Por OLGA R. RODRIGUEZ
HERMOSILLO, México (AP) — Las llamas devoraron rápidamente una guardería infantil en el norte de México con 142 bebés y niños, matando a 38 a pesar de los esfuerzos desesperados de los bomberos que abrieron boquetes en las paredes para tratar de rescatarlos, informaron las autoridades el sábado.
Noé Velásquez, empleado de una tienda de repuestos automotrices cercana que ayudó a sacar a cinco niños, dijo que el padre de uno de los pequeños chocó su camioneta tipo pickup contra la guardería en un esfuerzo por abrir un boquete en una pared.
Velasquez dijo que él y varias personas más corrieron al lugar al ver el humo. Cuando llegaron, los empleados ya habían sacado a algunos de niños pero los más pequeños todavía estaban atrapados, algunos de ellos en sus cunas.
«Anoche no dormí. Yo en mi vida (nunca) había pasado por una cosa así», afirmó.
La cifra de muertos aumentó a 38 después que otros tres niños murieron el sábado, dijo Raymundo López Vucovich, secretario de Salud del estado de Sonora, en una conferencia de prensa. No dijo cómo murieron, pero sí indicó que, en general, la mayoría de las víctimas perdieron la vida por falla de órganos provocada por inhalación de humo.
Algunos de los niños tenían quemaduras de tercer grado, dijo un funcionario de bomberos de Hermosillo, quien pidió guardar el anonimato porque no tiene autorización para hablar en público sobre el incendio.
«Como médico me he enfrentado mucho a la muerte, pero ver tanta desgracia y tanto sufrimiento en realidad a uno le parte el alma», dijo López con la voz entrecortada.
Treinta y tres niños permanecen hospitalizados, 23 de ellos en Hermosillo, incluyendo a 15 que están en condición crítica, dijo el funcionario, y agregó que uno de ellos presenta muerte cerebral.
Nueve niños han sido transferidos a otros hospitales mexicanos, ocho de ellos a Guadalajara, en el centro-occidente del país, y uno a Ciudad Obregón en Sonora, agregó.
Una niña de 3 años con quemaduras en más del 80% de su cuerpo fue enviada en un transporte militar para que reciba atención médica en el Hospital Infantil Shriners en el norte de California, dijo Carlos González Gutiérrez, cónsul general para México en Sacramento, California.
Los bomberos y varias personas trabajaron frenéticamente para sacar a los menores del edificio a través de la puerta de entrada, que era la única salida en funcionamiento, y a través de boquetes en los muros, dijo el mismo funcionario del departamento de bomberos que pidió guardar el anonimato
Autoridades gubernamentales dijeron que el edificio había pasado una inspección de seguridad, aunque se trataba de una bodega convertida en guardería que sólo tenía un puerta de salida que realmente podía abrirse y unas cuantas ventanas en una zona muy alta.
«El lugar está en malas condiciones. Es una bodega, no hay ventanas en los salones», indicó Guadalupe Arvizu, quien visitaba en el hospital a su nieto de dos años que resultó lesionado. La madre del pequeño trabajaba en la guardería pero resultó ilesa en el incendio.
Arvizu indicó que el edificio sí tiene una salida de emergencia, pero no pudo ser abierta el día del incendio y ella no sabe la razón.
Los padres sollozaban frente a una morgue a la espera de los cadáveres de sus hijos.
Delfina Ruelas, de 60 años, dijo que su nieto Germán León murió el sábado por la mañana a consecuencia de las quemaduras que sufrió, tres días después de su cuarto cumpleaños.
«Yo pensé que él no estaba tan quemado y que lo íbamos a encontrar bien, pero estaba muy quemado. Lo operaron ayer y aguantó la operación pero ya hoy no aguantó», dijo entre lágrimas frente a la morgue, acompañada por otros 30 parientes.
La familia de María Magdalena Millán, de 2 años de edad, efectuó su funeral, colocando rosas blancas en su pequeño ataúd y colocando un globo de Dora la Exploradora en la cruz sobre su tumba.
«¡Te amo y no te quiero dejar aquí!», gritó su madre.
Entre los adultos heridos había empleados de la guardería y algunos transeúntes que trataron de ayudar. Los lesionados tenían quemaduras de primer a tercer grado, dijo una autoridad del departamento de bomberos de Hermosillo.
Había unos 142 niños en la guardería en el momento del incendio, de entre seis meses y cinco años de edad, dijo Eduardo Bours, gobernador de Sonora, en conferencia de prensa.
El centro estaba a cargo de seis empleados, agregó Bours. Esa relación es acorde con las normas legales, dijo Daniel Karam, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, e indicó que una inspección el 26 de mayo halló que el edificio cumplía con las pautas de seguridad.
Al preguntársele si la existencia de una sola salida que funcionaba no constituía una violación, Karam repitió que el edificio había sido inspeccionado, aunque reconoció que tal vez habría que revisar los criterios.
El fuego pudo haber empezado en un almacén vecino de neumáticos y automóviles, dijeron las autoridades estatales. El incendio se extendió desde el techo de la guardería, dijo una autoridad del departamento de bomberos.
Las autoridades identificaron a 27 de los niños muertos, indicó el gobierno de Sonora en un comunicado el sábado.
El presidente Felipe Calderón dijo en un comunicado que el Instituto Mexicano del Seguro Social, que tenía un contrato con la guardería privada ABC para que ésta atendiera a los hijos de sus afiliados, envió a Hermosillo a un equipo de 15 médicos con experiencia en víctimas de quemaduras, tres ambulancias aéreas, dispositivos para facilitar la respiración y medicinas.
Calderón también le ordenó al procurador general Eduardo Medina Mora que inicie una investigación.
«Yo quiero decirles a las mamás y a los papás de los pequeños que han fallecido que los acompañamos en el profundo dolor por el cual están atravesando por esta terrible pérdida, y haríamos lo que fuese por mitigar y aliviar el mismo», dijo el mandatario durante una visita a un poblado en la península de Yucatán.
Tragedias anteriores que causaron la muerte de muchas personas en México han ocurrido antes por la falta de suficientes medidas de seguridad.
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