Por SAMANTHA CRITCHELL
NUEVA YORK — Oscar de la Renta ofreció el miércoles una colección primaveral lujosa y algo exótica en la Semana de la Moda de Nueva York, después de que Narciso Rodríguez había encontrado el balance perfecto entre la represión y la libertad en su propuesta.
Las piezas de De la Renta, presentadas en la antigua iglesia del noreste de Manhattan donde el diseñador dominicano ha realizado antes desfiles, incluyeron los elaborados bordados y cuentas que lo caracterizan, pero el creador también estuvo consciente del momento que atraviesa el mundo y evitó cualquier elemento que pudiera considerarse como demasiado altanero.
El diseñador pareció inspirarse en las tradiciones de Africa, Sudamérica, el sureste de Asia y otros lugares.
Combinó un abrigo verde azulado, con bordados en limón, con un vestido de encaje blanco, cubrió un vestido sin tirantes con lentejuelas de bronce y otro traje con una pretina bordada de piedras turquesa y coral. Decoró con dorado los hombros de una blusa crema, que hizo juego con una falda recta y accesorios también dorados. Chaquetas de safari con pantalones ajustados de seda, y un par de pantalones estilo gaucho de lino con una blusa blanca de algodón y chaqueta color de bronce.
Sin embargo, aun para De la Renta, una blusa blanca de grandes mangas sí fue algo exagerado.
Modelos en los más tradicionales trajes de noche de De la Renta — vestidos de tafetán y organza en rojo y fucsia así como uno negro de encaje y organza con volantes — lucieron velos de encaje en la cabeza.
El atuendo más elaborado cerró la pasarela: un vestido strapless hecho de capas de tul gris y azul con un corpiño cubierto de cristales.
Por su parte, Narciso Rodríguez encontró el punto medio entre trajes que envuelven al cuerpo y aquellos que parecen transportarlo en una nube. Su colección es un estudio de las limitaciones y, al mismo tiempo, de la libertad.
Ambos extremos coincidieron en un vestido impactante que presentó el martes en la noche: un traje sencillo de seda plateada más corto en el frente que en la parte de atrás, la cual flotó con el viento en la pasarela, lo que tuvo un efecto de paracaídas.
El diseñador de padres cubanos, mejor conocido por sus prendas pegadas y definidas, presentó uno de los trajes más populares del día. En su colección, como en las de Vera Wang y Badgley Mischka, se vieron faldas que parecen tener un largo que luego se hace mayor gracias a una sección de tela muy fina en la parte de abajo.
Una de las mejores combinaciones para el día, fue una chaqueta blanca con un peplo doble (con la parte de abajo también en una tela translúcida) sobre un tope de seda blanco y pantalones pegados. También a tono con otras tendencias de la temporada, Narciso acolchó las caderas de algunos de sus trajes con tela adicional, llamado la atención sobre esa parte del cuerpo que muchas mujeres prefieren esconder.
Ante un panorama doméstico poco alentador, en esta Semana de la Moda muchos diseñadores se aventuraron a buscar inspiración en tierras lejanas, pero más realistas que la acostumbrada Riviera Francesa.
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