Lo bueno y malo de la primera mitad en las mayores

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Por ERIC NÚÑEZ

SAN LUIS — Los Dodgers ni se inmutaron cuando se enteraron que Manny Ramírez quedó fuera por casi que dos meses. Juan Pierre cubrió cabalmente el puesto de Ramírez en el jardín izquierdo, Joe Torre mantuvo el orden y el resto del equipo jugó mejor que nunca.

El resultado fue que Los Angeles se va a la pausa por el Juego de Estrellas con la mejor marca en las Grandes Ligas y como el único club que lidera una división por más de cinco juegos.

Para el campocorto titular Rafael Furcal, estos Dodgers le recuerdan sus años anteriores con los Bravos de Atlanta: cero fisuras.

«Cuando un equipo en lo que todo se combina, buen pitcheo, buen bullpen, buena defensa, tremenda ofensiva, entonces todo se puede esperar», dijo el jugador dominicano a la AP. «Cuando uno no hace el trabajo, el de atrás lo hace».

Mientras los Dodgers cabalgan al frente del Oeste de la Nacional, las otras cinco divisiones están sometidas a una lucha intensa.

La primera mitad también se ha caracterizado por el asalto de Albert Pujols a la Triple Corona de bateo, la suspensión de Ramírez por quebrantar el reglamento antidopaje y el inesperado juego sin hits lanzado por Jonathan Sánchez.

Tampoco se puede obviar el hito de Mariano Rivera al alcanzar los 500 rescates y el de Randy Johnson con sus 300 victorias como pitcher.

Aquí un balance de lo positivo y negativo tras los primeros tres meses y medio de campaña:

Lo Bueno

—Divisiones reñidas:

Se ha convertido en costumbre empezar a mirar la tabla del wild card desde mucho antes de la pausa por el Juego de Estrellas y este año no ha sido la excepción, sobre todo cuando sólo los Dodgers están despegados en el liderato, seis juegos por encima de los Gigantes de San Francisco al iniciar la jornada del domingo. Lo bueno para San Francisco es que hoy por hoy estarían en los playoffs por obra y gracia del wild card.

Además, son escasos los equipos con 10 victorias por encima del porcentaje de .500. Aparte de los Dodgers en la Nacional, los Medias Rojas, Yanquis y Angelinos completan el cuarteto. Sólo ocho de los 30 equipos están a ocho partidos atrás de un boleto de postemporada.

La consecuencia de una lucha tan pareja es que hay menos jugadores disponibles para canjes de aquí al 31 de julio, fecha límite para hacer transacciones.

—Los estadios no han estado tan vacíos como se temía:

A raíz de la crisis económica, las franquicias empezaron a apretarse el cinturón con antelación. Aunque la concurrencia ha mermado en 20 de los 30 estadios, no ha sido catásfrofico. Los únicos que se equivocaron fueron los Yanquis, que al final de cuentas no tuvieron otro remedio que bajar los precios de sus palcos de lujo en el nuevo Yankee Stadium que al inicio de año parecía un desierto en las sillas principales.

—El bate de Pujols. La imagen del deporte sufrió más golpes cuando Alex Rodríguez se vio atrapado en un callejón sin salida y admitió que consumió esteroides antes de jugar con los Yanquis de Nueva York y después se produjo la suspensión a Ramírez. Pareciese que ninguna luminaria se salva de las sospechas y escándalos por sustancias para mejorar el rendimiento. En medio de esto, Pujols está cumpliendo otra campaña espectacular y sin polémicas en su entorno. Líder de jonrones e impulsadas en la Liga Nacional y segundo en promedio, el dominicano cuenta con una magnífica posibilidad de ser el primer jugador en completar la Triple Corona desde que Carl Yastrzemski lo logró hace 42 años.

Lo malo

—Las lesiones. Los Filis, Mets y Cachorros han sido los equipos más afectados por las lesiones de jugadores clave. Filadelfia ha logrado capear el temporada y los campeones de la Serie Mundial comandan el Este de la Nacional. Pero Chicago y Nueva York han caído presa de la mediocridad. Los Mets, por ejemplo, están por tirar la toalla al quedarse sin Carlos Beltrán, José Reyes y Carlos Delgado, es decir tres de sus principales bates. En Chicago, la lesiones llegaron a un extremo absurdo cuando su abridor Ryan Dempster se fracturó un dedo del pie derecho al tratar de saltar sobre la baranda de una caseta para celebrar una victoria y luego el catcher puertorriqueño Geovany Soto se lastimó en una práctica de bateo.

—Toronto y su eterno problema en una división imposible. Los Azulejos marcaron el paso en los primeros meses, pero no pudieron con el impulso de los Medias Rojas y Yanquis. El jardinero boricua Alex Ríos insultó a un aficionado que le pidió un autógrafo y ahora parecen dispuestos a la idea de canjear a Roy Halladay, el mejor pitcher de la Americana.

—Los Nacionales y uno de los peores inicios. Circularon versiones de que el manager Manny Acta iba a ser despedido, pero el dominicano salvó el pellejo con una buena serie interligas ante los Yanquis. Washington, 26-60 al comenzar el domingo, podría eclipsar las 120 derrotas sufridas por los Mets en 1962, el peor registro en la historia moderna.

Copyright 2009 The AP.

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