Por ERIC NÚÑEZ
NUEVA YORK — Ni siquiera una dolencia abdominal pudo frenar el domingo a Rafael Nadal al barrer en tres sets a Nicolás Almagro y acceder a los octavos de final del Abierto de Estados Unidos.
Después del tercer game del último set, Nadal tuvo que recibir tratamiento médico en los abdominales, pero al final se impuso 7-5, 6-4, 6-4 sobre su compatriota español Nicolás Almagro, en un partido plagado por la debilidad de ambos con el saque.
Lo más curioso del duelo se dio cuando Nadal recibía atención, puesto que casi al rato Almagro también pidió auxilio por una molestia en la espalda, con lo que los espectadores en el estadio Arthur Ashe tuvieron como espectáculo a dos jugadores tirados al unísono en el cemento.
La dolencia de Nadal no es nueva, ya que la misma afloró el mes pasado durante el Masters de Cincinnati. Después de alejarse dos meses de las canchas para recuperarse de tendinitis en su rodilla, cada problema físico es visto con lupa.
En busca del último título que le falta en la colección, Nadal no ocultó fastidio ante las preguntas sobre sus condiciones.
«¿Qué te crees, que si no estuviera para jugar no lo hubiera dicho aún?», respondió tajante en la rueda de prensa tras el partido. «Dentro de dos días saltaré a la pista … y con condiciones»,
Ahora le toca un duelo contra el francés Gael Monfils, quien iba en ventaja 6-3, 6-4, 1-0 cuando el argentino José Acasuso se retiró al sentirse una molestia en la rodilla.
En un día de bastante viento, el total de rupturas de servicio que acumularon fue 13, cinco de los cuales fueron sufridos por Nadal. Hubo una secuencia de cuatro games sucesivos en el set inicial en el que ambos intercambiaron quiebres hasta que el tercer cabeza de serie logró aguantar en el duodécimo juego al remontarle un 15-40 a Almagro.
Junto a Nadal, el argentino Juan Martín Del Potro, el chileno Fernando González y el rejuvenecido español Juan Carlos Ferrero también visaron sus pasaportes.
Más tarde, el británico Andy Murray dio fin al inesperado avance del estadounidense Taylor Dent en el torneo al vencerlo en tercera ronda por 6-3, 6-2, 6-2.
Murray, segundo preclasificado, intenta ser el segundo británico desde los años 30 en llevarse un título masculino de Grand Slam y éste es el sexto major seguido en que llega a la cuarta ronda.
Serena Williams fue la primera en abrirse paso a los cuartos de final de la rama femenina, pero su hermana Venus chocó contra la muralla de Kim Clijsters.
Del Potro cedió su primer set del torneo, pero en lo general hizo un partido completo al derrotar 6-1, 3-6, 6-3, 6-3 al austríaco Daniel Koellerer y sacar cita para medirse con Ferrero.
El sexto preclasificado dijo que su sobresalto en el segundo parcial fue por bajar la guardia: «me relaje más que nada … es muy difícil mantener la concentración en partidos de cinco sets».
González (11) repitió por segundo año consecutivo en la ronda de los ocho mejores tras anotarse una victoria 7-5, 6-4, 6-4 sobre el checo Tomas Berdych (17), con quien había perdido sus tres duelos anteriores.
El chileno clavó 16 saques y nunca permitió que Berdych le quebrase el servicio, alzándose con un triunfo que resultó más fácil de lo esperado.
«Fue de lejos mi mejor partido del torneo», dijo González. «El saque me dio más tranquilidad».
Su rival de turno será el francés Jo-Wilfried Tsonga (7), quien dio cuenta 7-6 (4), 6-2, 6-4 de su compatriota Julien Benneteau.
Ferrero (24) se benefició cuando el francés Gilles Simon (9) no pudo más con una molestia en la rodilla, aunque el partido ya estaba encarrilado a favor del español que tenía ventaja 1-6, 6-4, 7-6 (5), 1-0.
Con las victorias de Nadal y Ferrero, España tendrá presencia de cuatro hombres en los octavos. Fernando Verdasco y Tommy Robredo habían avanzado el día previo.
Ferrero perdió ante Andy Roddick la final del Open estadounidense de 2003, el año en que estuvo como número uno del mundo. Pero las lesiones fueron mermándole y recién en abril aparecía en el puesto 115 del ranking.
«Es difícil comparar porque hace tiempo de eso», dijo Ferrero al valorar que por primera vez desde 2003 ha logrado sobrevivir la primera semana en el cemento de Flushing Meadows. «La gran diferencia es la confianza con la que jugaba entonces. Parece que cuando estás arriba del todo, todo sale bien. Pero creo que ahora soy un jugador más completo … con más experiencia».
Parece que nadie en la rama femenina es capaz de parar a Serena Williams, quien voltea rivales con una facilidad pasmosa.
La defensora del título y segunda cabeza de serie sigue sin ser exigida en el torneo tras propinarle una paliza 6-2, 6-0 a la eslovaca Daniela Daniela Hantuchova. Todavía no ha cedido un set.
Serena no será la primera del ranking, pero la menor de las hermanas Williams se ha cansado de demostrar que en las grandes citas es insuperable. Dato estadístico: ha ganado tres de los últimos Grand Slams y ha figurado en la ronda de cuartos en 11 de los 12 recientes.
Su camino hacia un posible 12mo título de Grand Slam seguirá en cuartos de final contra la décima preclasificada, la italiana Flavia Pennetta, quien la noche del domingo sobrevivió a seis match points para eliminar a la séptima cabeza de serie, la rusa Vera Zvonareva, por 3-6, 7-6 (6), 6-0.
Y ahora Williams no tendrá que cruzarse con su hermana en las semifinales, ya que Venus cayó 6-0, 0-6, 6-4 ante la belga Clijsters.
En su regreso al Open por primera vez desde que se coronó campeona en 2005, Clijsters despejó que su forma está intacta tras alejarse un par de años para casarse y dar a luz una niña.
Clijsters, quien no ha disputado suficientes torneos para estar en el ranking, está ahora a un par de triunfos más para convertirse en la primera jugador sin preclasificación que alcanza la final del torneo desde que Venus lo hizo en 1997.
«Fue un partido, sobre todo los dos primeros sets», dijo Clijsters. «Pero luego que perdí el segundo por 6-0, me dije que tenía que comenzar de cero». .
En otro partido nocturno, el croata Marin Cilic, 16to preclasificado, venció al uzbeko Denis Istomin por 6-1, 6-4, 6-3.
