Por MIKE BAKER
RALEIGH, Carolina del Norte, EEUU — Un juez ordenó el miércoles que seis hombres de Carolina del Norte acusados de planear una guerra santa permanezcan detenidos, pero hizo mordaces preguntas sobre los fundamentos del caso que los fiscales están presentando.
El magistrado William Webb determinó que los acusados son peligrosos y podrían escapar si quedan en libertad, al hacer notar que tienen contactos en el extranjero, algunos antecedentes penales y que pesa la amenaza de una condena de prisión perpetua si son hallados culpables de los cargos de terrorismo que enfrentan.
«Cada uno de estos acusados constituye un peligro para la comunidad», dijo Webb, asestando un golpe a algunos simpatizantes que esperaban que algunos de los hombres quedaran en libertad bajo custodia de algún familiar.
Aunque su evaluación de los imputados fue severa, el juez también expresó preocupaciones sobre los fundamentos del caso presentado por el gobierno. Al mostrar evidencias, las autoridades han dependido prácticamente de grabaciones de audio secretas y las declaraciones de un testigo anónimo.
Cuando los fiscales presentaban sus argumentos finales sobre las razones por las que los hombres deberían permanecer detenidos, Webb fustigó sobre el testigo del gobierno. «¿Por qué creen que deberíamos considerar que el testigo es confiable?», preguntó.
El fiscal, Jason Kellhofer, al principio arguyó que no había razón para no considerar al testigo como fiable.
Pero Webb siguió presionando y se refirió al argumento del fiscal de que el sospechoso en algunas ocasiones se expresaba en código cuando Hysen Sherifi habló una vez de «ir a la playa». El fiscal explicó que «playa» realmente significaba una yihad (guerra santa) violenta.
Webb rehusó la idea de que debía considerar «playa» como «equivalente práctico de yihad» sin antes saber las razones por las que el testigo es confiable.
Las preocupaciones del magistrado fueron insuficientes para permitir que ninguno de los acusados quedara en libertad hasta el juicio, a pesar de las promesas de algunos familiares de que podían hacerse cargo de los sospechosos fuera de prisión, y los argumentos de los abogados de que los acusados tenían fuertes lazos con su comunidad. El padre de Mohammad Omar, Aly Hassan, dijo estar decepcionado con la decisión.
Miestras los alguaciles se llevaban a los procesados después de la decisión del juez, los sospechosos dijeron en árabe la misma frase que habían pronunciado en la corte el día previo: «Que la paz sea contigo».
Agencia AP.