Por TOM KRISHER y COLLEEN BARRY
DETROIT — Nuevas marcas automotrices extranjeras podrían aparecer en el mercado estadounidense conforme al acuerdo logrado entre el grupo distribuidor encabezado por el ex automovilista deportivo Roger Penske y General Motors Corp. para comprar su filial Saturn.
El acuerdo anunciado el viernes es otro ejemplo de cómo la crisis ha reducido la influencia de la industria automotriz de Detroit, alterado el mercado global y — si Saturn termina como cree Penske — abrirá nuevos mercados a firmas del ramo más modestas.
«No hay duda que el mundo empresarial automovilístico ha cambiado», opinó el analista Michael Robinet, vicepresidente de CSM Worldwide, una firma asesora de Detroit.
La italiana Fiat SpA aguarda la aprobación judicial para adquirir los activos de Chrysler LLC. GM llegó a un acuerdo para vender su filial alemana Adam Opel GmbH a un consorcio encabezado por la firma canadiense de repuestos Magna y un banco ruso. Y la marca Hummer pasará de GM a ser propiedad de una empresa china, aunque los medios informativos estatales indicaron el viernes que el acuerdo se ha topado con obstáculos regulatorios.
Empero, los analistas del ramo ven la solución del problema en un punto clave: ofrecer vehículos de bajo costo y calidad suficiente para que el público quiera comprarlos, en gran número.
Empero, Penske, que regenta Penske Automotive Group Inc., la segunda red de concesionarios más importante de Estados Unidos, cree que su modelo mercantil es lo suficientemente novedoso para tener éxito.
GM y Penske esperan firmar el acuerdo en el tercer trimestre, por lo que la firma de Detroit seguirá produciendo tres modelos para los distribuidores de Saturn.
La clave del éxito reside en lograr que otros fabricantes extranjeros hagan coches para Saturn a precios más asequibles.
Al abrir las puertas a fabricantes extranjeros que no figuran hoy en el mercado estadounidense, como el francés Renault, Penske podría alterar el mercado nacional, permitiendo a marcas más modestas competir con Detroit.
Penske firmó una carta de entendimiento que daría a la cadena de concesionarios Penske Automotive Group, los 350 distribuidores de Saturn, indicó la empresa. Penske agregó que espera ofrecer a todos los concesionarios nuevos acuerdos y retendrá los 13.000 empleados de Saturn a corto plazo.
«Espero que este modelo que hemos creado juntos, el modelo de distribución, será rentable desde el primer día», dijo Penske en una entrevista con The Associated Press. «Tendremos menores costos. No nos dedicaremos a la fabricación».
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