SANTIAGO DE CHILE (AP) — Miles de personas encabezadas por la presidenta Michelle Bachelet participaron el sábado en el funeral de Hortensia Bussi, viuda del derrocado presidente Salvador Allende, fallecida el jueves a los 94 años de edad.
Al sepelio asistieron el primer ministro peruano Yehude Simon, y personalidades políticas chilenas, entre ellas los ex presidentes Ricardo Lagos y Eduardo Frei. Diversos gobiernos, como los de España, Venezuela, Ecuador y Argentina, enviaron saludos de condolencia a la familia.
Hortensia Bussi, conocida como «Tencha», vivió asilada en México tras el derrocamiento de su marido en septiembre de 1973, y se convirtió en una de las figuras más destacadas de la lucha contra la dictadura del general Augusto Pinochet. Recorrió el mundo denunciando las violaciones a los derechos humanos y regresó a Chile sólo seis meses después de la restauración de la democracia en 1990.
Aunque desde hacía más de un año no hacía apariciones públicas por su avanzada edad, que le impedían incluso a asistir a homenajes a Allende, Hortensia Bussi era reconocida ampliamente por sectores de gobierno y de la izquierda chilena.
Tras su muerte la tarde del jueves, su velatorio se instaló en el salón del honor del edificio donde hasta 1973 funcionó el Congreso Nacional.
Pasado el mediodía del sábado el féretro fue conducido hasta la catedral de Santiago, donde se ofició un responso fúnebre. Posteriormente, el cortejo se dirigió hasta un costado de la sede de gobierno de La Moneda, donde murió Allende durante el golpe militar para seguir luego hasta el cementerio general capitalino, donde se encuentra el mausoleo con los restos del mandatario socialista.
Al hablar durante la ceremonia previa al funeral, la presidenta Bachelet, socialista como Allende, destacó que se sentía «emocionada y honrada de despedir junto a la familia Allende Bussi a esta chilena digna y valiente».
Agregó que «se ganó un lugar en el corazón del pueblo chileno».
Por su parte, la diputada Isabel Allende, una de las dos hijas sobrevivientes del matrimonio, resaltó que cuando Allende fue sepultado por los militares en una urna sellada, Hortensia Bussi, rodeada de militares, «fue capaz de tomar un puñado de tierra y decir ‘aquí estamos sepultando al presidente Salvador Allende»’.
Tras el golpe militar, los restos de Allende, que se suicidó de un tiro dentro del bombardeado Palacio de Gobierno, fueron llevados hasta Viña del Mar, y sepultados en una tumba sin nombre en el cementerio de esa ciudad, 120 kilómetros al noroeste de Santiago. En 1990, la urna de Allende fue trasladada a un mausoleo del cementerio general de Santiago.
