Por DEBORA REY
BUENOS AIRES — Heredero de una legendaria cadena de tiendas con la que forjó una fortuna y peronista por convicción, Francisco De Narváez aparece como el único capaz de propinarle un duro golpe al ex presidente Néstor Kirchner en el bastión del poder oficialista en las elecciones legislativas del domingo.
De Narváez encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, por una coalición de derecha denominada Unión Pro, que también integran peronistas disidentes.
La mayoría de las encuestas muestran al empresario, de 55 años, en paridad con el ex presidente Kirchner (2003-2007), candidato por el Frente para la Victoria (corriente «kirchnerista» dentro de peronismo).
En los comicios del domingo, se renueva la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado y en ambas el gobierno de Cristina Fernández arriesga la mayoría de legisladores. Pero no sólo las bancas están en juego, sino también el horizonte de los Kirchner a dos años de las elecciones presidenciales del 2011.
En cualquier comicio, la provincia de Buenos Aires es el principal campo de batalla, ya que concentra el 37% del padrón electoral.
Allí, De Narváez parece capitalizar el voto de ciudadanos disgustados con los Kirchner, principalmente en poblados del interior de la provincia que padecieron el largo conflicto entre el gobierno y los ruralistas. También es el candidato preferido de los sectores con mayor nivel de instrucción.
«La gente quiere que no la defraudemos. Dice que está cansada de las promesas que no se cumplen. Te miran a los ojos y te dicen: ‘vamos a creer en vos, pero por favor no nos defraudes»’, afirmó De Narváez el jueves durante una caminata por un suburbio bonaerense en el cierre de su campaña.
Emergente de la crisis de credibilidad que afectó a la dirigencia política como consecuencia de la crisis económica de 2001, el empresario fue elegido diputado nacional en 2005. Sin embargo, dos años antes trabajó activamente para la candidatura de Carlos Menem en las elecciones presidenciales.
Pero sus aspiraciones tienen un límite: De Narváez nació el 22 de septiembre de 1953 en Bogotá, Colombia, y al no ser hijo de argentinos no está habilitado para pelear por la presidencia del país, según la constitución.
Dice no saber exactamente cuál es su fortuna, que estimó en «varias decenas de millones». Sus adversarios políticos lo acusaron de superar el límite de dinero permitido para la campaña. Su abuelo materno, de origen checo, fundó una cadena de almacenes de ramos generales llamada «Casa Tía». De Narváez entró a trabajar allí a los 17 años y escaló posiciones hasta convertirse en su director. La empresa familiar se convirtió en cadena de supermercados con locales en todo el país, que a fines de la década de 1990 fue vendida a un grupo inversor.
El empresario luego se concentró en el negocio de los medios de comunicación: un canal de televisión, otro de cable y una radio. «Para defenderme», respondió al ser consultado sobre la razón de esa inversión.