Nueva York, Estados Unidos | viernes 31 por Pedro REPARAZ – Las hermanas Serena y Venus Williams chocan este viernes en la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos en el trigésimo capítulo de una rivalidad que dura ya dos décadas, en una jornada en la que el español Rafael Nadal firmó una victoria agridulce al sufrir problemas físicos en su rodilla derecha.
Serena, de 36 años, y Venus, de 38, se aprestan a enfrentarse por trigésima vez desde aquella primera ocasión en el Abierto de Australia de 1998, cuando ambas eran poco más que adolescentes.
Desde entonces, entre las dos acumulan 30 títulos de Grand Slam y se han convertido en leyenda viva del mundo del tenis.
«Creo que a todo el mundo le encanta ver sus enfrentamientos. Crean una atmósfera especial, cada vez», valoró el argentino Juan Martín Del Potro.
«Es increíble lo que han conseguido. Quiero decir, realmente increíble. Obviamente ha habido otros hermanos que han tenido grandes carreras en el tenis, pero ninguno remotamente cerca de lo que han conseguido ellas. Me sorprendería mucho que algo así volviera a suceder», estimó por su parte el británico Andy Murray.
Y ambas chocarán en la instancia más temprana en un Grand Slam en 20 años, cuando estrenaron rivalidad en aquel Open de Australia del 98. Venus, entonces, no tuvo piedad de su hermana pequeña.
«Va a ser un partido muy duro, en una fase muy temprana del campeonato», dijo Serena al término de su partido de segunda fase ante la alemana Carina Witthoeft.
Serena, después de ser madre hace un año, busca recuperar el nivel que la llevó a dominar el circuito durante casi una década. Tras caer en la final de Wimbledon, ahora busca en las pistas duras de Flushing Meadows, en Nueva York, el 24º título de Grand Slam de su carrera, que la empareje con la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos.
Pero primero tendrá que superar a su hermana mayor, con la que tiene un récord positivo de 17 victorias y 12 derrotas (10-5 en Grand Slams), incluyendo el triunfo en la final del Abierto de Australia en 2017. Esa fue la última vez que levantó un trofeo «mayor», estando ya embarazada.
«La última vez que jugamos en Australia fueron dos contra una así que espero que esta vez sea más justo», bromeó Venus tras pasar a tercera ronda.
Y tiene motivos para ser optimista tras imponerse en su último duelo, en la misma instancia en marzo, en Indian Wells.
– Una rodilla maltrecha –
Antes del plato fuerte de la jornada, Nadal avanzó a octavos de final al ganar en cuatro sets de 5-7, 7-5, 7-6 (9/7), 7-6 (7/3) en al ruso Karen Khachanov en un maratoniano encuentro que duró cuatro horas y 23 minutos. Pero la victoria quedó empañada por unas molestias en su rodilla derecha que preocupan. No en vano, el español ya se perdió el final de la temporada 2017 y el principio de la 2018 por una lesión en esa zona.
Nadal tuvo que luchar durante toda la contienda, con su rodilla vendada desde el final del primer set, para poder derribar a la muralla rusa, de casi dos metros de altura.
La primera raqueta mundial cedió el primero y perdía el segundo 4-5 cuando se paró el encuentro para cerrar el techo retráctil. Ese descanso insufló de aire a Nadal, que le dio la vuelta y se adjudicó el set.
A partir de ahí, dos «tie breaks» sentenciaron la contienda: en el primero, Khachanov cometió dos dobles faltas definitivas mientras en el segundo el español tomó una renta de 5-1 y acabó decidiendo con su saque.
Ahora, en el último juego del día en la pista central Arthur Ashe, el «local» Del Potro se medirá al también español Fernando Verdasco, quien se deshizo de Murray hace dos días.
– Toque de atención –
Por la mañana, la organización del torneo consideró que el juez de silla sueco Mohamed Lahyani se excedió en la víspera cuando bajó a pedirle al australiano Nick Kyrgios que se esforzara más frente al francés Pierre-Hugues Herbert, pero no será sancionado por ello.
«El US Open ha determinado que la conducta del juez de silla Mohamed Lahyani durante el partido de segunda ronda entre Nick Kyrgios y Pierre-Hugues Herbert fue más allá del protocolo», explicó la organización en un comunicado.
«Se le ha pedido a Lahyani que se adhiera estrictamente a los protocolos en todos sus partidos de aquí en adelante. Lahyani continuará arbitrando en el US Open 2018. Su actuación seguirá siendo evaluada, como en el caso de todos los jueces de silla a lo largo del torneo», prosiguió.
Lahyani bajó de su silla en el segundo set luego de que un Kyrgios desganado y desinteresado hubiera perdido el primer set 4-6 y cediera el segundo 2-5 y, entre otras cosas, le dijo: «Quiero ayudarte (…) Este no eres tú».
El oceánico acabó imponiéndose 7-6 (8/6) y ganó también las dos siguientes mangas por 6-3, 6-0.
prz/ao