McNair es recordado como ‘héroe’ y ‘leyenda’ en funeral

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Por TERESA M. WALKER y CHRIS TALBOTT

HATTIESBURG, Mississippí, EE.UU. (AP) — El quarterback de los Titans de Tenesí, Vince Young, no esperaba hablar el sábado en el funeral de su mentor. Sin embargo, terminó resumiendo el día lleno de emotividad con unas cuantas palabras.

«Steve fue un héroe para mí y los héroes no deberían morir», dijo Young antes de detenerse para frotarse los ojos al hablar del hombre que conoció en los campos del fútbol estadounidense cuando fue adolescente y a quien llamaba «Pops» (Viejo): Steve McNair, su predecesor con los Titans.

McNair murió asesinado a tiros el cuatro de julio a manos de su novia, la joven de 20 años Sahel Kazemi, quien a su vez se suicidó dándose un tiro en la cabeza.

Aproximadamente 5.000 personas asistieron para despedir al ex jugador de fútbol estadounidense, que tenía 36 años, en uno de los funerales más grandes que hayan ocurrido en la historia reciente de Misisipí, el estado natal de McNair.

Aficionados y viejos amigos viajaron hasta el Coliseo Reed Green, ubicado en el campus de la Universidad del Sur de Misisipí y la familia McNair rentó autobuses para transportar a muchas de las personas que quisieron acompañarlos desde su localidad de Mount Olive.

No muy lejos, había hombres que compitieron o entrenaron con McNair en el campo de juego.

El equipo de la secundaria en el que juega el hijo de McNair llevaban sus uniformes en honor del hombre que veían a menudo sonriendo desde el costado del campo.

«Misisipí ha perdido a una leyenda tremenda», señaló Cardell Jones, el entrenador de McNair en la Universidad de Alcorn State.

La carroza que transportaba el ataúd plateado de McNair fue escoltado unos 48 kilómetros (30 millas) por la Carretera 49 por nueve policías a bordo de motocicletas y de varios vehículos que transportaban a familiares.

Tras el servicio funerario, que duró dos horas, la caravana regresó por esa misma carretera a la población de Mount Olive, donde fue sepultado de manera privada.

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