Colombia a la espera de liberación del sargento Moncayo

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Por LUISA FERNANDA CUELLAR

BOGOTA — Miembros de una comisión humanitaria viajaron el lunes a una localidad del sur colombiano para recoger el martes en un punto de la selva al sargento Pablo Emilio Moncayo, quien lleva 12 años en poder de las FARC, mientras su familia dice tener las emociones a flor de piel.

Los parientes de Moncayo se declararon con las emociones a «flor de piel…Es para no creérselo todavía, pero igual es como un sueño lindísimo… mañana voy a ver a mi hijo» Pablo Emilio, dijo su madre María Stella de Moncayo.

La madre del militar, el mayor y único varón de cinco hijos, explicó en diálogo telefónico con la AP que piensan pasar unos días en Bogotá, mientras es examinado en el Hospital Militar y luego viajar a la localidad donde residen, Sandoná, en el departamento de Nariño. «Nos vamos para (nuestra) tierra. él no conoce la casa que hemos construido en estos 12 años».

Otras familias, cuyos hijos siguen como rehenes en manos de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pidieron al presidente Alvaro Uribe ponerse «la manito en el pecho» y facilitar un intercambio o canje de rehenes a cambio de la excarcelación de guerrilleros presos.

La comisión humanitaria integrada por la senadora Piedad Córdoba, delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y monseñor Leonardo Gómez, de la Iglesia Católica, tienen previsto arribar en la jornada a Florencia, capital del departamento de Caquetá, a 380 kilómetros al suroeste de Bogotá.

La congresista ha dicho que con los otros miembros de la comisión partirá desde Florencia el martes temprano, en un helicóptero militar de Brasil, país garante de la entrega; a recoger al sargento viceprimero Moncayo, retenido por las FARC el 21 de diciembre de 1997.

Moncayo era un joven soldado cuando quedó retenido por las guerrillas que habían atacado un remoto y gélido puesto de comunicaciones del ejército en la zona de la montaña de Patascoy, en el departamento de Nariño, al suroeste del país. Junto con Moncayo, actualmente de 32 años, también fue retenido tras el ataque Libio José Martínez, un sargento viceprimero de 33 años.

Las FARC anunciaron a inicios de 2009 que liberarían a Moncayo, quien ha recibido varios ascensos en cautiverio, en un gesto al trabajo de Córdoba en favor de la paz y un canje de secuestrados por rebeldes en prisión. Más tarde dijeron que pondrían en libertad al soldado Josué Calvo, de 23 años y 11 meses secuestrado. Calvo fue liberado el domingo en el Meta, también al sur del país.

Se desconoce las razones por las cuáles los insurgentes deciden la liberación de uno u otro militar, como liberar a Moncayo, pero dejar a Martínez, mientras aún siguen cautivos al menos una veintena de uniformados.

«Las cosas no salieron como nosotros pensábamos, pero de todos modos las esperanzas siguen», dijo Fanny Martínez, prima de Libio José al asegurar que esperaron un anuncio de liberación del militar cuando se conocieron los comunicados rebeldes anunciando la entrega de Calvo y Moncayo.

Y ahora lo que queda es «pedirle al señor presidente, con todo el respeto, de que por favor se siente, que piense, que se ponga la manito en el pecho y dé este último apoyo para nosotros» y acceda a realizar un canje, agregó Martínez en entrevista telefónica con AP.

Por años, Uribe se ha negado a realizar ese canje a menos que las FARC se comprometan a que los rebeldes excarcelados no volverán a las filas de la insurgencia.

Ismael Roldán, ex director del departamento de psiquiatría de la Universidad Nacional durante 35 años, destacó que aunque las emociones varían de persona a persona y el mismo entorno familiar que tuviera antes del cautiverio, lo cierto era que en el caso de Moncayo era «salir de 12 años de aislamiento…su misma imagen física, se fue adolescente y regresa hombre».

«Un individuo que ha estado muy aislado, incluso de los progresos de la sociedad…difícilmente, creo yo, que sale normal, palabra que dice mucho y dice nada…(pero) por ahora todos son interrogantes» sobre cómo será la vida para Moncayo tras su liberación, agregó.

(AP)

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