CARACAS (AP) — El presidente Hugo Chávez ordenó el domingo al ejército venezolano prepararse para un posible enfrentamiento armado con Colombia, y dijo que los soldados deben estar listos si Estados Unidos intenta provocar una guerra entre los vecinos sudamericanos.
Chávez manifestó que Venezuela podría terminar yendo a la guerra con Colombia a medida que crecen las tensiones entre ambos países, y advirtió que si surge un conflicto armado «podría extenderse por todo el continente».
«La mejor forma de evitar la guerra es preparándose para ella», dijo Chávez a los oficiales del ejército durante su mensaje semanal por televisión y radio. «Si quieres la paz, prepárate para la guerra», afirmó, repitiendo una máxima militar que suele emplearse con cierta frecuencia.
En Bogotá, el vocero de la casa de gobierno, César Mauricio Velásquez, indicó que ante «estas amenazas de guerra pronunciadas por el gobierno de Venezuela», Colombia acudiría informando a instancias internacionales.
«Colombia no ha hecho ni hará un solo gesto de guerra a la comunidad internacional, menos a países hermanos» dijo Velásquez al leer un comunicado ante reporteros en la casa de gobierno. Y ante las declaraciones del presidente Chávez «el gobierno de Colombia se propone acudir a la Organización de Estados Americanos y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», agregó el breve pronunciamiento oficial sin dar otros detalles.
«Colombia mantiene su disposición al diálogo franco, a las vías del entendimiento y a las normas del derecho internacional», indicó.
Chávez le dijo a sus simpatizantes el domingo que el presidente Barack Obama tiene influencia en el gobierno de Colombia, y advirtió al mandatario estadounidense que evite utilizar a sus aliados en Bogotá para crear una ofensiva militar contra Venezuela.
«El imperio está más amenazante que nunca», afirmó el presidente venezolano, refiriéndose al gobierno de Estados Unidos. «No se vaya a equivocar, señor Obama, y vaya ordenando una agresión contra Venezuela a través de Colombia».
Las tensiones en la frontera entre ambos países han crecido en las últimas semanas debido a una serie de balaceras y homicidios.
Cuatro hombres en motocicletas mataron a tiros a dos soldados de la Guardia Nacional venezolana en un retén cerca de la frontera en el estado occidental de Táchira, en Venezuela, la semana pasada, por lo que el gobierno de Chávez decidió cerrar temporalmente algunos cruces fronterizos.
Y el mes pasado, las autoridades venezolanas arrestaron al menos a 10 personas en Táchira, acusándolas de presuntamente estar involucradas en grupos paramilitares. Los cadáveres acribillados de 11 hombres, entre ellos nueve colombianos, fueron encontrados también en ese estado después de haber sido secuestrados de una cancha de fútbol.
Tras los hechos de violencia Venezuela envió 15.000 soldados a la frontera con Colombia el jueves. Las autoridades dijeron que era necesario incrementar la fuerza militar para aumentar la seguridad fronteriza, combatir el narcotráfico y acabar con los grupos paramilitares.
Chávez expresó su inquietud sobre un trato entre Bogotá y Washington que permite que el ejército estadounidense aumente su presencia en siete bases militares colombianas por un acuerdo de arrendamiento de 10 años de duración. Durante su discurso repitió en varias ocasiones la acusación de que los militares estadounidenses podrían utilizar las bases como plataforma para comenzar ataques contra su país y tomar control de sus enormes reservas petroleras.
Los funcionarios colombianos y estadounidenses sostienen que el acuerdo es necesario para ayudar de forma más efectiva a las fuerzas de seguridad colombianas en su lucha contra los narcotraficantes y rebeldes izquierdistas, pero no para montar redadas militares contra los vecinos venezolanos.
Elsa Cardoso, profesora de relaciones internacionales en la Universidad Central de Venezuela, sugirió que la acalorada retórica de Chávez —junto con los recientes refuerzos a sus militares— buscan desviar la atención del público de los apremiantes problemas internos del país, desde la delincuencia incontrolada al racionamiento de la electricidad y el agua.
«Se está levantando un cortina de humo, una distracción», afirmó.
El líder opositor venezolano Julio Borges exhortó a Chávez a sostener conversaciones con las autoridades colombianas con el fin de lograr disminuir las tensiones y llegar a un acuerdo de cooperación para reducir la violencia a lo largo de la frontera.
«Sólo trabajando juntos los dos países se podrá enfrentar eficientemente este flagelo, para acabar de una buena vez con la amenaza permanente de grupos irregulares, tanto los paramilitares como guerrilleros», afirmó Borges.
El líder opositor exhortó a Venezuela y a Colombia a invitar al presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva como mediador para que ayude a poner fin a las fricciones entre Bogotá y Caracas. Sin embargo, Cardoso pronosticó que esos esfuerzos de mediación probablemente tendrían un éxito limitado, o sólo por poco tiempo.
«No creo que esto sea fácil de apaciguar», afirmó.