Sin rastros del avión de Air France en el Atlántico

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Por BRADLEY BROOKS

RIO DE JANEIRO (AP) — Los rescatistas trabajaban contra el reloj el martes en la búsqueda de los restos del vuelo 447 de Air France, que desapareció en el Océano Atlántico con 228 personas a bordo, mientras investigadores franceses dijeron que la causa probable del desastre fue una combinación catastrófica de factores.

Los socorristas que sondeaban las aguas en una vasta zona entre el noreste brasileño y el Africa occidental no habían encontrado señales del avión ni sobrevivientes. La última comunicación del Airbus fue a las 0214 GMT del lunes mientras volaba de Rio de Janeiro a París.

Los investigadores a ambos lados del océano intentaban descubrir las causas, que pudieran ser viento y granizo de una masa de cúmulos, rayos o una combinación de hechos extraordinarios.

El ministro de transportes francés Jean-Louis Borloo dijo que la policía francesa estudiaba las listas de pasajeros.

Dijo que los investigadores «no creen que un simple rayo, algo relativamente clásico en la navegación, pudiera haber causado la pérdida de la nave».

«Realmente tuvo que producirse una sucesión de hechos extraordinarios para explicar esta situación», dijo Borloo a la radio RTL el martes.

«Ha comenzado la carrera contra el reloj» para hallar las dos cajas negras del avión, que emiten señales durante 30 días, dijo el funcionario.

La probabilidad de hallar sobrevivientes «es muy, muy pequeña, incluso inexistente», acotó.

Aunque no se ha determinado lo que pasó, un funcionario del Pentágono que pidió no ser identificado dijo que no veía ninguna señal de un acto terrorista o criminal.

Los pilotos de un vuelo comercial de París a Río de Janeiro de la aerolínea brasileña TAM vieron en la mañana del lunes algo que parecía fuego en la ruta del avión de Air France sobre el océano, dijo la aerolínea en un comunicado enviado por correo electrónico a The Associated Press.

El vocero de la Fuerza Aérea Brasileña coronel Jorge Amaral dijo que las autoridades estaban investigando esa información, de acuerdo con el servicio de noticias estatal Agencia Brasil.

«Hay información de que el piloto de un avión TAM vio varios puntos naranja en el océano mientras volaba sobre la región… donde desapareció el avión de Air France», dijo Amaral. «Tras llegar a Brasil, el piloto se enteró de la desaparición y dijo que pensaba que esos puntos en el océano eran llamas».

Sin embargo, la fuerza aérea brasileña dijo el martes que un buque mercante francés, el Douce France, había realizado una búsqueda en la zona indicada por TAM sin hallar restos de un vuelo.

El presidente francés Nicolas Sarkozy dijo que la causa del accidente no está clara y que «ninguna hipótesis ha sido excluida.» Algunos expertos descartaron la posibilidad de que un rayo haya derribado al avión. Sin embargo, nubes de tormenta que llegan a más de 15.000 metros (50.000 pies) de altura pueden golpear a un avión con vientos feroces y granizo y causar daños estructurales si los pilotos no pueden esquivarlas.

Sarkozy aseguró que les dijo a los familiares de pasajeros del vuelo desaparecido que «las posibilidades de encontrar sobrevivientes son muy pocas».

El avión Airbus A330, de cuatro años de antigüedad, partió de Río la noche del domingo con 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, dijo la vocera de la compañía Brigitte Barrand. Llevaba 61 ciudadanos franceses, 58 brasileños, 26 alemanes, nueve chinos y nueve italianos. También había ciudadanos de otros 27 países, entre ellos dos estadounidenses, dos españoles y un argentino.

Entre los pasajeros había 126 hombres, 82 mujeres, 7 niños y un bebé.

El avión viajaba en forma normal a unos 10.670 metros de altura (35.000 pies) y 840 kilómetros (522 millas) por hora hasta que, cuatro horas tras el despegue, desapareció. Al momento en que dejó la zona cubierta por el radar, más allá del archipiélago brasileño de Fernando de Noronha, a las 10.48 hora local, no había reportado incidentes.

Sin embargo, justo al norte del Ecuador, acechaba una batería de nubes de tormenta. Franjas de clima extremadamente turbulento se extendían a través del Atlántico hasta Africa, como suelen hacerlo en esa área en esta época del año.

El avión «cruzó a través de una zona de truenos con fuerte turbulencia», dijo Air France. Unos 14 minutos después, a las 11.14 hora local (0214 GMT), un mensaje automático reportó fallas en el sistema eléctrico y pérdida de presión en la cabina. Air France dijo que eso fue la última comunicación que recibió desde el vuelo 447.

El vocero en jefe de Air France Francois Brousse dijo que un rayo podría haber dañado al avión. Henry Margusity, meteorólogo principal de AccuWeather.com, subrayó que las tormentas llegaban a 15.000 metros en esa zona, por lo que es posible que el avión se haya adentrado en la parte más severa de la tormenta.

Otros expertos expresaron dudas de que un rayo pudiera ser suficiente para derribar a la nave. Algunos dijeron que la turbulencia es más peligrosa.

Bill Voss, presidente de la Fundación de Seguridad en Vuelo de Alexandria, Virginia, dijo que los aviones están diseñados para que la electricidad se disipe en su fuselaje y son probados para resistir a grandes choques electromagnéticos.

El avión desapareció en una zona del Atlántico que no cubre ningún radar. Operadores de tráfico aéreo de Brasil, Africa, España y Francia intentaron sin suerte ponerse en contacto con el avión.

Menos de dos horas después, dos aviones de la Fuerza Aérea brasileña iniciaron una misión de búsqueda a la que se sumaron luego siete aviones más y tres navíos de la Marina. Sin embargo, la única pista es el último punto donde el vuelo hizo contacto —a unos 1.200 kilómetros (745 millas) al nordeste de la ciudad costera de Natal)— y el operativo enfrenta un área inmensa de mar abierto, con profundidades de hasta 15.000 pies.

En Brasil, familiares acongojados volaron a Río de Janeiro, donde recibieron asistencia de Air France.

En el aeropuerto Charles de Gaulle al norte de París, los familiares se negaron a hablar con los periodistas y fueron llevados a un centro de crisis.

El director general de Air France-KLM, Pierre-Henri Gourgeon, dijo en una conferencia de prensa que el piloto tenía una experiencia de 11.000 horas de vuelo, incluidas 1.700 horas manejando ese tipo de aeronave. No se divulgó inicialmente el nombre del piloto.

«La conclusión es que algo catastrófico ocurrió a bordo que hizo que esta aeronave cayese de una manera controlada o incontrolada», dijo a The Associated Press Chris Yates, analista de la revista Jane’s Aviation.

«Pensaría que (el avión) cayó con… tanta rapidez que el piloto no tuvo la posibilidad de hacer un llamado de emergencia», dijo Yates.

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