Corte federal de EEUU descarta demanda de supuesto terrorista

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Por JESSE J. HOLLAND

WASHINGTON (AP) — Un detenido al que en un principio se vinculó a los ataques terroristas del 11 de septiembre no podrá demandar al director del FBI Robert Mueller ni al ex secretario de Justicia John Ashcroft por los supuestos abusos que sufrió por su religión y origen étnico, resolvió el lunes la Corte Suprema.

El tribunal máximo de Estados Unidos, con una marcada división entre sus miembros, tomó la decisión que podría hacer más difícil demandar a altos funcionarios por las acciones de los empleados de menor rango en las dependencias gubernamentales.

La corte anuló la decisión de un juzgado menor que indicaba que la demanda de Javaid Iqbal contra los altos funcionarios era procedente.

También el lunes los grupos activistas VotersForPeace.US y Velvet Revolution presentaron solicitudes para que se les retiren las licencias de abogados a altos funcionarios del gobierno de George W. Bush, por recomendar técnicas de interrogación que consideran ilegales.

Los grupos dijeron que los ex secretarios de Justicia John Ashcroft y Alberto Gonzáles, así como el ex secretario de Seguridad Interior Michael Chertoff y altos asesores legales del gobierno anterior violaron la ética de su profesión al recomendar esas técnicas de interrogatorio.

Iqbal es un musulmán paquistaní que pasó casi seis meses de encarcelamiento solitario en Nueva York en el 2002. Argumentó que Ashcroft y Mueller no lo maltrataron especialmente a él, pero que sí eran responsables de una política de reclusión para los detenidos en condiciones muy restrictivas por su religión o por su raza.

Pero el gobierno argumentó que no había nada que ligara a Mueller y Ashcroft con los abusos cometidos contra Iqbal en la Máxima Unidad de Alojamiento Administrativo de Nueva York y la corte estuvo de acuerdo con esa postura.

«La queja no muestra o insinúa que los demandantes retuvieron a propósito a los sospechosos por su raza, religión o nacionalidad», dijo el juez Anthony Kennedy, que escribió la opinión de la mayoría en la corte. «Todo lo que sugiere es que los más altos oficiales judiciales trataron de mantener a los presuntos terroristas en las condiciones de máxima seguridad hasta que se les pudieran retirar las acusaciones por terrorismo tras los devastadores ataques».

Los jueces liberales David Souter, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer y John Paul Stevens disintieron de la opinión general de la corte.

«Iqbal sostiene que Ashcroft y Mueller por lo menos estaban conscientes de las políticas de detención discriminatorias y las condonaron o incluso participaron en su formación», dijo Souter. Iqbal debería tener al menos la oportunidad de presentar sus argumentos en la corte, agregó.

La Corte Suprema remitió el caso a los tribunales menores donde Iqbal podrá presentar su demanda contra otros funcionarios, dijo Kennedy .

Su «caso sobre la detención podría demostrar la conducta inconstitucional de algunos actores gubernamentales si es comprobada», dijo Kennedy. «Pero los alegatos y las declaraciones con respecto a estos actores no están ante nosotros».

Iqbal fue arrestado en su casa el 2 de noviembre del 2001 acusado de crímenes federales no relacionados al terrorismo ni a violencia. Dos meses más tarde fue llevado a la unidad de alojamiento en Nueva York, donde permaneció en encarcelamiento solitario por más de 150 días sin que rindiera declaraciones, según su demanda.

Durante su detención fue objeto de abuso verbal y físico, incluyendo requisas al desnudo. El primer día que comenzó su encarcelamiento solitario un grupo de oficiales de la prisión lo arrojaron contra la pared, lo golpearon y lo arrastraron por el suelo, de acuerdo con la demanda.

Finalmente fue absuelto de todas las acusaciones por terrorismo y deportado en enero del 2003, luego de declararse culpable de fraude y de ser sentenciado a un año y cuatro meses en prisión.

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