MANAGUA (AP) — El gobierno de Nicaragua consideró el lunes como un «un triunfo» el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, «porque se reconoce la plena soberanía» del país sobre el Río San Juan, dijo el vicecanciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke.
Agregó que la pretensión costarricense de navegar el río con policías armados «fue totalmente desestimado por la Corte. «Eso quedó contundentemente claro. Las aguas son nicaragüenses y ese era una de los argumentos que Nicaragua deseaba confirmar».
La Corte Internacional de Justicia falló el lunes que las embarcaciones de Costa Rica pueden navegar libremente por el río San Juan, que marca gran parte de la frontera con Nicaragua, pero ratificó el derecho de Managua de regular ese tráfico e incluso requerir a los barcos costarricenses que lleven la bandera nicaragüense.
Carlos Argüello, agente de Nicaragua ante La Haya, dijo a la emisora Radio Ya, que la Corte «dejo clarísimo que Costa Rica no tiene ningún derecho a circular con sus autoridades por el río San Juan con armas o sin armas».
«Tampoco tiene derechos a abastecer sus puestos de seguridad. La única finalidad autorizada por el tratado es con fines de comercio», dijo.
«Pero lo mas importante es que la Corte dejo clarísimo que Nicaragua es absoluta y soberana para dictar todas las medidas razonables que tiendan a la seguridad y el bien del río y en ese sentido las puede tomar sin ninguna consulta con Costa Rica.
Argüello consideró que las pretensiones de Costa Rica quedaron «absolutamente limitadas».
«Para fines prácticos, puedo decir que todos los propósitos que Nicaragua tenia de defensa de sus derechos fueron reconocidos por la Corte», dijo.
En el 2005, Costa Rica se quejó ante el tribunal de la ONU, conocido como la Corte Mundial, de que Nicaragua estaba violando sus derechos de navegación al imponer restricciones como exigir a pasajeros y turistas que porten visas y paguen impuestos de viaje, y que todos los buques pasen por puestos de inspección nicaragüenses.
El tribunal reafirmó el derecho de Nicaragua de imponer horas de viaje para los buques costarricenses, de exigir documentos de identidad a los pasajeros — pero no visas — y de insistir en que todos lo buques porten la bandera nicaragüense.
Los 14 jueces determinaron, sin embargo, que Nicaragua había errado al cobrar impuestos a costarricenses y a turistas, calificándolo como una violación del derecho de Costa Rica de usar el río para su comercio.