Lakers esperan achicar al Magic y en Orlando

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Por ANTONIO GONZALEZ

ORLANDO, Florida, EE.UU. — Kobe Bryant ha cambiado de expresión.

Ya no se ven el ceño fruncido y la determinación casi furiosa que el astro de los Lakers de Los Angeles mostró en el primer partido de la final de la NBA. Esa intensidad disminuyó después del segundo encuentro y ahora el semblante es de alivio y buena suerte.

Una fallida canasta del novato Courtney Lee del Magic de Orlando es quizá la mejor razón por la que esta final no está empatada y por qué Bryant no está sonriendo pese a que su equipo está arriba 2-0. Esa seriedad podría ser motivo de preocupación para Orlando.

El Magic estuvo el domingo a punto de regresar de Los Angeles con la serie empatada a un triunfo por bando. En cambio, está abajo 2-0 y ahora Bryant tiene una promesa para el tercer juego el martes por la noche.

«Estamos a punto de armarla», dijo. «Que no les queden dudas. Estamos a punto. Esta es la final. Vamos a estar listos».

Bravuconadas aparte, los Lakers pueden ser un equipo descuidado, con deficiencias e incapaz de ultimar al oponente como lo debe hacer un campeón. Dejaron que los Rockets de Houston les extendiesen la serie pese a la ausencia de Yao Ming. Denver mostró mayor fuerza y esfuerzo que los Lakers hasta el sexto encuentro en la final de la Conferencia del Oeste.

Los Angeles consideran que eso se acabó.

«Estamos jugando con más agresividad», dijo el delantero español Pau Gasol. «Nosotros entendemos lo que hace falta para ganar el campeonato».

Esta es una franquicia que se acerca a su 15to título. Ahora enfrentan a un equipo de Orlando que aún busca su primera victoria en un partido de final. Bryant insiste en que no es momento de confiarse.

«¿Cuál es la razón para estar contentos?», preguntó. «La tarea no ha concluido».

El Magic tuvo varias oportunidades — una de ellas en especial — para cambiar la tónica de la serie.

Lee falló un intento relativamente sencillo que les hubiera dado la victoria en el último instante del segundo partido. Los Angeles venció el domingo por 101-96 en tiempo extra. Fue otro capítulo en la larga historia de malos momentos para el Magic, que ahora los tiene con seis derrotas en seis partidos de final.

Ese error pudiera ser muy costoso.

Orlando ha conseguido recuperarse de casi todos los descalabros en la temporada — lesiones, cuatro derrotas en el último segundo en los playoffs y déficit en series en dos rondas. Pero este reto pudiera ser el más difícil. Solamente tres equipos han ganado el título tras perder los dos primeros juegos de la final, y el reciente fue Miami sobre Dallas en el 2006.

«Nosotros simplemente tenemos que irnos a casa y hacer lo nuestro», dijo el pívot Dwight Howard del Magic. «Los Lakers hicieron un buen trabajo protegiendo su cancha, y ahora nosotros tenemos que hacer lo mismo. Hemos estado en varias situaciones difíciles. Simplemente tenemos que pelear para salir del atolladero».

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