Morales habla de diálogo pero no de reconciliación

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Por CARLOS VALDEZ

LA PAZ — El presidente Evo Morales habló de un diálogo con sus diezmados opositores pero no tuvo un gesto de reconciliación con ellos, a quienes llamó traidores tras su aplastante victoria electoral del domingo que le permitirá gobernar sin sobresaltos hasta el 2015.

«Los traidores del proceso de cambio y los vendepatrias han sido castigados por la conciencia del pueblo», dijo Morales el lunes en su primera rueda de prensa después del triunfo.

Sostuvo que el 33% de apoyo que logró la oposición proviene del «voto duro de la derecha y los neoliberales».

«No significa que no haya diálogo. Siempre habrá una apertura a recoger propuestas. El dialogo es lo más importante y si no hay acuerdos, ahí está el pueblo, está el referendo», señaló.

El mismo tono ambiguo empleó el domingo en la noche ante miles de partidarios, lo que dejó una incógnita respecto a lo que hará el presidente con más del 60% de los votos que le permitirán controlar la futura Asamblea Legislativa Plurinacional.

Los resultados todavía son extraoficiales y el tribunal electoral anunció que los cómputos finales se conocerán en los próximos días.

Para los analistas es una incógnita sobre si Morales girará al centro para atemperar la lucha política que ahondó la polarización en el país en los últimos cuatro años. En la campaña moderó su discurso para seducir a las clases medias que le han dado fuerte apoyo en las urnas.

En la rueda de prensa, habló más de elecciones que de gestión, aunque dijo que el mandato del voto es para «acelerar y profundizar» sus políticas y se refirió a la industrialización de los recursos naturales, la lucha contra la pobreza y el desempleo como prioridades.

En abril habrá nuevas elecciones para elegir a gobernadores y alcaldes y se declaró en campaña para enfrentar esos comicios que de ganarlos le permitirán un control de las regiones. Anunció una reunión de gabinete el lunes en la tarde y otra con líderes sindicales y sociales afines para planificar la próxima campaña. No dio luces sobre posibles cambios en su equipo.

El mandatario enfrentó cuatro años de una dura oposición regional y un bloqueo desde el Senado dominado por sus opositores que sumergió al país en una lucha política sin cuartel y obligó a los bolivianos a acudir a la urnas en cinco oportunidades para dirimir fuerzas.

«Ya no hay excusas, ahora el presidente tiene el camino allanado para mostrar gestión», dijo el analista Carlos Cordero en referencia al amplio dominio que tendrá el gobierno en las dos cámaras legislativas. Pero puntualizó que en las palabras de Morales «hay la advertencia de un gobierno fuerte y de tender la mano a la oposición».

Con una oposición diezmada «lo que veremos será una disputa interna en el gobierno entre una facción moderada y otra radical», comentó el analista Gonzalo Mendieta.

El ministro Alfredo Rada habló de tender puentes y crear consensos mientras el dirigente oficialista Jorge Silva dijo que la prioridad será la gestión con un viraje al centro. Pero el MAS no es un partido, es un movimiento social con distintas corrientes.

Morales tiene ante si el desafío de construir una nueva estructura estatal emergente de la Constitución que otorga más poder a los indígenas y un mejor Estado para mestizos y blancos.

Su éxito electoral se explica por su batalla a favor de los indígenas y los pobres para quienes creó subsidios con la renta petrolera tras la nacionalización de los hidrocarburos.

Pero la situación ya no es de bonanza debido a la caída de los precios de los materias primas.

En Washington, el vocero del Departamento de Estado, Ian Kelly, felicitó a Morales: «Felicitamos al presidente Evo Morales por su reelección y elogiamos al pueblo boliviano y sus instituciones electorales por una jornada electoral pacífica y ordenada como la de ayer.

Esperamos trabajar con el presidente Morales y su equipo para seguir mejorando el diáologo bilateral iniciado por nuestros gobiernos este año. Estados Unidos está comprometido a trabajar con Bolivia para promover un futuro más próspero, democrático y justo».

Desde Quito, el presidente ecuatoriano Rafael Correa envió sus felicitaciones a Morales. En un comunicado, la presidencia ecuatoriana señaló que Correa «felicitó al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, por su histórica reelección la cual constituye un triunfo para la democracia boliviana y de la región».

Por su parte, el canciller Fander Falconí destacó que el triunfo electoral de Morales «es un reconocimiento al proceso de cambio que vive esa hermana República», al tiempo que destacó que el Ecuador reconoce los esfuerzos desplegados por el régimen boliviano para que la justicia y la equidad sean principios fundamentales de convivencia.

Añadió que la gestión del presidente Morales «contará con el apoyo y colaboración solidaria de Ecuador».

(AP)

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