Clinton llega a Haití para inspeccionar los daños

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Por DARLENE SUPERVILLE

WASHINGTON — La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton llegó el sábado a Haití para inspeccionar personalmente los daños causados por el fuerte terremoto del martes y debatir con funcionarios haitianos y de otros países cómo acelerar la asistencia humanitaria para los miles de víctimas.

Además, Clinton discutió con sus interlocutores la forma de llevar adelante los trabajos de recuperación.

«Quiero garantizarle al pueblo de Haití que Estados Unidos es su amigo, un socio y un simpatizante, y que trabajaremos con su gobierno y bajo la dirección del presidente (haitiano, René) Preval para ayudarle de toda manera posible» dijo la secretaria de Estado en una conferencia de prensa celebrada en el aeropuerto de Puerto Príncipe, la capital haitiana.

Sus declaraciones parecían combatir cualquier idea de una participación demasiado intrusiva de los estadounidenses tras el paso del terremoto, y a la vez le aseguró a los haitianos que la misión humanitaria será sostenida todo el tiempo que sea necesario.

La funcionaria llegó a bordo de un avión de la Guardia Costera, con un cargamento de ayuda de emergencia, que incluye agua en botella, alimento empaquetado, jabón y otros suministros.

La máxima representante de la diplomacia estadounidense se reunió con Preval y hablaron sobre las prioridades del gobierno: restaurar los servicios de telecomunicación, electricidad y transporte.

«Además, acordamos que trabajaremos de manera conjunta para alcanzar esas metas», indicó Clinton, quien agregó que el domingo ella y Preval buscarán emitir un comunicado «en el que fijaremos nuestra intención de cooperar».

Clinton es la funcionaria estadounidense de más alto rango en llegar a la nación caribeña luego del terremoto de magnitud 7,0 ocurrido el martes, que habría matado a entre 45.000 y 50.000 personas según la Cruz Roja.

Por su parte, al hacer comentarios ante los periodistas, Preval dijo que le animaba ver que los ex presidentes de Estados Unidos Bill Clinton y George W. Bush se unieron con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca más temprano a fin de hacer un llamado conjunto para que se brinde ayuda internacional para Haití.

Clinton dijo que deseaba llevar personalmente ese mensaje al pueblo haitiano.

«Estamos aquí por la invitación de su gobierno para ayudarlos. Como dijo el presidente Obama, estaremos aquí hoy, mañana y en los próximos tiempos, y a título personal, sé de la gran resistencia y fortaleza del pueblo haitiano, pues han enfrentado duras pruebas, pero creo que Haití puede recuperarse más fuerte y mejor para el futuro» agregó.

Antes de su llegada a Haití, a Clinton le preguntaron los periodistas qué esperaba lograr al reunirse con Preval. La secretaria de Estado dijo que deseaba «escucharlo, estar seguros que podremos responder de la manera como se nos necesite».

Las autoridades haitianas calculan que el terremoto pudo haber matado más de 100.000 personas.

También se reunió con funcionarios de las Naciones Unidas y con personal estadounidense civil y militar que trabaja en las labores de rescate y ayuda.

La funcionaria partirá posteriormente con 50 ciudadanos estadounidenses a Kingston, Jamaica, antes del regresar a Washington DC.

Clinton, quien visitó Haití la última vez en abril, llegó acompañada por Rajiv Shah, administrador de la oficina para el Desarrollo Internacional estadounidense, que está actuando como el máximo coordinador de la ayuda norteamericana.

Shah dijo previamente que el principal objetivo todavía es rescatar a los sobrevivientes atrapados.

Shah, que apenas la semana pasada asumió al frente de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), dijo que la ayuda comenzará a circular con más rapidez en los próximos días.

Agregó que había reunido 48 millones de dólares en ayuda alimentaria que alcanzarán para dar de comer a los dos millones de damnificados por varios meses y que 100.000 contenedores de 10 litros de agua serán entregados en breve.

Sin embargo, también hizo hincapié en las limitaciones logísticas y físicas que obstaculizan el reparto de ayuda.

Obama, en tanto, se reunió el sábado en la Casa Blanca con sus dos predecesores inmediatos, el republicano Bush y el demócrata Clinton, para agradecerles su colaboración con el objetivo de dirigir una colecta privada de fondos para Haití. La Casa Blanca ha dicho que Obama no tiene planes de visitar el país en lo inmediato.

El Departamento de Estado aumentó la cifra confirmada de estadounidenses muertos por el sismo a 15. Dijo que 23 norteamericanos resultaron heridos de gravedad y que tres empleados gubernamentales estadounidenses estaban desaparecidos.

En Miami, el vicepresidente Joe Biden afirmó el sábado que la reconstrucción de Haití después de un devastador terremoto seguirá siendo prioridad para Estados Unidos mucho después que el hecho deje de acaparar las primeras planas.

Biden dijo a dirigentes haitiano-estadounidenses y líderes políticos que Obama «no considera esto como una misión humanitaria con un ciclo de un mes». El vicepresidente visitó el barrio haitiano de Miami antes de viajar a la base aérea de la Florida desde donde se están despachando suministros a Haití.

La secretaria de seguridad nacional, Janet Napolitano, se sumó a Biden en el sur de la Florida, donde vive la comunidad de ascendencia haitiana más numerosa en Estados Unidos.

Unos 4.200 militares estadounidenses estaban en Haití o en navíos de la Armada y la Guardia Costera frente a sus costas, informó el Comando Sur la noche del viernes.

Otros 6.300 efectivos llegarán para el lunes para ayudar a distribuir paquetes de ayuda y evitar posibles disturbios.

El gobierno estadounidense también reconoció que sus esfuerzos en apoyo en Haití enfrentan grandes obstáculos, aunque prometió acelerar pronto la entrega de agua y otros suministros esenciales.

P.J. Crowley, vocero del Departamento de Estado, dijo que la peor limitación es la imposibilidad de utilizar el principal puerto de la capital haitiana por los daños graves que sufrió. También hay sólo un aeropuerto donde se reciben los envíos de agua, alimentos, medicinas y otros víveres.

La llegada el viernes del portaaviones USS Carl Vinson fue como tener un «segundo aeropuerto», dijo. De inmediato, se comenzó a trasladar agua y otras provisiones a Haití en helicópteros.

(AP)

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