Por ANN SANNER
WASHINGTON — El presidente Barack Obama y su familia asistieron al domingo a una ceremonia religiosa en la iglesia episcopal St. John, justo enfrente de la Casa Blanca.
Obama, la primera dama Michelle y sus hijas Sasha y Malia escucharon el sermón sobre la manera en que ser cristiano acarrea consecuencias.
Mike Angell, un seminarista de la iglesia, dijo a los feligreses que las consecuencias varían, ya sea cuando se toma una decisión difícil en el trabajo o cuando se decide dedicarle más tiempo a Dios.
Angell les dijo a los parroquianos que ellos no enfrentan esas consecuencias solos. «Nos tenemos los unos a los otros como una fuente de audacia», agregó.
La familia Obama estrechó las manos de todos los fieles a su alrededor cuando llegó el momento de darse el saludo de la paz. Los feligreses oraron por toda la gente, incluyendo a «Barack, nuestro presidente, los líderes del Congreso, la Corte Suprema y todos las autoridades».
La familia llegó en un vehículo a la iglesia, pero optó por caminar de regreso a la Casa Blanca en la Avenida Pensilvania 1600.
Obama, que también oró en la misma iglesia el día de Pascua y el día de su juramentación, no ha elegido una congregación de forma permanente desde que llegó con su familia a Washington.
La iglesia de St. John es lugar al que suelen asistir los presidentes, tanto porque está cerca de la Casa Blanca como porque el Servicio Secreto la conoce bien.
A nueve hileras del altar mayor se ve una banca con una placa de metal que la nombra como «la banca del presidente». El ex mandatario George W. Bush acudía con frecuencia, y la historia de la iglesia señala que todos los presidentes desde James Madison, el cuarto en ocupar la Casa Blanca, la han visitado.
La primera ceremonia religiosa de la iglesia se realizó en 1816, y muchos presidentes han orado en el lugar.
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