Por PAUL LOGOTHETIS
RUSTENBURGO, Sudáfrica (AP) — Al compás de una tripleta de Fernando Torres en los primeros 17 minutos, España se dio un festín de goles al masacrar el domingo 5-0 a una frágil Nueva Zelanda y ratificó que su favoritismo en la Copa Confederaciones está perfectamente sustentado.
La racha de partidos sin perder de España se estiró a 33, a tiro de dos más de igualar el récord que Brasil fijó entre 1993 y 1996.
Fue un lástima que sólo un tercio del estadio Rotal Bafokeng de Rustenmburgo se llenó para presenciar la exhibición de la Roja ante un oponente que se vio desbordado por el vértigo arrollador del vigente campeón de Europa.
El «Niño» Torres marcó a los 6, 14 y 17 minutos, cada gol con diversa factura: el primero con una comba que batió al arquero Glen Moss, luego al tocar sutilmente un pase de David Villa y finalmente con un cabezazo a centro de Joan Capdevilla.
Cesc Fábregas, ahora sí de titular, metió el cuarto a los 24, mientras que el «Guaje» Villa convirtió el quinto a los 48 gracias a obsequio de la zaga de los «kiwis» cuando un defensor pifió un despeje y la pelota quedó servida en los pies del delantero español.
Villa alcanzó los 29 goles con la selección y ya se encuentra segundo en la lista histórica.
La victoria dejó a España como dueña del primer lugar del Grupo A con tres puntos y en su siguiente partido se las verá con Irak, que igualó sin goles con la anfitriona Sudáfrica en el Ellis Park de Johanesburgo.
«Hemos empezado bien el campeonato contando con la facilidad del equipo contrario, hay que reconocerlo», dijo el técnico español Vicente del Bosque. «Hemos hecho un buen primer tiempo. No nos debemos creer mucho, el partido ha sido engañoso».
Lo malo del partido fueron los enormes claros en el estadio con un aforo para 45.000 aficionados. Los organizadores de la Confederaciones, torneo de ensayo para la Copa Mundial que Sudáfrica albergará dentro de un año, habían insistido que sólo las entradas más caras (87 dólares) faltaban por venderse para el duelo.
Nueva Zelanda llegaba con cierto aire de peligrosidad, luego que en la semana previa había perdido 4-3 un amistoso frente a Italia. Pero no ofreció nada para contener el poderío español. Su supuesta superioridad en físico no existió y su juego aéreo tampoco apareció.
«No creo que nadie se ha sorprendido con lo que se vio en la cancha», dijo el técnico kiwi Riki Herbert. «Sabíamos que no la teníamos fácil, pero aún nos quedan un par de partidos».
Todo le salió a pedir de boca a España. Más allá de los goles de Torres, Sergio Torres fue imparable por la banda derecha, Capdevila hizo otro tanto por la izquierda y Cesc pasó con nota alta su tarea como generador de fútbol en el mediocampo.
Pero el verdadero astro de la noche fue el implacable Torres. Como dato estadístico, la tripleta del jugador del Liverpool resultó ser la más rápida en concretarse en la historia de la selección superando los 20 minutos que necesitó Gaspar Rubio el 17 de marzo de 1929.
Tras el gol de Villa, España bajó la cortina y reguló el resto del partido, jugando casi que a inercia ante un rival que en todo momento pareció lucir atontado en la cancha.
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Alineaciones:
ESPAÑA: Iker Casillas, Sergio Ramos (Alvaro Arbeloa, 54), Carles Puyol, Raúl Albiol, Joan Capdevila, Xabi Alonso, Xavi Hernández (Santi Cazorla, 54), Cesc Fábregas, Albert Riera, Fernando Torres (David Silva, 70) y David Villa (Kris Bright, 85).
NUEVA ZELANDA: Glen Moss, Dave Mulligan, Andy Boyens, Ivan Vicelich, Tony Lochhead, Jeremy Brockie (Jeremy Christie, 27), Simon Elliott, Tim Brown, Leo Bertos. Shane Smeltz (Chris James, 76) y Chris Killen.
Arbitro: Coffi Codjia (Benín).
