Zelaya da plazo de 1 día a negociaciones

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Por FILADELFO ALEMAN

MANAGUA — El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que dará a los negociadores como plazo hasta el primer minuto del domingo para llegar a un acuerdo que lo restituya en el cargo.

De lo contrario, Zelaya advirtió que regresaría a su país, con o sin acuerdo. Añadió que considerará las negociaciones un fracaso a menos que surja un acuerdo que lo ponga de nuevo en el cargo de presidente para la medianoche.

El mandatario depuesto no dijo qué haría si fracasan las conversaciones. Ha dicho antes que los hondureños tienen el derecho constitucional de declarar una insurrección contra un gobierno ilegítimo.

«Mañana a las doce de la noche vence el plazo para que el gobierno golpista cumpla con las resoluciones de la ONU y la OEA para que me restituyan al poder», dijo Zelaya el viernes, durante una conferencia de prensa en la embajada de Honduras en Nicaragua.

Se refirió así a las exigencias de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos para que sea restituido.

«Si a esa hora no hay una resolución en ese sentido, damos por fracasadas las negociaciones en Costa Rica», advirtió.

Representantes de Zelaya y del gobierno de facto de Honduras tienen previsto reunirse en Costa Rica el sábado, para una serie de conversaciones.

El presidente costarricense Oscar Arias se aprestaba a recibir el sábado a las delegaciones del conflicto hondureño para un segundo intento de diálogo. Hasta antes de las declaraciones de Zelaya, parecía predominar la idea de un gobierno de reconciliación nacional, algo que parecía complicado en medio de una guerra de declaraciones y advertencias de ambas partes.

«Una posibilidad es estudiar la constitución de un gabinete que integre a todas las fuerzas y sería un gabinete de unidad, de reconciliación, que de seguridad al pueblo hondureño», dijo Arias el viernes al negar que ya exista un acuerdo sobre ese punto.

Aseguró que será hasta el sábado que realizará las propuestas con el fin de debatirlas con las comisiones de alto nivel enviadas por Zelaya y el mandatario designado por el gobierno de facto Roberto Micheletti. La cita se desarrollará de nuevo en la casa privada de Arias, al oeste de San José.

«Estamos proponiendo algunas medidas que considero convenientes y pueden servir para allanar el camino y el restablecimiento del orden constitucional, una es esa del gobierno de unidad y otra es la amnistía política, nada más política, para todas las partes», agregó el Premio Nobel de la Paz 1987.

Destacó que las posiciones inflexibles de la primera ronda de conversaciones «se han ido ablandando y creo que voy a encontrar más flexibilidad» e incluso apostó a la posibilidad, «si Dios es grande», dijo, de alcanzar un acuerdo definitivo en todos los temas, si no el sábado, el domingo.

No estaba claro en qué forma afectaría esa postura el ultimátum dado por Zelaya en la noche.

«Voy a regresar a Honduras, pero no les voy a dar ni la fecha, ni la hora, ni el lugar o si voy a entrar por tierra por aire o por mar, porque están asesinando gente», dijo Zelaya, quien rechazó también la idea de un acuerdo para compartir el poder.

«No puedo aceptar que premien a los golpistas porque eso sería un aberración», señaló.

El actual canciller del gobierno de facto, Carlos López, quien llegará a San José como vocero de los representantes de Micheletti, manifestó a la AP que «las instrucciones son muy claras de participar con buena fe y con el propósito de encontrar un arreglo razonable en el marco del derecho hondureño… Vamos con espíritu constructivo», añadió.

En Honduras el ministro de Información Leonel Zepeda confirmó que el toque de queda se mantenía el viernes.

Desde diversos países han surgido cítricas y dudas acerca del proceso liderado por Arias, de voces como la también premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, los presidentes Hugo Chávez de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua, así como de la canciller hondureña Patricia Rodas.

Ortega calificó el viernes en Managua como «una aberración» la propuesta de Arias de establecer un gobierno de reconciliación con representantes de los dos bandos.

Arias cuestionó: «¿cuál es la alternativa al diálogo?. Es decir, el diálogo es el instrumento adecuado y la manera civilizada de dirimir conflictos. El uso de la fuerza militar al cual se acude con mucha frecuencia sin agotar el diálogo tiene que ser el último, último recurso», apuntó.

Ante consultas sobre las declaraciones de Rodas sobre que Zelaya se dirigía a Honduras, el líder costarricense bromeó y aseguró que habló con su colega hondureño el jueves por la noche.

«¿Va caminando, va en carro o va en qué?… creo que debe (Zelaya) estar muy tranquilo en su hotel, anoche hablé con él y no estaba caminando, estaba en su hotel… estaba en Managua», dijo Arias el evitar referirse a su conversación con el hondureño.

Micheletti dijo el viernes a la radio colombiana RCN que está dispuesto a «retirarme de la posición de presidente de la república, si el Sr. Zelaya desiste de todas estas arbitrariedades que sigue cometiendo en el exterior porque está llamando a una insurgencia, y también esta llamando a que se derrame sangre».

Agencia AP.

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