Por ANGELA DOLAND
PARIS — Durante años, el sumiller jefe se había olvidado de que estaban aquí y cuando finalmente se encontraron esta semana las cuatro botellas del Armagnac Vieux de 1875, estaban cubiertas de una capa de hongo negro tan espesa que parecía el pelaje de un gato.
El legendario restaurante Tour d’Argent, que data de 1582, está despejando su bodega, considerada una de las mejores y más grandes del mundo, de 450.000 botellas. Subastará 18.000 botellas en diciembre, todo un acontecimiento para los amantes del vino.
El restaurante venderá mayormente vinos pero también algunos licores muy antiguos, como tres botellas de un coñac Clos du Griffier de 1788, un año antes de la Revolución Francesa, como también el Armagnac, valuado entre 400 y 500 euros (595-745 dólares) la botella.
El hongo no es motivo de preocupación, ya que medra con las emanaciones de los licores y se limpia fácilmente.
El restaurante quiere reducir la provisión de los vinos que tiene en abundancia para variar y modernizar su selección. «Probablemente verán que tenemos demasiadas botellas», bromeó el sumiller David Ridgway.
Después de abrir el candado de un portón de hierro, el sumiller de esmóquin guió a los visitantes por las entrañas del restaurante, donde las botellas están almacenadas desde el piso hasta el cielo raso en una sucesión de cavernas. Aunque todo está registrado en una computadora, hay sorpresas ocasionales como el Armagnac, con el que Ridgway se topó cuando buscaba otras botellas.
La bodega del restaurante de la margen izquierda del Sena, famoso por su pato prensado y vistas espectaculares de Notre Dame, es parte de su historia. Un signo marca el lugar donde se construyó un muro de ladrillos en 1940 para esconder las mejores botellas durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.
A los visitantes les ofrecieron mantas de piel de oveja por las bajas temperaturas que esta semana oscilaron en los 14 grados centígrados (57,2 Fahrenheit) pero que bajan a 12 grados (53,6 F) en invierno.
«Me agrada que el vino viva un poquito las estaciones, aunque es a temperatura controlada», dijo Ridgway, un británico que supervisa la lista de vinos del restaurante desde principios de la década de 1980.
Los precios estimados para la subasta del 7 y 8 de diciembre por la casa francesa Piasa empiezan en 10 euros (15 dólares) la botella y ascienden hasta 2.500 a 3.000 euros (3.715 a 4.460 dólares) por cada coñac de 1788, uno de los cuales irá para beneficencia.
Entre los vinos en venta hay Chateau Lafite Rothschild (1970, 1982, 1997), Cheval Blanc (1928, 1949, 1966) y Chateau Margaux (1970, 1990). La venta total se calcula en un millón de euros (1,5 millón de dólares).
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