Por STEVEN R. HURST
MOSCÚ — Los presidentes de Estados Unidos y de Rusia pondrán fin el lunes a un hiato de siete años en las reuniones cumbre bilaterales en medio de señales positivas: ambos han declarado su intención de reducir sus respectivos arsenales nucleares y reparar sus relaciones dañadas.
Ambas partes parecen dispuestas a usar sus avances en materia de control de armamentos como un sendero para un posible acuerdo en tópicos más difíciles, como Irán y la diminuta ex república soviética de Georgia.
Esas dificultades y muchas otras han agriado los vínculos en los primeros años luego de concluir la Guerra Fría y han afectado los lazos entre Moscú y Washington, colocándolos en su nivel más bajo en más de dos décadas.
Previo a la llegada del presidente Barack Obama a Moscú, un funcionario de la Casa Blanca dijo a periodistas el domingo que los presidentes anunciarán avances en sus negociaciones destinadas a un nuevo acuerdo para la reducción de armas nucleares a fin de remplazar el acuerdo START I, que expira el 5 de diciembre.
Gary Samore, coordinador de armas de destrucción masiva del gobierno de Obama, dijo que los dos líderes «registrarán algunos avances».
El objetivo, dijo Samore, es que haya un nuevo acuerdo para cuando expire el actual tratado de armas, START I.
Por su parte, el presidente ruso Dmitry Medvedev dijo en un discurso por la internet que las dos potencias «necesitan nuevos, comunes, mutuamente beneficiosos y proyectos en materia de negocios, de ciencia y de cultura».
El mandatario expresó su esperanza de que «fructifiquen» los «sinceros deseos del gobierno de Moscú «para abrir un nuevo capítulo en la cooperación ruso-estadounidense».
Hace tres días y en un gesto de buena voluntad, Rusia anunció que permitirá a Estados Unidos enviar armas a través de su territorio hacia Afganistán.
Rusia ya permite a Estados Unidos transportar bienes no letales a través de su territorio para apoyo de las operaciones en Afganistán. El nuevo acuerdo permitirá a Estados Unidos transportar bienes letales tanto por tierra como por aire.
La ruta normal de suministros hacia Afganistán, un país sin salida al mar, es a través de Pakistán, pero esa ruta ha sido sometida a constantes ataques por parte de la milicia religiosa Talibán.
AP.