Las mujeres que defienden los derechos humanos en Honduras son víctimas de asesinatos, atentados y torturas por el ejercicio sus funciones, denunció este martes una red de activistas.
En su «Informe sobre la situación de Defensoras 2016-2017», la Red Nacional de Defensoras detalló que en 2016 se registraron cuatro asesinatos de activistas humanitarias y uno en el 2017.
En cuanto a tentativas de asesinatos, hubo 28 en 2016 y uno en 2017, año en el que también se registraron cuatro casos de torturas en esta población.
Entre las asesinadas en 2016 destaca la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Berta Cáceres, por defender los territorios indígenas de la construcción de una represa hidroeléctrica en un río.
En la conclusiones del informe, la Red señaló que las mujeres que luchan por defender sus derechos están «amenazadas» por «toda la institucionalidad del Estado y sus fuerzas coercitivas».
Aseveró que el uso de las fuerzas militares para reforzar los cuerpos policiales, desplegadas desde hace cinco años, «es probablemente la amenaza más grave para la mujeres» hondureñas.
«Hay agresiones extremas como violencia sexual o tentativas de asesinatos y asesinatos (y) los militares están vinculados a los hechos», afirmó la Red, estimando que la lucha de las mujeres se vuelve «más urgente» frente a esas amenazas.
Citando un informe de la organización británica Global Witness, la Red advirtió que desde 2009 «Honduras se ha convertido en el país más peligroso del mundo para defender derechos ambientales, donde 123 activistas han sido asesinados».
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