Por LARRY O’DELL
APPOMATTOX, Virginia, EE.UU. — Un hombre armado acusado de matar a ocho personas para luego desaparecer en el denso bosque de Virginia, desde donde disparó contra un helicóptero de policía, se rindió el miércoles al amanecer sin presentar resistencia, luego de que decenas de agentes policiales lo persiguieron toda la noche.
Christopher Speight, de 39 años, se acercó a los policías en el lugar donde ocurrieron las muertes cerca de las 7.10 de la mañana y se entregó, dijo el sargento Thomas Molnar de la Policía Estatal de Virginia. No sabía si Speight estaba armado al rendirse.
Molnar dijo que Speight fue trasladado a un lugar no especificado para ser interrogado. Aún no se presentaban cargos en su contra.
El drama comenzó cerca del mediodía del martes y paralizó esta zona rural, a unos 160 kilómetros (100 millas) al suroeste de la capital estatal Richmond, con los bosques llenos de policías que buscaban al sospechoso. Cuatro escuelas cercanas con unos 2.000 alumnos pensaban no abrir el miércoles, antes de la rendición.
La policía aún trabajaba en la identificación de las víctimas y la notificación a sus familiares.
Las autoridades habían dicho que Speight tenía un fusil de alto poder. El alguacil O. Wilson Staples dijo que los investigadores creen que había recibido entrenamiento en manejo de armas, luego de encontrar varias en su casa.
La policía estatal, con apoyo de otras agencias, mantuvo rodeado durante la noche una zona boscosa de más de tres kilómetros y buscó allí a Speight. Esa área está cerca de la casa donde se encontraron siete cadáveres. La octava víctima apareció moribunda al costado del camino y murió camino al hospital.
Todas las víctimas eran adultas y había hombres y mujeres. Tres cuerpos estaban dentro de la casa y cuatro en la entrada, dijo Molnar. Las autoridades dijeron que Speight conocía a las víctimas, pero no dieron más detalles.
La policía se negó a aventurar un motivo para los crímenes y no dijo que tipo de arma se usó.
(AP)
