MADRID (AP) — El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, recibió el miércoles el premio Cortes de Cádiz a la Libertad y pidió a las FARC gestos concretos y sin trampas para avanzar en el camino hacia la paz.
En un acto en la residencia del embajador de Colombia en Madrid, al que asistieron los príncipes de Asturias Felipe y Letizia, así como la alcaldesa de Cádiz Teófila Martínez, entregó la distinción a Uribe por su esfuerzo, dijo, a favor de la libertad y su lucha constante contra el terrorismo.
Por su parte, el mandatario colombiano agradeció en un largo discurso la generosidad de España, ofreció el premio a los miles de policías y soldados que viven mutilados por las consecuencias del conflicto y volvió a insistir en la importancia del camino iniciado por su gobierno en la conquista de un país más seguro.
Tras reunirse el martes con su homólogo José Luis Rodríguez Zapatero, Uribe recordó su decisión de nombrar al ex rebelde de las FARC Yesid Artera, quien reside en España, como «gestor de paz» para trabajar a favor de desmovilizaciones de guerrilleros, entre otras labores.
En ese sentido, consideró razonable que las FARC anuncien un cese de sus operaciones durante un tiempo prudencial de unos cuatro meses, con el objetivo de caminar hacia la reconcialiación.
Dijo que no pediría a la guerrilla un desarme inmediato.
«Nos mantenemos dispuestos hacia la paz», afirmó. «Una cesación de actividades criminales sería el principio del camino hacia la paz, pero no se requeriría como puerto de embarque el desarme ni la desmovilización. El desarme y la desmovilización serían los puertos de llegada», declaró.
No obstante, Uribe insistió en que el gobierno no se dejará engañar. Advirtió que las políticas de seguridad para garantizar la libertad de los colombianos son esenciales para el buen funcionamiento del estado.
Por eso, Uribe señaló que el gran problema que sigue enfrentando su país es el narcotráfico y afirmó que el debate sobre la legalización de la droga para rebajar la criminalidad está equivocado.
«La droga está legalizada en la medida que hay permisividad con el consumo», subrayó. «Como se entiende que nosotros hagamos un esfuerzo inmenso en la lucha contra los cultivos y al mismo tiempo tengamos que soportar el flagelo del consumo».
Uribe consideró que el mundo tiene que replantearse esta cuestión y precisó que Europa debe implicarse particularmente.
«La ilegalidad del consumo no implica que se abandonen políticas de prevención o de rehabilitación. Son perfectamente compatibles», dijo. «Necesitamos más ayuda eficaz de todo el mundo, especialmente de Europa, para poder combatir el narcotráfico que es finalmente el enemigo de nuestras libertades».
Después de su intervención, muy aplaudida por todos los asistentes, Uribe almorzó con los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, para poner punto y final a su visita de dos días a España, que se ha visto eclipsada por coincidir con el viaje a Madrid el presidente francés Nicolás Sarkozy y su esposa Carla Bruni.
El presidente colombiano continuará su gira europea desplazándose a Italia, donde se entrevistará con el Papa Benedicto XVI y el primer ministro Silvio Berlusconi.