de la modernidad presente en su colección de otoño se debe a la aparición de una nueva tela, rígida e impermeable, producto de una mezcla de foami con telas tradicionales. Es probable que esto no se hubiese podido hacer hace cinco años y, aún si se podía, no hubiese encajado en esos tiempos, dijo.

El pensamiento colectivo es que estamos cambiando, que «estamos en los albores de una nueva era en la moda, la salud, la espiritualidad y todo lo demás», señaló Zucchelli.

Para la diseñadora de Los Angeles Rory Beca, el espacio representa un arcoiris. Recientemente, se ha interesado en la obra del artista Jacques Monory, quien incorporó tonos galácticos en sus creaciones. «Siempre he sido amante del espacio, incluso cuando era niña, porque está más allá de lo que podemos conocer y entender», dijo Beca.

Todo esto no impide que la moda tome elementos del pasado. La diseñadora Rachel Roy incorporó a su colección toques de los años 40, una época en la que «las mujeres estaban tomando sus propias decisiones y eran independientes».

Aún así, los trajes que presentó durante Semana de la Moda —como un abrigo gris de franela con un cuello erguido y un vestido de corsé negro adornado con un collar hecho de espejos cuadrados —tenían acabados en los que se podía percibir la conexión espacio-tiempo. Y, sí, reconoce la diseñadora mientras ríe, las hombreras tienen algo de «Star Trek».

Es más, algunos expertos dicen que los hombros llamativos serán una de las tendencias más ponibles de la temporada.

Un hombro acentuado, con o sin hombreras, contribuye a una silueta particular que reduce la cintura y balancea las caderas, explicó Cernek. «Es muy estable».

La editora agregó que a sus lectores también les encantó el vestido ligeramente robótico de la casa de modas Rodarte, lucido por Reese Witherspoon en una alfombra roja.

Otras interpretaciones ponibles del estilo galáctico son los «leggings» presentados por BCBG Max Azria, que simulan líquidos metálicos, y los de Alexander Wang con tachones de cristal.

«Esa es una manera fácil de estar a la moda sin tener que renovar el clóset entero y sin ponerse un casco», indicó.

Agencia AP.

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