SAN JOSE — Nadie, al menos en Costa Rica, conoce la respuesta a la duda que rondaba durante la rueda de prensa de los presidentes Manuel Zelaya de Honduras y su anfitrión el costarricense Oscar Arias: ¿porqué trajeron al depuesto mandatario a esta capital?.
El hondureño relató que nunca supo que venía para Costa Rica hasta el mismo instante que aterrizó el avión presidencial, al que lo subieron a la fuerza y en el que viajó custodiado por tres soldados.
«Cuando noté que era San José pensé: Gracias a Dios no me han asesinado y me traen a un país que es democrático»’, manifestó Zelaya al calificar la experiencia como «una prueba muy dura».
Afirmó que le dio la impresión que los pilotos no sabían adónde dirigirse. Primero recargaron combustible en Honduras y «creo que lo decidieron cuando ya estaban aquí».
Arias aseguró que no tenía conocimiento previo de la llegada de Zelaya a la llamada Base Dos donde opera la sección aérea de ese ministerio, contradiciendo una primera versión brindada por la ministra de Seguridad, Janina del Vecchio.
«Yo fui notificado cuando el presidente Zelaya ya estaba aquí en el aeropuerto y en ningún momento se me consultó si autorizaba el aterrizaje. Luego el viceministro de Seguridad me llamó para avisarme, cuando ya estaba», explicó el mandatario costarricense.
Del Vecchio señaló que las autoridades se enteraron de todo hasta que sucedió, pues el avión que transportó a Zelaya tenía matrícula civil y solo necesitó reportar una necesidad de aterrizaje, identificándose.
«Era un avión de matrícula civil, no uno militar o artillado que para el ingreso de este tipo de aeronaves la legislación costarricense exige un permiso del Congreso», detalló Del Vecchio. Dijo que ni el avión ni sus tripulantes se quedaron en Costa Rica.