Honduras y Venezuela dominan en agenda de cumbre Tuxtla

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Por MARIANELA JIMENEZ

TAMARINDO, Costa Rica — El tema central de la cumbre de Tuxtla, sobre integración y desarrollo de los 10 países que forman esa iniciativa regional, quedó rezagado el miércoles ante la crisis hondureña y el nuevo conflicto entre Venezuela y Colombia pero solo el primer asunto formó parte de la declaración final del encuentro.

A la cita, que tuvo como anfitrión al presidente Oscar Arias, acudieron los mandatarios Alvaro Uribe, de Colombia; Felipe Calderón, de México; Ricardo Martinelli, Panamá; Mauricio Funes, de El Salvador; Alvaro Colom, Guatemala, así como representantes de Honduras, Belice y de República Dominicana. El único país ausente fue Nicaragua.

«Esta mañana me llamó don Roberto Micheletti (el presidente de facto de Honduras). Fundamentalmente me solicitó si alguien que merece su confianza podía ser invitado a Honduras para hablar con los diferentes poderes del Estado y me sugirió que sea Enrique Iglesias, porque sabe que somos muy buenos amigos», relató Arias en rueda de prensa.

Iglesias es el actual secretario general iberoamericano.

Aunque no indicó si aceptó la idea, Arias destacó que la misma le sugiere que el gobierno de facto hondureño «no está convencido… no han llegado a reconocer que la restitución del presidente (destituido) Zelaya debe darse» y consideró que por esa razón «las sanciones deben seguirse aplicando».

Pero Micheletti calificó en Tegucigalpa la mediación de Arias como «el mejor camino para alcanzar el consenso en Honduras», tras pedirle incluir en el proceso a «todas las partes de la sociedad civil hondureña».

Entre esas partes mencionó las iglesias católica y evangélica, estudiantes, empresarios, medios de comunicación, sindicatos, partidos políticos y universidades.

En un comunicado, Micheletti indicó a Arias, «nuestros ciudadanos necesitan apoyar y ampliar el diálogo de San José con un diálogo en Honduras, es decir, un diálogo entre nuestro propio pueblo».

En la declaración final de la reunión también resaltó el tema de Honduras, representada en la cita por Arístides Mejía, vicepresidente designado de Zelaya.

Mejía leyó la referencia en el documento, en el cual los mandatarios emitieron una condena enérgica al golpe de estado y reiteraron su apoyo al Acuerdo de San José presentado por Arias en su calidad de mediador.

«Aquí hubo acuerdos importantes y quiero agradecer lo que dice la declaración y el tiempo muy amplio que se dedicó para tratar el tema durante la cumbre», expresó Mejía para afirmar que Micheletti se vale de «pretextos» para seguir rechazando el plan de Arias y señaló que los mandatarios también hablaron del «problema futuro que se presentará si este gobierno organiza unas elecciones que no serán reconocidas».

También el presidente mexicano demandó el restablecimiento de la institucionalidad hondureña y dijo coincidir en que lo mejor que pueden hacer «es reforzar el liderazgo que encabeza en la mediación el presidente Oscar Arias».

Previamente Mejía comentó que Zelaya podría viajar el jueves o viernes a Washington. Explicó que el mandatario «continúa en la frontera (nicaragüense) esperando si puede ver a su familia y resaltó medidas de presión, como el retiro de visas por parte de Estados Unidos «a importantes funcionarios del gobierno actual, incluido el propio presidente del gobierno de facto (Micheletti) y el jefe de las fuerzas armadas (general Romeo Vázquez)».

Ante una consulta de la prensa, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que lo que falta para resolver el problema es que el gobierno de facto dé su consentimiento al acuerdo y que no se puede hacer mucho más que la sanción emitida por el organismo: la suspensión.

«Vamos a ver qué efecto produce y que más pueden hacer los países (de manera bilateral», manifestó.

Otro tema que saltó a la agenda fue el anuncio que hizo el martes el presidente venezolano Hugo Chávez de «congelar» relaciones diplomáticas y las importaciones con Colombia, molesto por señalamientos de que su gobierno habría facilitado armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

«Yo lamento realmente ese anuncio, me preocupa mucho esta situación, creo que nuestro camino siempre entre los países de América tiene que ser el diálogo», apuntó Insulza.

Aunque el presidente Uribe estuvo en la cita, no dio declaraciones sobre el tema pero su gobierno emitió un comunicado ampliando detalles del asunto y aclarando que aún espera una «aclaración» de Venezuela sobre la compra de armas que hizo a Suecia y que son similares a algunas incautadas por la policía colombiana.

Insulza manifestó que debe predominar «un espíritu de conciliación y en ningún caso tomar medidas que afectarían a mucha gente, o sea estamos hablando de unas relaciones comerciales, económicas, que no es menor, estamos hablando de una relación incluso de personas que van y vienen todos los días entre ambos países».

«Ojalá ese planteamiento no se ejecute, sino que se elija el camino del diálogo», insistió en declaraciones ofrecidas durante la jornada

AP.

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