Zelaya intenta regresar a Honduras nuevamente

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Por FILADELFO ALEMAN

MANAGUA — Una caravana partirá el jueves de la capital nicaragüense con el presidente depuesto de Honduras Manuel Zelaya para intentar regresar próximamente a su país, aunque el gobierno de facto de Roberto Micheletti advirtió que lo apresará si lo hace.

Desde Managua, Zelaya dijo al canal de cable argentino Todo Noticias vía telefónica que «temor no tengo, pero sí sé que (en el retorno) hay riesgos y tengo amenazas del golpista Romeo Vásquez Velásquez», el general que comanda el Estado Mayor Conjunto del Ejército hondureño.

La intención de Zelaya de volver a Honduras fue calificada como «apresurada» por el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien manifestó que ese organismo está a la espera de una respuesta oficial sobre si el gobierno de facto presidido por Roberto Micheletti y el mandatario derrocado aceptan la propuesta final formulada por el presidente de Costa Rica en su calidad de mediador.

Oscar Arias entregó a las partes el Acuerdo de San José que contempla una serie de medidas para revertir el golpe de estado y con acompañamiento internacional encauzar a elecciones generales adelantadas para octubre, entre otras acciones que restituyan el orden constitucional del país.

«Aún no ha habido una respuesta oficial (de ambos lados)… y una respuesta favorable a la propuesta (de Oscar Arias) abre un camino de reconciliación y del restablecimiento del funcionamiento normal del régimen constitucional en Honduras, (pero) un rechazo, abre un camino de confrontación, que no queremos», manifestó Insulza en Washington.

Tampoco el gobierno de Estados Unidos consideró prudente la pretensión del líder defenestrado de retornar al país. El vocero del departamento estadounidense de Estado, P.J. Crowley manifestó que «cualquier paso que pueda añadir un riesgo de violencia en Honduras o en el área, pensamos que sería contraproducente».

Zelaya aclaró que su regreso «va a ser como el día sábado o el día domingo que estaremos en el lugar fronterizo, porque vamos despacio… para llegar con un fuerte contingente de hondureños que nos acompañen».

Mientras, instalará un «puesto de mando» en la ciudad nicaragüense de Estelí, a poco más de 100 kilómetros al norte de Managua, desde donde evaluarán la manera más conveniente de llegar hasta su país, informó Allan Fajardo, uno de los funcionarios del gobierno defenestrado.

Este sería el segundo intento de Zelaya por retornar a Honduras, después de que el 5 de julio falló el intento que hizo de aterrizar en Tegucigalpa en una avión de matrícula venezolana que lo transportó desde Estados Unidos. En esa oportunidad en otra aeronave que desvió su aterrizaje a El Salvador lo acompañaron varios gobernantes latinoamericanos.

Simpatizantes del gobernante depuesto organizaron un paro en las instituciones estatales de Honduras y bloquearon las carreteras del país, según uno de los organizadores, Juan Barahona.

Fajardo, ministro asesor de la Presidencia de Zelaya, indicó que el mandatario depuesto dispone de un avión y un helicóptero para movilizarse. No han precisado por donde se la incursionará a Honduras.

Hay tres posibles pasos terrestres desde Nicaragua, pero Fajardo no descartó que el mandatario derrocado utilice un medio aéreo para viajar a El Salvador o Guatemala, o bien navegar por el golfo de Fonseca o la costa caribeña, si es que desde ahí se le facilita la penetración al territorio hondureño.

El regreso «lo voy a hacer con prudencia, sin armas, soy un hombre pacífico. Tengo todo el derecho de buscar mi casa, mi familia y cumplir el mandato que me ha dado el pueblo en las urnas», expresó Zelaya.

El presidente de Bolivia Evo Morales señaló que solo la renuncia del gobierno golpista evitará que Honduras se encamine a una guerra civil.

La presidenta chilena Michelle Bachelet llamó a «evitar un derramamiento de sangre en Honduras» y a que la OEA cumpla con lo dispuesto por la asamblea general de ese organismo para lograr que la nación centroamericana «recupere la democracia».

Al anunciar su acercamiento a la frontera, Zelaya pidió la noche del miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto que le diga a los soldados «que bajen los rifles» y lo responsabilizó de cualquier atentado contra su vida.

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