Pittsburgh, Estados Unidos | | sábado 27/10/por Dustin Franz – Un hombre de 46 años fue el responsable de cometer este sábado en una sinagoga de Pittsburg, en Pensilvania, el ataque antisemita más mortífero de las últimas décadas en Estados Unidos, asesinado a balazos a 11 judíos que se encontraban reunidos en ese lugar.
Robert Bower, como fue identificado por las autoridades, irrumpió en la sinagoga Tree of Life (Árbol de la vida) alrededor de las 14H00 GMT. «Todos los judíos deben morir», gritaba el hombre según indicaron testigos, al tiempo que abría fuego mientras se llevaba a cabo una ceremonia para celebrar el nacimiento de un niño.
«El servicio estaba en marcha cuando escuché un gran ruido en la entrada», relató un miembro de la congregación, Stephen Weiss, al diario Tribune reviuw. «Reconocí el sonido como el de un arma de fuego», precisó este hombre de 60 años, que se dió a la fuga de inmediato del lugar.
Además de los 11 muertos, seis personas resultaron heridas, entre ellas cuatro integrantes de las fuerzas del orden. Ningún niño resultó lesionado.
El presidente Donald Trump calificó el ataque como un «desquiciado acto de asesinato en masa», denunciando el clima de «odio» en el país y el mundo. «No debe haber tolerancia para el antisemitismo», afirmó.
Trump, quien se encuentra en el estado de Illinois para participar en un acto de campaña, anunció este sábado que viajará a Pittsburgh, sin dar mayores detalles de su traslado.
El atacante fue detenido y enviado a un hospital tras un enfrentamiento con las fuerzas del orden.
«Es probablemente el ataque más mortífero contra la comunidad judía en la historia de Estados Unidos», dijo Jonathan Greenblatt, director nacional de la Liga Antidifamación (ADL), principal asociación estadounidense de lucha contra el antisemitismo.
El director de seguridad pública de Pittsburgh, Wendell Hissrich, confirmó a la prensa que 11 personas murieron y seis resultaron heridas, incluyendo los cuatro policías.
El tirador portaba un rifle de asalto y al menos tres pistolas, según las autoridades, que identificaron a Bowers como un residente de Pittsburgh de 46 años cuyas publicaciones en línea estaban repletas de comentarios antisemitas.
– Corriendo por las escaleras –
Una mujer en la escena declaró a CNN que su hija estaba con otras personas que corrieron escaleras abajo y se atrincheraron en el sótano de la sinagoga después de escuchar los disparos. «Están a salvo», dijo a la cadena.
«Este desquiciado acto de asesinato en masa es pura maldad, difícil de creer y, francamente, algo inimaginable», dijo Trump en un acto en Indiana para las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
Más temprano había dicho que «hay que hacer algo» para evitar este tipo de crímenes, proponiendo endurecer la legislación sobre la pena de muerte contra los autores de ataques en sitios de culto.
Su hija Ivanka, convertida al judaísmo, deploró lo que llamó un ataque «depravado», y el vicepresidente Mike Pence, en tanto, condenó un «ataque contra la libertad de culto».
– «Horrenda brutalidad antisemita» –
La canciller alemana, Angela Merkel, denunció «el odio antisemita ciego» y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar y solidaridad con Estados Unidos, condenando «esta horrenda brutalidad antisemita».
Francia, Canadá y la ONU también condenaron el ataque.
El tiroteo ocurre en momentos de agudas tensiones en Estados Unidos, un día después de que un ferviente seguidor de Trump en Florida fuera arrestado y acusado el viernes de enviar 13 bombas a opositores del presidente de Estados Unidos, en un caso que inyecta más presión al país a pocos días de las cruciales elecciones legislativas.
Se trata del último incidente de tiroteo en Estados Unidos, donde las armas de fuego están vinculadas a más de 30.000 muertes anuales.
Los delitos de odio han aumentado en Estados Unidos en los últimos años.
Esos episodios antisemitas se multiplicaron el año pasado, cuando aumentaron 57%, pasando de 1.256 a 1.986, según la ADL.
La sinagoga Árbol de la Vida, fundada hace más de 150 años, está en el vecindario de Squirrel Hill, corazón de la vida judía de esta ciudad del estado de Pensilvania.
Según un estudio de la Universidad de Brandeis de 2017, más del 80% de los residentes del vecindario dijeron que tenían alguna preocupación o estaban muy preocupados por el aumento del antisemitismo.
El Departamento de Policía de Nueva York dijo que estaba desplegando equipos de armas pesadas en casas de culto en toda la ciudad en respuesta al ataque de Pittsburgh.
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