CARACAS (AP) — El embajador venezolano en Bogotá, Gustavo Márquez, negó el jueves que el gobierno colombiano haya informado a las autoridades de Venezuela con antelación sobre los lanzacohetes que fueron incautados a las FARC y dijo que con este caso lo que se busca es justificar una «intervención» en el país.
Márquez desestimó la declaración del gobierno colombiano en la víspera en cuanto a que Venezuela fue notificada desde junio sobre los lanzacohetes adquiridos por las autoridades venezolanas y que terminaron en manos de las FARC, y afirmó que «nunca fui llamado» sobre el caso.
Un comunicado de la Cancillería venezolana respondió a los comentarios que realizó el gobierno del presidente Alvaro Uribe en la víspera sobre el caso y advirtió que «cada agresión del gobierno colombiano será respondida con medidas muy firmes».
«Aquí se trata pues de abrir una investigación… para ver la veracidad (de) por qué esas armas están allá, si realmente son venezolanas, si esos seriales corresponden o no corresponden», indicó Márquez en entrevista en Venezolana de Televisión (VTV) al asegurar que Colombia divulgó la información del caso «sin ser verificada, sin ser comprobada».
El embajador dijo que Colombia ha actuado con «gran irresponsabilidad para entorpecer la relación», y «nos lanzan esta bomba prácticamente y nos colocan una pistola en la sien».
El diplomático insistió que con este caso lo que se busca es «hacerle coro a esta campaña internacional que pretende justificar una intervención en Venezuela que es lo que está detrás tal como ocurrió en la guerra de Irak».
El presidente Hugo Chávez decidió «congelar» la relación con Colombia y retirar al embajador y el resto del personal diplomático venezolano destacado en Bogotá en protesta por las denuncias que surgieron los lanzacohetes AT-4, de factura sueca, adquiridos por Venezuela pero incautados a las FARC.
Márquez criticó el acuerdo que está discutiendo Colombia para que militares estadounidenses usen algunas bases en territorio colombiano y dijo que concretarse se estaría «entregando la soberanía de ese país, incluso pasando sobre la constitución de ese país».
Agregó que de materializarse el envío de tropas estadounidenses a bases colombianas se «crearía las condiciones para que las relaciones entre los dos países no puedan ser iguales».
«El gobierno colombiano, rehuyendo a sus propias responsabilidades, quiere justificar la instalación en su territorio de hasta cinco bases militares de la principal potencia bélica mundial, alegando que tres lanzacohetes supuestamente propiedad del ejército venezolano habrían llegado a manos de un grupo irregular», indicó la Cancillería venezolana.
Sostuvo que si la «oligarquía colombiana» ha tomado «la deshonrosa decisión de entregarlo (el país) en comodato a los Estados Unidos, debe asumirla con claridad frente al pueblo de Colombia antes que escudarse detrás de pretextos absurdos».
«Colombia ha aniquilado los esfuerzos emprendidos por construir una relación binacional para beneficio de ambos pueblos, poniendo claramente en peligro la paz y la estabilidad de la región», agregó el escrito.
Según el gobierno de Venezuela, Colombia que «pretende convertir a Sudamérica toda en un área de violencia».
Colombia podría permitir que las fuerzas armadas de Estados Unidos usen tres bases aéreas y dos navales en su país. Las autoridades colombianas dicen que Venezuela no tiene porque preocuparse y que la cantidad de efectivos no superará los 1.400 que fijó el Congreso estadounidense.